Catalunya pasa unas pruebas de evaluación en la ESO distintas a las que prevé la Lomce en pleno 155
Unos 70.000 alumnos de 4º de la ESO se someten este martes y miércoles a las pruebas de evaluación externa que en Catalunya se realizan desde el curso 2011-2012. Pese a la intervención de la Generalitat con la aplicación del 155, el contenido de los exámenes será distinto al que prevé el Ministerio de Educación para el conjunto de España de acuerdo con la reforma educativa de la Lomce.
De las cinco pruebas que realizarán los estudiantes catalanes, la del ámbito de ciencia y tecnología no está prevista por el Ministerio, que por contra establece que todas las comunidades autónomas deben pasar una sobre la Competencia social y cívica (correspondiente a las asignaturas de Geografía e Historia) con la que la Generalitat no cuenta. Pese a las diferencias, en el departamento de Enseñanza, que se hace cargo de las pruebas a través del Consejo Superior de Evaluación de Catalunya, no han recibido órdenes de rectificar.
En la Generalitat interpretan que el Ministerio no ha querido abrir un conflicto por las pruebas de una ley, la Lomce, que ha sido rebajada por el mismo partido que la aprobó en solitario, el PP. Primero se plantearon en forma de reválida -es decir, que los alumnos tuvieran que aprobarla para pasar a Bachillerato-, pero el Ministerio las acabó dejando en una prueba de carácter diagnóstico.
Ya el curso pasado, el primero de aplicación de las pruebas de la Lomce a final de la ESO, se dio la misma situación, y el Ministerio no envió ningún requerimiento. Sí lo hizo en 2016 respecto a las evaluaciones de 6º de Primaria, cuando exigió a Enseñanza que evaluaran entonces la competencia científico-técnica, algo que no hacían y que tuvieron que incorporar el curso siguiente.
El cruce de acusaciones y requerimientos entre Generalitat y Ministerio a propósito de estas pruebas se ha reducido a medida que la Lomce quedaba diluida, sobre todo por lo que respecta a las reválidas. Aun así, queda en el Tribunal Constitucional un recurso de 2016 de la Generalitat contra la orden que regula las pruebas de 6º, en el que la Administración catalana alegaba que las pruebas invadían sus competencias en materia de educación y régimen lingüístico.
La duda del calendario queda resuelta
En el departamento de Enseñanza se llevaron una sorpresa el pasado martes cuando el Gobierno publicó los detalles de la prueba en el BOE: fijaba su fecha para el tercer trimestre del actual curso, mientras que el Consejo de Superior de Evaluación de Catalunya ya lo tenía todo a punto para realizarlas esta semana. Al final, el pasado sábado el BOE publicó una corrección con la que precisaban que las evaluaciones deben hacerse “preferentemente” durante el tercer trimestre, en un gesto que permite encajar las pruebas catalanas al calendario estatal.
Otra diferencia notable es que en Catalunya las pruebas son censales, es decir, que las llevan a cabo todos los alumnos de 4º de la ESO, mientras que el Ministerio establece que sean muestrales (para un grupo representativo de estudiantes). Aun así, ya se deja constancia en la orden ministerial que regula las pruebas que si las administraciones educativas quieren, pueden aumentar el número de examinados e incluso hacerlas de carácter censal.