Cientos de personas debaten sobre la Unidad Popular y la independencia en Badalona

Con el espíritu del “Somos Unidad Popular” que llevó la CUP al Parlament con el apoyo de muchas personas ajenas al partido, este sábado ha tenido lugar en Badalona la Trobada per la Unitat Popular. 890 personas se inscribieron en respuesta a la llamada de un grupo impulsor formado por nombres significativos del mundo activista, sindical y asociativo, algunos vinculados a organizaciones de la Esquerra Independentista, pero otros no. Los objetivos de la jornada: Debatir sobre cómo forzar un proceso de ruptura democrática y poner las bases constitutivas de un nuevo estado democrático.

Durante la mañana el IES La Llauna acogió 20 asambleas temáticas, con cuestiones vinculadas sobre todo a los derechos sociales y el territorio, desde la cuestión del agua hasta la exclusión social. La tarde se dedicó a tres debates estratégicos: una hoja de ruta para la independencia, la definición de las bases del nuevo modelo de sociedad y un tercero dedicado a la articulación entre luchas y las dinámicas entre el poder popular y el poder institucional. 3.300 personas se conectaron en algún momento a su retransmisión por streaming.

Al final de la jornada, se apuntaron algunas conclusiones generales de los debates, a falta de que los organizadores hagan una síntesis más completa que publicarán en la web del encuentro. La unidad popular se considera como un “proyecto político” y se definió –es la definición de las muchas dadas que se plasmó en las conclusiones– como “la resolución del conflicto en el seno de las clases populares, en la búsqueda de un gobierno propio”.

Aseguran que la unidad popular se debe construir como un proyecto de clase y que por ello es necesario definir el concepto de clase. En este sentido, en el debate sobre juventud se reivindicó un nuevo sindicalismo que no tenga en cuenta sólo los trabajadores, sino también la juventud precaria. La construción de esta unidad popular tiene que hacerse también “con la alianza con otros espacios donde se construye la unidad popular”, dicen.

En cuanto a la independencia, se consideró “fundamental para el proceso constituyente”, y que por ello es necesario un referéndum para decidirla, sea legal o no. En relación a los Países Catalanes, los asistentes al encuentro consideraron que “no da miedo que una parte de la nación se independice si es para generar ruptura”. En cambio, aseguran que “hay estados que no tienen independencia”.

Relación entre la calle y las instituciones

La clausura también recogía que “la lucha institucional puede servir para relanzar nuestra lucha”, pero también que no tiene sentido sin la lucha en la calle. El debate sobre la vía institucional se centró sobre todo en el papel de la CUP. David Fernàndez intervino en el subgrupo de debate en el que participaba para matizar que por instituciones no sólo debe entenderse el Parlament, y defendió la creación de instituciones propias: “Para mí, La Directa, Coop57, la PAH o la CUP son instititucions propias”.

En este debate, uno de los presentes afirmaba que la presencia de la CUP en el Parlament parece propia del judo: “estamos utilizando la fuerza del contrincante en nuestro beneficio. La presencia de la CUP en el Parlamento está politizando mucha gente no politizada”, aseguró.

Se habló también de la importancia de hacer llegar la voz de los movimientos sociales a las instituciones sin ningún filtro. En este sentido, una activista aludía al episodio de la sandalia que Fernàndez enseñó a Rodrigo Rato: “En mi asamblea de barrio, donde la gente no se fía de la CUP, les gustó cuando David enseñó la sandalia, porque se sintieron identificados”.

Más allá del papel del Parlament, hubo consenso en remarcar el papel del trabajo municipal, que se consideró que puede tener mucha más incidencia que los que lleva a cabo la formación en la cámara autonómica.

Al final de la jornada, Eva Fernández, activista vecinal y una de las convocantes, explicó que el objetivo es hacer más encuentros por la unidad popular a nivel municipal y confluir hacia un nuevo encuentro en la primavera.