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Collboni activa la moción de confianza para aprobar los presupuestos de Barcelona y reafirmar su mandato

Archivo - El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, durante un pleno extraordinario

Sandra Vicente

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El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, ha tenido que recurrir a la cuestión de confianza para aprobar sus presupuestos, después de que el pasado viernes el pleno los tumbara de manera contundente. Como era de esperar, el alcalde también ha perdido la votación de este miércoles, siendo que sólo 15 concejales de 41 le han otorgado confianza.

Esto no significa que Collboni vaya a perder la vara de mando. De hecho, si no hay ningún cambio de guión, el alcalde reafirmará su mandato y Barcelona tendrá presupuestos el próximo 2 de mayo.

La cuestión de confianza es una herramienta que contempla la LOREG y que proporciona a los ayuntamientos una vía para desencallar decisiones como los presupuestos. En este caso, se vincula la aprobación de las cuentas a la continuidad del mandato de Collboni.

Tras perder la votación -sólo con los votos favorables del PSC y ERC- se ha activado un periodo de 30 días hábiles que finalizan el 2 de mayo. Si para entonces no se presenta ningún candidato alternativo que obtenga una mayoría de apoyos -lo cual, con la actual fragmentación del consistorio y el veto cruzado entre Junts y Barcelona en Comú, es complicado-, Collboni será reafirmado como alcalde y sus cuentas quedarán automáticamente aprobadas.

La primera teniente de alcaldía, Laia Bonet, ha tomado la palabra en nombre del Ejecutivo para recordar que “no es la primera vez que se usa” la cuestión de confianza. Lo hicieron Trias, en una ocasión, y Colau, en dos. Pero el de Junts ha salido a la palestra para destacar que, aunque ellos también echaran mano de esta herramienta, lo hicieron con “diferencias”.

“Nosotros ganamos las elecciones. Usted ganó la alcaldía por la confianza de los comuns y el PP y da la casualidad que ni los comuns ni el PP le apoyan ahora. Y no es porque ellos no hayan querido, es porque usted no ha querido”, le ha recriminado Trias a Collboni, a quien le ha afeado también que “juegue a la confrontación”.

La exalcaldesa Ada Colau también se ha sumado a los reproches y ha asegurado que el gobierno “tenía la posibilidad de tener dos mayorías. Llama la atención de que haya renunciado, no a una, sino a dos”.

A la espera del pacto de gobierno

Una vez solventado el trámite de las cuentas, al alcalde le quedarán tres años más de mandato. Consciente de la dificultad que supondrá pasarlos en minoría, Collboni ha anunciado su intención de ampliar el gobierno una vez los presupuestos estén aprobados. Si nada cambia, ERC será el primer partido en sumarse a ese pacto, que podría incluir también a los comuns -o debería, si quieren llegar a la mayoría con 24 concejales.

Hoy por hoy, el PSC sólo cuenta con el apoyo de ERC. Y es un apoyo que, de momento, sólo se vincula a los presupuestos. Ada Colau ha recordado la intención de los suyos de formar un tripartito de izquierdas que sume a ERC, pero es previsible que las negociaciones para refrendar el pacto de gobierno en Barcelona vayan a tener que esperar todavía unos meses. Y es que la sombra del adelanto electoral catalán pesa también sobre las decisiones que se toman en el Ayuntamiento.

El acuerdo presupuestario al que llegaron PSC y ERC se firmó, de hecho, poco antes de que los mismos partidos hicieran lo propio al otro lado de Plaça Sant Jaume para aprobar las cuentas de la Generalitat.

La creciente buena sintonía entre ambas formaciones pudo hacer pensar en un momento que el pacto de gobierno en Barcelona estaba al caer, pero el adelanto electoral congeló estas negociaciones. La pugna electoral del 12 de mayo les convierte en rivales directos y ambas formaciones entienden que les perjudicaría aparecer como socios en la capital de Catalunya.

“Hoy sólo tiene el apoyo de ERC, lo cual es paradójico, porque ellos firmaron un acuerdo con nosotros. Estamos utilizando tácticas que no van con Barcelona”, ha afeado Trias al PSC, en referencia a que los pactos en la Generalitat y en el Estado han condicionado las negociaciones en la capital catalana. Aunque Collboni ha afirmado en todo momento que él no mezclaba carpetas, sí reconoció que “el contexto a veces ayuda a los acuerdos y a veces los dificulta”.

Con todo, hará falta esperar a las elecciones y a los pactos de legislatura en la Generalitat para saber exactamente qué sucederá en el Ayuntamiento de Barcelona. Por su parte, Bonet ha reiterado que siguen queriendo negociar y que extienden la mano a “todos los grupos” del consistorio.

Pero lo que se ha evidenciado con este pleno extraordinario es que, sea quien sea, Collboni necesitará un socio de gobierno porque, aunque esta moción de confianza le ha ayudado a salir del paso, es una herramienta que no podrá usar de manera indefinida.

Es una carta que sólo se puede jugar dos veces por mandato y nunca dos años seguidos. Collboni es el primer alcalde que la usa durante su primer año en el poder y todavía le quedan otros tres presupuestos por delante. 

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