La CUP rechaza investir a Laura Borràs (Junts) por estar imputada por corrupción pero luego se desdice
La candidata de la CUP a las elecciones catalanas, Dolors Sabater, ha protagonizado este martes un enredo sobre la posición que los anticapitalistas tendrían ante una eventual investidura de la candidata de Junts, Laura Borràs, que está imputada en una causa judicial por la presunta adjudicación irregular de unos contratos. Sabater ha asegurado en el programa Café d'Idees que si Borràs continuaba imputada “evidentemente que no” le podrían apoyar para convertirse en presidenta de la Generalitat. Pero tras el revuelo formado por la declaración y que la propia interpelada, Laura Borràs, le haya contestado desde TV3, los anticapitalistas se han desdicho del compromiso y han acabado asegurando que no vetan a la presidenciable de Junts.
Por la mañana, Sabater había sido clara sobre sus rechazo a investir a Borràs. Según le ha explicado a Gemma Nierga, antes de postularse para ser presidenta, Borràs debería aclarar “las sospechas de corrupción”. “Supongo que esto sería un impedimento”, había asegurado la número uno de la CUP, en referencia a la investigación abierta contra Borràs en el Tribunal Supremo por presuntos delitos de prevaricación y malversación cuando estaba al frente de la Institució de les Lletres Catalanes. Sabater además ha recordado que su formación propone en su programa electoral impedir que los procesados e imputados puedan presentarse en listas electorales.
Inmediatamente después de las palabras de Sabater ha reaccionado la propia Laura Borràs, entrevistada en Els Matins de TV3. “La CUP deberá decidir si está al lado de la injusticia española o de la democracia catalana”, ha asegurado contundente la exconsellera. Borràs ha reiterado que la investigación abierta contra ella es una “persecución política” y que “no debería de haber juicio porque no hay caso”. Esta es la razón que la candidata de Junts esgrime para defender que ni ella ni su formación deben prepararse para una posible inhabilitación. “No colaboraré con el Estado ni me pondré en un escenario que no debería existir”, ha dicho.
Borràs no ha sido la única en reaccionar al veto de la CUP. El diputado de Junts y candidato por Barcelona, Francesc de Dalmases, también ha asegurado que las declaraciones de Sabater eran lo que la justicia estaba buscando con la imputación de Borràs. “Es exactamente lo que pretende el Supremo. Que la CUP juegue es lamentable pero aclara el sentido del voto. Sus votos no se contarán entre los que harán posible que Borràs sea la primera presidenta de Catalunya”, ha añadido.
Pero, tras la contundente respuesta de la formación de Carles Puigdemont, los anticapitalistas han optado por recular. En un breve comunicado de la formación, la CUP ha aclarado que no descartan la investidura de Borràs, ya que los únicos vetos que ponen son a “un Govern del 155 o un Govern que continúe con la parálisis de los últimos 3 años”.
En una rueda de prensa posterior, la propia Sabater se ha corregido a sí misma y ha abierto la puerta a investir a la candidata de Junts aunque continúe imputada por corrupción. Según ha considerado la candidata de la CUP, la investigación contra Borràs se enmarca dentro de la “causa general contra el independentismo”, razón por la que no vetan a la candidata. “La CUP tiene una posición muy clara: somos una organización insobornablemente comprometida contra la corrupción y así lo hemos demostrado en el Parlament”, ha dicho. “Nosotros hubiéramos querido que el independentismo no tenga ninguna sombra de corrupción y nos hubiera gustado más que no hubiera habido esta sombra de duda, pero el único veto que nosotros ponemos es a un Govern del 155 y a un Govern que continue con la parálisis actual”, ha repetido Sabater.
El caso judicial de Borràs comenzó en noviembre de 2018, cuando se conoció la investigación que un juzgado seguía contra ella por una presunta contratación irregular mientras estuvo al frente de la Institució de les Lletres Catalanes (ILC). En concreto, la Fiscalía considera que la hoy diputada fragmentó contratos sobre diferentes servicios informáticos para beneficiar a Isaías Herrero, una persona con la que se cree que mantenía una relación personal, extremo que ella niega. La exconsellera de Cultura y hoy portavoz de JxCat en el Congreso siempre ha defendido su inocencia.
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