'Dones en Xarxa' promueve los derechos de las mujeres y apuesta por su empoderamiento usando las TIC. Cree en el potencial de internet para alcanzar la igualdad efectiva.
Recuperando la lucha para mantener los derechos. Salvando la memoria de la retina de las mujeres
Ayer, en un jueves del Julio, y a cinco días exactos del cuarto año de la entrada en vigor de la actual ley de salud sexual y reproductiva, basada en una cuestión de plazos para llevar a cabo una interrupción voluntaria del embarazo, se presentó en Barcelona el documental 'el Tren de la libertad', elaborado por CIMA (Asociación de mujeres cineastas) y del colectivo de mujeres cineastas contra la reforma de la ley del aborto.
En un aforo lleno del vestíbulo del CCCB, las asistentes se emocionaron con el metraje del documental que explica la génesis de las movilizaciones del 1 de febrero en Madrid. En lo que era un estreno simultáneo en el Estado.
Es la historia del triunfo de la espontaneidad y del valor de la solidaridad entre las mujeres y de la capacidad para red, y como de una cena de las Comadres en Gijón, se logró colapsar Madrid por los derechos de las mujeres , es también una historia de emoción, de la fuerza de la unión y de la fuerza en la lucha por los derechos.
Un material que las profesionales de CIMA supieron montar y producir, pero lo más importante, salvarlo del olvido, dejar constancia para siempre del poder de las mujeres, y de la sempiterna lucha por los derechos.
En este aspecto, 'Yo decidir' es también, al mismo tiempo la recuperación de la memoria de la lucha de las mujeres de las décadas de los años 70 y 80. Recuperando la lucha para mantener los derechos, salvando del olvido lo que resta a la retina de las mujeres.
Porque lo que está en peligro son los derechos de la mitad de la población de las mujeres a escoger libremente una maternidad, que no sea una obligación ser madre, a que las mujeres tenemos libertad para poder vivir.
Tras la proyección del documental se realizaron una serie de acciones que culminaron en la actuación de las Mujeres de Blanco, quien en sus cuadros escénicos, transmitieron la emoción el desasosiego, la rabia, la impotencia que desemboca en un grito seco de final, como el de las cineastas.
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