Los trabajadores de la oficina de atención al público de Endesa en la Gran Vía conservarán sus puestos de trabajo, la antigüedad y las condiciones que tenían. La reincorporación se realizará en las dependencias del Centro de Atención al Público que gestiona Eulen, según fuentes de los trabajadores.
El acuerdo ha supuesto romper una situación kafkiana que perjudicaba a los 22 operarios que atendían al público en la céntrica oficina de la eléctrica. Los hechos comenzaron la primera semana de diciembre cuando Eulen, la empresa que asumía la gestión de la atención a los consumidores, comunicó a los trabajadores que a partir del 1 de enero les daría de baja porque la sociedad concesionaria había otorgado la tarea a otra empresa: Accenture. Normalmente cuando se dan estos casos la empresa que consigue la contrata asume a los trabajadores que realizaban la tarea. Pero en este caso no fue así, y la empresa que había conseguido el servicio no quiso subrogarse el personal.
Fuentes sindicales vinculaban la extraña situación a las duras condiciones que la empresa eléctrica fija en los concursos de las subcontratas.
Los empleados que ejercían la atención al público de la oficina de Endesa eran personas que hacía años que realizaban la tarea y tenían además una preparación especial, ya que procedían del CAT, el centro que atiende telefónicamente las consultas y quejas del público en Endesa. Pero ni eso fue lo suficientemente interesante para Accenture para asumir a la citadas personas. A su vez, Endesa tampoco se hacía cargo del caso.
La situación, de haberse mantenido, podía fijar un precedente peligroso, según fuentes judiciales, ya que podía acabar con los trabajadores en una especie de limbo legal, sin poder acogerse al paro en caso de ser despedidos, ni, evidentemente poder mantener el puesto de trabajo. En este sentido, la única salida era presentar una denuncia judicial, lo que habría supuesto un proceso largo y complicado hasta llegar a una solución.
Los trabajadores fueron sustituidos por nuevos empleados de Accenture. La respuesta fue convocar una huelga indefinida en reclamación de un acuerdo que supusiera la continuidad de los puestos de trabajo, lo que provocaba en la oficina tensiones importantes que habían afectado el servicio e indirectamente a la compañía eléctrica dominante del sector.
La solución se ha conseguido, según fuentes conocedoras del conflicto, por la coincidencia de varios factores. Uno ha sido la defensa de los trabajadores de su trabajo. Otro, el apoyo del sindicato CCOO en Eulen y de la federación correspondiente. Un tercer elemento ha sido la coincidencia del conflicto con otro aún no resuelto, la protesta de los trabajadores de las empresas de mantenimiento del sector eléctrico en Cataluña, afectadas por la política de reducción de costes en subcontrataciones que, según las mismas empresas afectadas, ha hecho que se produzca el malestar entre los trabajadores.
Las dos protestas coincidieron en una manifestación que terminó en el Parlamento de Cataluña donde varios parlamentarios se comprometieron a mediar con Endesa para buscar una salida, que finalmente se ha producido.