Los trabajadores de TV3 no salían de su asombro. Durante la mañana del miércoles, 10 de octubre, un grupo de personas de paisano que se ha identificado como Mossos han irrumpido en las dependencias de Sant Joan Despí y han hecho un registro en diversos servicios del ámbito tecnológico de la televisión de Cataluña.
“Llevaban aparatos y cables y han sorprendido mucho la gente, porque no es normal ver a un grupo así deambulando por la casa”, cuenta un testigo ocular de la actuación policial. La expectación entre la plantilla ha sido grande. Tanto que la dirección de Televisión de Cataluña ha tenido que informar de manera extraoficial a los representantes de los trabajadores. Unos y otros parecen haber hecho un pacto de silencio porque la respuesta a la demanda de información era que el caso está bajo secreto de sumario.
A pesar de las precauciones oficiales pronto se han sabido detalles del caso que llevaba a los investigadores a la sede del medio de comunicación público. A finales de agosto de 2012 se habría producido un ataque a los sistemas informáticos de la CCMA. De resultas de esta acción alguien habría tenido acceso a los datos de todos los salarios de Televisión de Cataluña y también de las emisoras de radio de la Generalidad. Un tiempo después esta información se habría distribuido por medio de correos electrónicos enviados desde la dirección del presidente del consejo de gobierno de la CCMA, Brauli Duart . El directivo desmintió que él hubiera hecho el envío. Como consecuencia de ese hecho la CCMA presentó una denuncia el 2 de agosto pasado y hasta ahora no se había conocido nada más.
La información mostraba los salarios y complementos cobrados por todos los trabajadores de los medios públicos y también hacía un cálculo del coste que supondría su despido. Esto fue justificado por Duart como un estudio que se realiza de año en año.
Pacto de silencio
A pesar del interés en poner sordina al caso, ha trascendido que la policía habría localizado a la persona a la que presuntamente se hace responsable del robo de los datos y su posterior difusión, para lo que habría entrado en el correo corporativo de Duart y también del director de TV3, Eugeni Sallent. La situación del trabajador no era hasta primera hora de la tarde del miércoles la de detenido , aunque podría estar sujeto a otra figura legal que no fuera exactamente esa. Sin embargo, los trabajadores de TV3 han visto que estaba “bajo el control de la policía” aseguran las fuentes consultadas.
al final la detención se ha confirmado. Las mismas fuentes indican que la persona no sería un informático si no un operario de otro servicio con conocimientos sobre redes y telecomunicaciones.
Una vez confirmada la detención, el comité de empresa de TV3 ha emitido un comunicado en el que se resalta la presnunción de inocencia que asiste al trabajador de la empresa y reclama que se mantenga dicha presunción en tanto no hayan avanzado las investigaciones policiales.
Campaña de descrédito
Fuentes laborales consultadas por CatalunyaPlural han enmarcado el hecho ahora bajo investigación con la tensión que se ha vivido en la radio y la televisión públicas de Cataluña este año y medio pasados. En este sentido el caso de las filtraciones se debatió en el seno de los comités de empresa sin que saliera una posición común. Una de las hipótesis que en aquel momento se contempló fue vincular la revelación de información con la campaña que en su opinión existía para criminalizar a los salarios de los trabajadores del ente. En este sentido se llegó a hablar de autofiltración. Sin embargo, de los correos fraudulentos distribuidos también se deducía que había sueldos de directivos con unos importes muy cercanos al del Presidente de la Generalidad, que en 2012 cobró oficialmente 144.000 euros, mientras que, según los datos ya difundidos oficialmente por la CCMA , el mismo año , el presidente del consejo de gobierno de la CCMA , Brauli Duart , habría cobrado poco más de 129.000 euros . Pero, en 2008 existían en la cúpula de la Corporación la figura del Presidente y la del directo , el primero cobró casi 129.000 euros y el director general 250.000. Ahora la figura del director general es asumida por el presidente de la corporación .