ERC y Junts inician las negociaciones para formar nuevo Govern con una primera reunión

Los equipos negociadores de ERC y Junts se han visto este viernes en la primera de las reuniones de unas negociaciones que pretenden desembocar en una investidura y la formación de un nuevo Govern independentista. Las delegaciones de los dos partidos, que ya se han reunido previamente y por separado con la CUP, han destacado que los resultados obtenidos por el independentismo suponen “una gran oportunidad” para “iniciar una nueva etapa en el país que permita avanzar tanto a nivel social como nacional”. Ambas formaciones se han mostrado coincidentes en la necesidad de conformar un Ejecutivo formado, al menos, por ERC y Junts.

Los comunicados enviados por cada uno de los partidos muestran, sin embargo, matices. Mientras que ERC asegura que “habrá que extender la mano a más fuerzas”, pues en su caso quieren incorporar a la CUP y los 'comuns', desde Junts han preferido subrayar la necesidad de “llegar a acuerdos en todos los espacios institucionales donde el independentismo tiene representación”. La formación de Borràs ya anunció que quería un acuerdo para una unidad de acción en el Congreso.

La reunión mantenida por los equipos negociadores de los dos partidos principales ha servido como primera toma de contacto de unas conversaciones que se prevén duras. Por un lado, las elecciones del pasado domingo suponen un cambio de color en la presidencia, lo cual impone renegociar todo el esquema del Govern. Por otro lado, las fórmulas que busca cada partido son diferentes, ya que ERC insiste en querer sumar a En Comú Podem, no necesariamente dentro del Govern, pero sí apoyando la investidura o los presupuestos. Una pretensión que en la formación de Borràs no acaban de ver, aunque en los últimos días han dejado de vetarla frontalmente como sí hacían en campaña. Los 'comuns', por su parte, rechazan entrar en un Ejecutivo con el partido de Carles Puigdemont.

La CUP sí es un socio que gusta a ambos partidos, y tanto ERC como Junts ya han mantenido reuniones bilaterales con los anticapitalistas. Estos han priorizado la cuestión policial, en un contexto de especial tensión en la calle por las protestas contra la detención de Pablo Hasel, y han exigido a los partidos grandes del independentismo que se comprometan a realizar cambios en Interior y a “revisar el modelo policial” de los Mossos. La CUP pide, además, que la Generalitat se retire de la acusación contra una setentena de manifestantes y activistas de diversos tipos. Los representantes del partido anticapitalista trasladaron estas reivindicaciones a ERC, en la reunión del miércoles, y de nuevo ante Junts este jueves, con quienes subieron el tono por ser los titulares de la cartera de Interior.

Poco después de esa reunión, Junts emitió un comunicado en el que valoraba “críticamente las situaciones de violencia vivida y los errores cometidos por algunos agentes de la BRIMO”, considerando que “en ningún caso pueden quedar impunes”. Unas manifestaciones que sorprendieron a los anticapitalistas, por la distancia respecto a las palabras que había pronunciado el conseller Miquel Sàmper, de Junts, sobre los mismos hechos.

Mientras tanto, el PSC ha abierto este mismo viernes su propia ronda de contactos para recabar apoyos a una presidencia del ganador de las elecciones, Salvador Illa, a quien sin embargo se le está haciendo cuesta arriba cumplir con su pretensión de someterse a una votación de investidura. Los socialistas se han reunido en el Parlament con el único grupo al que quisieran incorporar a su Govern, En Comú Podem, con quien han tratado sobre el reparto de escaños, la composición de la mesa del Parlament y la manera de afrontar la presencia de la extrema derecha en la Cámara, además de sobre los apoyos a su candidato. En un comunicado, el PSC ha anunciado también que ambos partidos se han emplazado a una nueva reunión para la semana que viene.