Todos los partidos salvo ERC se plantan contra las políticas privatizadoras de Boi Ruiz
Todos los partidos del arco parlamentario catalán, salvo ERC y CiU, se han plantado en la Comisión de Sanidad del Parlament de Catalunya en protesta por las decisiones adoptadas por el consejero del ramo, Boi Ruiz. El mal ambiente tiene elementos concretos. Uno es el mantenimiento del Consorcio Sanitario de Lleida, aunque el Parlament de Catalunya se ha manifestado en contra. Un segundo aspecto es el proyecto de venta de datos personales de los pacientes o la norma que permite dar atención privada en los centros públicos de Catalunya.
El plante ha tomado un forma vistosa. Antes de que el consejero comenzara a informar a los parlamentarios sobre la atención sanitaria en Cataluña el año 2014, todos los parlamentarios a excepción de los de los grupos del gobierno: CiU, los de ERC y la diputada no adscrita y escogida en las listas del PSC, Marina Geli, han dejado la sala.
La marcha de los diputados de la oposición, de derecha y de izquierda, se ha producido porque en el orden del día no figuraban las tres propuestas que han introducido los respectivos grupos políticos sobre el consorcio sanitario de Lleida, la utilización de datos de la historia de los pacientes, o la actividad privada en centros públicos. En este sentido, los diputados de ICV, PSC, CUP, PP y Ciutadans han interpelado al gobierno por «incumplir los mandatos del Parlament», que, hay que recordarlo, instaban al Ejecutivo catalán a detener el Consorcio Sanitario de Lleida y el proyecto VIU +, que implicaba venta de datos de los pacientes.
Núria Segú (PSC), Marta Ribas (ICV - EUiA), Carmen Pérez (C 's), Isabel Vallet (CUP) y Eva García (PP) han criticado que el consejero haya aprobado en Semana Santa el Consorcio Sanitario de Lleida, la actividad privada en centros públicos y la anonimización de datos sanitarios de los pacientes, “a pesar de que el Parlament se había opuesto en varias ocasiones”. Vallet ha dado un paso más y ha anunciado que su grupo abandonará para siempre la Comisión de Salud, mientras que la exconsellera Marina Geli, ha optado por mantenerse en la sala y pedir comisiones extraordinarias para «debatir sobre los temas polémicos con urgencia».
Los grupos políticos han denunciado la falta de control de la actividad privada que se realiza en centros financiados por el sistema público, respecto especialmente a la actividad de la clínica privada Barnaclínic -denunciada por la patronal de centros privados por competencia desleal- dentro de las instalaciones del Hospital Clínic, de titularidad pública. “Nos plantamos por la actuación reiterada de este Gobierno en materia de salud, por no cumplir los mandatos del Parlament”, dijo Carmen Pérez, de Ciudadanos.
La portavoz de la CUP, Isabel Vallet, manifestó “No daremos situación de normalidad a la anormalidad. Esto es una descapitalización permanente del sistema público. Espero que esto marque un punto de inflexión y hacemos un llamamiento a la desobediencia para frenar la voracidad privatizadora de Boi Ruiz”, dijo Vallet.
El consejero se escuda en trámites administrativos
La portavoz de salud de ERC, Alba Vergés, se ha quedado en la sala a pesar de reconocer que su grupo “comparte la queja” de los partidos que han abandonado la comisión y ha pedido al gobierno que “paren los procesos que pueden suponer cambios sustanciales” en el sistema de salud y que están generando dudas.
El consejero Boi Ruiz, en su intervención, ha mostrado su “sorpresa” por el plante de los grupos y ha justificado su actuación asegurando que “los estatutos de Lleida no se han puesto en marcha, simplemente se ha entrado en un trámite de audiencia pública ”. Ruiz ha asegurado que cuando termine el período de alegaciones, volverán a llevar el tema al Parlament. “El debate político está aquí, no se puede instrumentalizar con notas de prensa. Lo que hemos visto hoy aquí no es el país que queremos ”, ha criticado.
