Mandela, conversión personal
- Este es un artículo publicado en el blog 'Adiós a las armas'
Mandela desde muy joven luchó contra la opresión y la discriminación que sufrían los negros por parte de la población blanca, su compromiso le llevó a pasar a la clandestinidad y a asumir la dirección del brazo armado del partido ANC, por tanto decidir los actos de sabotaje o atentados correspondientes. Su actividad político-violenta y su pertenencia política le llevaron a 27 años de prisión. Estos años de prisión moldearon su pensamiento político; nunca renegó ni condenó la lucha armada contra el apartheid, pero la cárcel le hizo pragmático, de manera que comprendió que la venganza o la revancha de los negros contra los blancos podría empeorar las condiciones de vida de los negros. Su gran aportación ha sido la de evitar la guerra civil entre blancos y negros.
Para evitar la guerra civil, para evitar la venganza y el revanchismo promovió una catarsis colectiva, donde torturadores y asesinos reconocían en público las atrocidades cometidas y las víctimas escuchaban sus demandas de perdón. El proceso de reconciliación, con aciertos y errores, promovió la construcción de la verdad de lo ocurrido y la asunción de culpabilidades .
Cuando fue elegido presidente de Sudáfrica, en el gobierno incluyó como ministros a afrikaners, impulsores acérrimos del apartheid, incluyó a blancos responsables del anterior régimen, incluyó a grupos de negros enemigos de la ANC, y a minorías como los indios. En definitiva incluyó en el primer gobierno a todos los grupos enfrentados. Su objetivo era construir políticamente el nuevo país, su objetivo era trabajar juntos para construir la democracia y romper el régimen racista existente.
Muchos de sus compañeros no entendían por qué tenían que ser generosos con aquellos que los habían masacrado y humillado, los blancos desconfiaban de sus intenciones. Mandela tuvo que esforzarse mucho para convencer a todos de que tenían que trabajar juntos blancos y negros, para construir un país políticamente nuevo.
Después de 27 años de prisión, el programa de Mandela fue unidad, verdad, perdón y reconciliación. Este es el legado que nos deja.
