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El blog Opinions pretende ser un espacio de reflexión, de opinión y de debate. Una mirada con vocación de reflejar la pluralidad de la sociedad catalana y también con la voluntad de explicar Cataluña al resto de España.

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Las palabras de Bonvehí y la búsqueda de la veracidad

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Josep Carles Rius

Los periodistas sabemos que siempre existen diferentes versiones de la realidad, pero también conocemos que nuestro deber es acercarnos lo más posible a la verdad. A menudo necesitamos el paso del tiempo, la confesión de los protagonistas o largas investigaciones para conocer qué ocurrió. Otras veces, la 'verdad oficial', la que el poder cuenta con el propósito de escribir un relato lo más hegemónico posible, es puesta en cuestión de una forma mucho más rápida. Es una 'verdad construida' que el periodista tiene la obligación de contrastar con la veracidad de los hechos.

Esto es precisamente lo que hemos hecho Catalunya Plural y eldiario.es cuando hemos publicado las palabras del número dos del PDECat, David Bonvehí, pronunciadas, y grabadas, durante una reunión con militantes del partido. Un documento que pone en cuestión la 'verdad oficial' y que revela que la nueva Convergència tiene un plan 'b' a la hora de afrontar la culminación del llamado 'procès'. Un plan oculto a la opinión pública.

El episodio y la cadena de reacciones que ha desencadenado nos llevan a compartir unas reflexiones sobre el papel del periodismo. 

Una concepción cínica del periodismo sostiene que la verdad no existe. Que hay tantas verdades como interpretaciones de la realidad. Pero no es cierto. El periodista no se puede limitar a contar versiones, sino que tiene la obligación de estudiarlas, interpretarlas, y otorgarles, o no, veracidad. Si no, será, en el mejor de los casos, un mero intermediario entre el poder y la sociedad. O un propagandista.

La objetividad en la vida, y en el periodismo, son una utopía. Nuestra mirada, nuestra percepción de los hechos, está condicionada por las experiencias vitales, por la biografía. Por nuestra ideología. Por los sentimientos y las emociones. Nadie es objetivo. Es imposible. Pero los periodistas tenemos la obligación ética de aspirar a la objetividad a la hora de tomar decisiones. A intentar aislarnos de las ideas preconcebidas, de toda la carga de experiencias que llevamos encima para no distorsionar la realidad. Sin la aspiración de ser objetivo e independiente resulta muy difícil la búsqueda de la veracidad.

El periodista no es neutral, pero debe aspirar a ser ecuánime. Los propios intereses, o incluso la más legítima de las causas, no deben llevar al periodista a distorsionar la realidad, o a silenciar al lector datos y hechos que necesita para poder formarse su propia opinión.

La crisis de confianza entre los medios de comunicación y la ciudadanía se produjo, precisamente, porque creció la percepción de que hubo medios y periodistas que habían abandonado su función social para atender sus propios intereses. En otras palabras, que parte de la prensa había renunciado a la que era su principal función, la de reflejar la realidad de forma honesta y con voluntad de veracidad e independencia.

El periodista, para poder ejercer el periodismo con un compromiso ético, debe ser libre. No puede estar sometido a intereses ajenos a la información, no puede ser ajeno al bien común de los ciudadanos. Pero para ser libre y responsable precisa trabajar en medios que a su vez lo sean. Y para ello necesita a los ciudadanos. Porque son los ciudadanos los que determinan la calidad de una democracia. Son los que votan y los que deciden leer, ver o escuchar un determinado periódico, cadena de televisión o emisora de radio. Y si estos ciudadanos no quieren informarse con veracidad, sino que les den la razón, que alimenten sus ideas preconcebidas, entonces, de alguna forma, también contribuyen a la degradación de los medios. Y de la vida democrática.

Hace ahora cuatro años, un grupo de periodistas e intelectuales constituimos la Fundació Periodisme Plural con la vocación de contribuir a la calidad democrática a partir del ejercicio del periodismo. Con la voluntad de reivindicar, como establecen nuestros estatutos, “el periodismo independiente, crítico y libre, y el fomento de la información y el debate público como elementos vitales de la ciudadanía”. Principios que compartimos con eldiario.es.

La Fundació Periodisme Plural ha sido declarada de interés social por parte de la Generalitat y es la primera entidad sin ánimo de lucro creada en Catalunya en el ámbito del periodismo. Tenemos nuestra propia mirada sobre la realidad y la explicamos con total transparencia. Una mirada que podríamos resumir en la defensa de los derechos humanos, incluyendo el derecho a una información veraz y plural. Por encima de todo, creemos en el derecho a saber. Y, en esta ocasión es muy pertinente recordarlo, también en el derecho al ejercicio de la propia soberanía. El derecho a decidir, eso sí, a partir de una información veraz.

Con la publicación de las palabras de Bonvehí hemos sido coherentes. Consideramos trascendente y relevante el contenido de su intervención. Creemos que hoy los ciudadanos tenemos más datos para interpretar la realidad, para conformar nuestra opinión. Para decidir.

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