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“Lo que yo piense no puede interferir en mi trabajo”

La periodista Mònica Terribas empieza este lunes al frente del programa mañanero El Matí de Catalunya Ràdio. /ENRIC CATALÀ

Jordi Subirana / Enric Català (fotos)

Mònica Terribas (Barcelona, 1968) se pone hoy al frente de El matí de Catalunya Ràdio. La periodista, que fue directora de TV3 (2008-2012) y hasta hace pocas semanas era consejera delegada y editora del diario Ara, asume la dirección y presentación las dos próximas temporadas del principal programa de la radio pública catalana con el objetivo de recuperar el liderazgo de audiencia. Su incorporación ha sido muy lenta y no exenta de polémica. Casi tres meses ha tardado la Corporació Catalana de Mitjans Audiovisuales en encontrar un sustituto a Manel Fuentes por las reticencias políticas que generaba su fichaje en algunos sectores de CiU. Más recientemente, Terribas ha sido muy criticada en algunos medios y en Twitter por su presunto sueldo millonario –se habla de unos 260.000 euros por año más incentivos-- en medio de un ERE en Catalunya Ràdio y TV3. La locutora dice en esta entrevista que tiene que ser la Corporación quien diga lo que cobra, afirma que se siente prejuzgada y subraya que los medios públicos catalanes tienen que dar voz a todo el mundo.

Se pone usted al frente de El matí de Catalunya Ràdio. ¿Qué novedades tendrá el programa?El matí de Catalunya Ràdio

Son siete horas de programa, con el objetivo de cubrir todos los intereses del ciudadano. Las primeras horas se hará especial atención a lo que pasa en el mundo. Se hablará de política, del país, de economía y de la realidad internacional, reflejando problemas como los que ahora se están viviendo en Siria. Sobre Catalunya, la economía y la política serán los ejes dominantes las primeras horas. Pero sobre todo no queremos dejar de ocuparnos de lo que está pasando en la calle. Queremos enviar casi cada día una unidad móvil allí donde están pasando cosas para escuchar qué piensa la gente. Creemos que uno de los potenciales de Catalunya Ràdio es la proximidad, y escuchar a la gente y hacerla participar en todos los espacios informativos es necesario.

Siga.

Entre las 10 y las 11 horas estaremos pendientes de los asuntos que ocupan los intereses de la ciudadanía en estos momentos, pero también queremos dar algunas claves para que la gente entienda más el mundo en que vivimos. Haremos un seguimiento de los asuntos judiciales que hay pendientes, intentaremos que la audiencia reflexione sobre procesos, como la tecnología, que nos alteran los hábitos, y nos adentraremos en aquellos conflictos laborales que se pueden resolver. En este trabajo nos ayudarán algunos coachs laborales. Hay un montón de cosas que forman parte de la tarea del Matí de Catalunya Ràdio. La misión no es sólo explicar lo que sabemos sobre lo que está pasando y lo que creemos que es relevante, sino aportar al oyente recursos para que él pueda enfocar el presente y el futuro de una manera responsable.

¿El humor tendrá también su espacio?

El programa incluirá una mirada alternativa a la realidad a cargo de Minoría Absoluta. Cada día, de 11 a 13 horas, Els minoristes [así se llamará la sección] me acompañarán en una lectura diferente de la realidad. En este espacio es donde haremos también la tertulia deportiva, continuaremos hablando de libros con Màrius Serra y analizaremos lo que pasa pero con la capacidad de hacer sonreír a la gente. Por dura que sea la realidad que está viviendo el país es muy importante no perder la distancia necesaria que nos aleje del dramatismo. Creemos que una manera de hacerlo es incorporar a personas que sean capaces de mirar la realidad de otra manera.

Nuevos contenidos implican, muchas veces, nuevos colaboradores. ¿Quién se incorpora al programa?

Los miembros de Minoría Absoluta que se incorporan son Jordi López, Roger Rubio, Pau Escribano y dos actores más. Albert Murillo, Albert Cuesta y Genís Roca harán una sección sobre tecnología. Àlex Gutiérrez y Mònica Planas analizarán los medios de comunicación. Cada dos semanas estará la mirada del Xavier Sala Martín sobre los grandes asuntos económicos que nos toca vivir tanto aquí como a fuera. Alfons Cornella se acercará a los activos que tiene este país: los empresarios, la innovación... Contaremos también una vez por semana con Albert Calatrava y Mercè Alcòcer, expertos de Catalunya Ràdio en temas judiciales. También colaborarán Ramon Besa, Ricard Torquemada y Pere Escobar en la tertulia deportiva. Hemos preparado el programa en sólo tres semanas.

¿Cambia mucho el equipo respecto a la temporada pasada?

Cambia mucho. Marta Prat, que hasta ahora era subjefa de informativos será ahora la subdirectora del programa. Chimo Blasco será el coordinador. También me acompañarán Marta Romagosa, Pepa Farré... Todos son periodistas de la casa, pero son gente que menos Domènec Subirà y el equipo de producción no estaban en el Matí de Catalunya Ràdio.

En el ámbito mediático catalán, el suyo ha sido el fichaje del verano. ¿Cómo se ha producido?

Fui al Ara para quedarme muchos años. Cuando me tantearon para hacer El matí de Catalunya Ràdio me pareció que era una propuesta que no podía dejar de valorar. Profesionalmente, me permitía volver al audiovisual, que es donde me siento más cómoda, y a los medios públicos. Significaba volver a compartir un proyecto en el que creo y en un momento en que el país está viviendo una etapa que desde un punto de vista histórico, seguramente, no tiene comparación. El país vivirá momentos relevantes y tenía ganas de poderlos compartir con la audiencia.

¿Diría que ha habido injerencias políticas en su fichaje?

Diría que ha sido extraordinariamente lento y, por lo tanto, esta lentitud puede obedecer a muchos factores. Pero cuando las cosas pasan tan poco a poco y se deciden tan tarde normalmente es porque no sólo se miran los aspectos profesionales.

En algún artículo aparecido en prensa se cita que Duran Lleida era contrario a que usted fuera a Catalunya Ràdio.

No he escuchado a Duran Lleida hablar sobre mi fichaje. No hay ninguna manifestación por su parte sobre que no quisiera que pasara esto, entre otros motivos porque no le toca a él manifestarse, como tampoco le toca al President Mas ni al conseller de la Presidència [Francesc Homs]. Ésta es una decisión de los miembros que forman la dirección de la Corporació Catalana de Mitjans Audiovisuals. Seguro que ha sido una decisión relevante, pero no hacía falta que fuera un proceso tan dilatado.

Algunos medios han publicado que el suyo ha sido un fichaje millonario, que cobrará unos 260.000 euros fijos por temporada más unos incentivos que pueden llegar hasta los 175.000 euros si recupera el liderazgo de audiencia. ¿Son ciertas estas cifras?

No me corresponde a mí desmentir ni decir lo que cobro. Lo tiene que hacer la dirección de la Corporació Catalana de Mitjans Audiovisuals. Me consta que pronto se hará público lo que cuesta la programación de la casa y se conocerá.

¿Se siente usted prejuzgada antes de empezar?

Sí, pero no pasa nada. En la vida lo que es importante es lo que uno hace, no cómo te etiqueta la gente, ni lo que la gente opina de uno. Lo que es importante es que la gente que escuche El matí de Catalunya Ràdio, a partir del 2 de septiembre, se haga un criterio. Hay una tendencia en estos momentos de gente que escribe artículos que intenta situar a unos y a otros en diferentes trincheras, pero eso no me tiene que afectar. Las personas que estamos en un espacio más o menos público siempre somos el objetivo de otras personas y algunas, hagas lo que hagas, siempre dirán que lo haces mal. Me tengo que levantar cada día a las cuatro de la mañana con el espíritu de que hablo para la gente de que me tiene que juzgar y que es la que me escuchará.

¿Uno de los motivos por los que parece que se la está juzgando es por sus ideas políticas?

Hay gente que infiere o utiliza apriorismos sobre lo que piensas o votas. Nunca he explicado lo que pienso o lo que voto. En ningún sitio. No lo encontrará publicado en ningún lado. Pero hay gente que tiene ganas de atrincherar, tiene ganas de atrincherarse en un lado y poner a los otros enfrente. Lo que sí que he dicho explícitamente es que mi compromiso es con el país donde vivo, que es Catalunya, y con las instituciones de este país y todo lo que pasa en él. Por eso, trabajo en este país y no trabajo en otro. ¿Eso quiere decir que estoy comprometida con el país? Pues, sí. Ahora, lo que yo piense a nivel particular es una cuestión que no puede interferir en mi trabajo del día a día. La gran mayoría de periodistas que estamos en medios públicos o privados sabemos que no tenemos que dejar interferir nuestra ideología y cuando las opiniones de los periodistas interfieren en su trabajo informativo es cuando pierden credibilidad. Otra cosa es que nosotros miramos la realidad y cuando miramos la realidad fijamos la atención sobre cuestiones sobre las que alguien puede deducir que... o eso quiere decir que... Al final siempre es la mirada del periodista la que acaba escogiendo. Usted está haciendo unas preguntas y con las preguntas que hace estoy viendo sus intereses. A través de la entrevista, veo cuál es su mirada. La gente que quiere prejuzgar y dice éste es independentista, el otro unionista, lo único que está haciendo es construir una realidad que nos perjudicará a todos. En Catalunya, afortunadamente, no ha habido periodismo de trinchera y yo trabajaré para que no esté. No nos lleva a ningún sitio.

Faltan muy pocos días para el 11 de septiembre. ¿Supongo que hará un programa especial?

El 11 de septiembre no haré el programa yo, lo haremos todos. Haremos un especial en Catalunya Ràdio cubriendo los actos institucionales de la mañana, y por la tarde, la Vía Catalana. Seguramente con Kilian Sebrià. Lo haremos los dos, junto a los equipos informativos de la casa. Será un día de cobertura global de la radio, no la mañana de Mònica Terribas.

¿Cuál tiene que ser el papel de los medios públicos catalanes en el momento que estamos viviendo? En algunos medios públicos del resto de España se están viviendo algunos despropósitos a nivel informativo.

Creo que TV3 y Catalunya Ràdio ha podido ofrecer una mirada transversal, todo el mundo ha podido estar, todo el mundo se ha sentido escuchado. Quien no participe en El matí de Catalunya Ràdio es porque se ha excluido o porque hay personas que hacen juicios apriorísticos sobre los periodistas. Hay una cierta corriente bastante triste en nuestro país que es situar a la gente en una trinchera o en otra, nada más lejos de la voluntad de Catalunya Radio y de TV3. Creo que son unos medios comprometidos que intentan reflejar lo que la gente piensa. Desde los medios públicos catalanes no se quieren generar enfrentamientos, se quiere que la gente que piensa diferente dialogue y se sienta cómodo delante del micrófono de Catalunya Ràdio.

¿Entonces, el papel de los medios públicos es dar voz a todo el mundo?

El papel que tienen ahora los medios públicos es justamente que la sociedad del país se sienta representada desde cualquier perspectiva. En el ámbito político, desde la gente de Iniciativa, la CUP hasta gente del PP. Queremos que esta gente pueda venir tranquilamente y cordialmente expresar lo que piensa.

En una reciente entrevista, el crítico televisivo Ferran Monegal decía que la telebasura estaba presente en los informativos y en los programas de debate. ¿Está de acuerdo?

Lo que sí que comparto es que se ha sido muy duro con los contenidos de entretenimiento y en cambio no se ha hecho esta misma lectura de los medios que convierten los informativos en espacios más de opinión que de información. Todos sabemos que la tertulia es donde las personas que asisten dan su opinión. En los informativos, nosotros lo que hacemos es hacer llegar información al ciudadano. Creo que lo que hace falta es poner constantemente sobre la mesa cuáles son las fronteras que separan los géneros para que la gente no confunda información y opinión. Y eso es lo que a veces, en algunos medios, se ha confundido.

Usted ha sido directora de TV3. ¿Era necesario el ERE que se ha hecho en TV3 y Catalunya Ràdio?

Creo que se estaban tomando muchas medidas desde 2008. Algunas, el equipo actual las ha explicado recientemente. Sencillamente, se trata de ver hasta dónde llega la capacidad de financiación pública en relación a los ingresos publicitarios. Se tiene que tener en cuenta que la publicidad en Catalunya Ràdio y en TV3 desde 2006 hasta 2012 ha hecho un decrecimiento de más del 50% [ha pasado de 153 a 67 millones]. Como consecuencia de eso, los presupuestos públicos han bajado más de 100 millones de euros. Hay cuestiones que no se pueden abordar de más maneras, aunque el acuerdo al que han llegado los sindicatos y la dirección de hacer un ERE en razón de edad no es el deseable, porque nos quedamos sin un talento que es muy importante para la casa. Por otra parte, parece que el acuerdo palia el hecho que el ERE pudiera ser más duro.

Su antecesor, Manel Fuentes, dejó El matí de Catalunya Ràdio casi 100.000 oyentes por debajo del Món a Rac 1, que dirige Jordi Basté. ¿Es una obsesión conseguir el liderazgo de audiencia?El matí de Catalunya RàdioMón a Rac 1

Es una obsesión que un medio transversal comprometido con el rigor y el equilibrio sea el medio que escojan mayoritariamente los ciudadanos de este país para informarse. Como Catalunya Ràdio ofrece eso, su obsesión es que el máximo número de personas del país escoja la opción que consideramos más equilibrada, más rigurosa y comprometida con lo que está pasando. De nada serviría tener estos objetivos si el impacto de los medios públicos fuera minoritario. Un compañero de profesión decía que era igual que algo fuera residual mientras tuviera calidad. No estoy de acuerdo. Los medios públicos tienen la fuerza que tienen y tienen los recursos que tienen porque mantienen, a través de sus estructuras, un control de este equilibrio ideológico y de su transversalidad. Los ciudadanos se sienten cómodos sabiendo que estos medios respetan todas las ideologías y no son cautivos de los intereses particulares de ningún propietario ni de ningún partido.

¿Hace mucho tiempo que no se pone delante de un micrófono de radio?

Sí, muchos años.

¿Cree que será una experiencia muy diferente respecto a su paso por la televisión?

Y tanto. Es un medio mucho más rápido, mucho más fresco, aunque yo siempre he trabajado en directo en la televisión, nunca he trabajado con programas grabados. La manera cómo hacía La nit al dia [el informativo que la dio a conocer en TV3] tiene mucho que ver como se hace radio, sin prompters, ni muchas redes. Ahora bien, la radio quiere un ritmo que requiere un entrenamiento y seguramente, al principio, tendré la sensación que no le estoy dando ese ritmo. Pero las dificultades nos tienen que hacer crecer, no nos pueden atemorizar. El argumento de que no he hecho radio desde hace tiempo no vale. ¿Por este motivo no lo tengo que hacer? Es como uno persona que se presenta por primera vez a un cargo y acepta el reto. A todos nos pasa.

¿Habrá paralelismos entre El matí de Catalunya Radio y La nit al dia?El matí de Catalunya RadioLa nit al dia

No. Son dos programas completamente diferentes. El nivel de exigencia del oyente de la mañana y el de la noche es muy diferente. La manera cómo el oyente se pone por la mañana al volante del coche y escucha la radio es muy diferente. El oyente de la mañana quiere consumir aquello que necesita. Por la noche, la audiencia es capaz de asumir aquello que lo complementa. Son dos actitudes muy diferentes y se tienen que tener mucho en cuenta. Sería absurdo que pensara en La nit al dia.

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