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La Generalitat asumirá las exigencias de Amnistía Internacional sobre los presos en una eventual negociación con el Gobierno

El president Torra junto a la portavoz del Govern y los consellers Damià Calvet y Jordi Puigneró

Arturo Puente

Las peticiones que este martes ha hecho Amnistía Internacional (AI) respecto a los presos independentistas serán asumidas por el Govern como exigencias en una eventual mesa de negociación con el Gobierno central. Así lo ha explicado el conseller Damià Calvet, quien ha valorado el informe de la organización internacional como “muy importante”. “A mi me daría vergüenza estar hoy en la piel del Gobierno español, cuando una organización tan prestigiosa como AI hace este informe tan contundente”, ha asegurado Calvet.

“El informe de AI va a incorporarse al argumentario del Govern”, ha dicho Calvet, recordando que la organización referente en la defensa de los derechos humanos reclama en su informe la libertad de Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, y considera que la sentencia hace una interpretación “excesivamente amplia” del delito de sedición. El conseller ha destacado también que Amnistía pide que la Fiscalía tenga en cuenta los estándares internacionales a la hora de posicionarse sobre los recursos que quedan.

El Govern en cambio ha pasado de puntillas sobre el hecho de que la organización considere que se celebró un “juicio justo” o que no hable de presos políticos. “El Gobierno tiene opinión propia y cree que este es un juicio injusto y que la sentencia debía haber sido la absolución”, ha asegurado Calvet. “Leeremos con atención el resto del informe, para ver si en algunas de las opiniones del Govern hay introducir alguna modificación”, ha concedido sobre el hecho de que algunas posiciones de Amnistía choquen con las del independentismo.  

El conseller ha comparecido en rueda de prensa tras la reunión semanal del Govern, en la que desde el Ejecutivo catalán ha vuelto a hacer una llamada al Gobierno a “sentarse a la mesa de negociación” para “resolver el conflicto catalán”. Un diálogo que el Govern considera que debe iniciarse volviendo a la declaración de Pedralbes, además de que el Gobierno central reconozca la existencia de su posición y donde haya “garantías” de que se cumplirán los acuerdos.

La postura mostrada este martes por Damià Calvet en nombre del conjunto del Ejecutivo se ha acercado más a la que sostiene ERC que a la de su propio partido, JxCat, quien por nombre de su portavoz Laura Borràs considera que Pedralbes es insuficiente para moverles del 'no' a la investidura. El conseller ha reafirmado que la apuesta del Ejecutivo es por una negociación, para lo que “hace falta que se constituya un Gobierno que quiera sentarse en la mesa”, ha dicho. 

Con todo, Calvet ha comentado la intervención que este lunes pronunció en Barcelona la ministra de Economía en funciones, Nadia Calviño, con motivo del acto de la patronal Foment, para resaltar que no observa síntomas de distensión por parte de la Moncloa. Según ha dicho el conseller, a diferencia del resto de agentes, incluyendo la patronal, la ministra obvió cualquier referencia a la necesidad del diálogo o la negociación. “Hizo un discurso que podía haber hecho en cualquier punto de la geografía española, como si aquí no estuviese pasando nada”, ha indicado.

Para el portavoz del Govern lo urgente es abrir un diálogo tanto entre gobiernos como entre las fuerzas políticas. Algo a lo que ha querido contribuir anunciando que el president Quim Torra convocará para principios de diciembre una nueva reunión del llamado “espacio de diálogo”, es decir, la mesa de partidos catalanes que se reúne para buscar soluciones al conflicto sobre la independencia. Esta mesa, por tanto, se celebrará antes de la fecha prevista para el primer debate de investidura de Pedro Sánchez.

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