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La bronca en el constitucionalismo se encona por la negativa de Ciutadans a facilitar grupo parlamentario al PP

Arrimadas y Albiol se reunieron al final de la legislatura pasada para explorar una moción de censura

Arturo Puente

El bloque de la oposición catalana no ha empezado la legislatura en armonía interna. El crecimiento de Ciutadans a costa de los malos resultados del PP todavía pasa factura en la relación entre las dos formaciones, una bronca que lejos de solucionarse se ha enconado en los últimos días por la negativa de los de Inés Arrimadas a ceder un diputado al PP para que estos puedan obtener grupo.

Los diputados tienen hasta el próximo lunes 29 para constituir los grupos parlamentarios, requiriéndose al menos cinco miembros por grupo. Tanto al PP como a la CUP les falta uno que, de no ser prestado por otras formaciones les obligaría a integrarse en el Mixto, en el que a su vez cada formación puede constituirse en subgrupo. La CUP da por hecho que no conseguirá grupo esta legislatura, mientras que los de Xavier García Albiol no se dan por satisfechos y presionan a Ciutadans.

La bronca arreció este miércoles, cuando el portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando, calificó de “mezquindad” la negativa de Arrimadas. La líder catalana contraatacó este jueves con un tuit en el que aducía razones de ahorro público para no dar grupo a sus rivales:

Arrimadas se refería a que sin grupo el PP perdería los derechos que sólo estos disfrutan, como el cobro de la subvención directa de los gastos de 'mailing'. En el caso de la formación conservadora asciende a 800.000 euros, una elevada cifra que da cuenta del desproporcionado presupuesto con el que el PP encaró la campaña catalana.

Después de que Ciutadans se reafirmara en su posición contraria al préstamo de diputados, Xavier García Albiol ha cargado este jueves duramente contra la formación naranja, a quien ha acusado de “falta de patriotismo”. Los conservadorees no ocultan su enfado por una apelación al voto útil de Ciutadans que, según creen, ha perjudicado duramente al PP y no ha sido útil para arrebatar el Govern a los independentistas.

El PP asegura que la negativa de Ciutadans a facilitar la formación de su grupo daría al independentismo la mayoría de todas las comisiones. Con el reglamento en la mano, esta afirmación es dudosa. Es cierto que si PP y CUP acaban compartiendo grupo deberán repartirse la presencia en las comisiones, la mitad para cada uno, por lo que el independentismo tendría el control de al menos la mitad de las comisiones.

Pero también ocurre que la salida del PP del grupo Mixto dejaría a la CUP con representación en todas las comisiones, por lo que la pérdida para el independentismo sería mínima. Con o sin grupo del PP, el buen uso parlamentario recomendaría que las comisiones se hagan algo más numerosas que en la anterior legislatura, permitiendo que en proporción todas las candidaturas tengan al menos un representante.

Albiol carga contra Arrimadas

Según ha asegurado Albiol, Arrimadas ha “renunciado” a presentarse a la investidura pese a haber ganado las elecciones. “Ciutadans anunció en la anterior legislatura que quería hacer una moción de censura y ahora que han ganado las elecciones, renuncian a ser una alternativa”, ha considerado el jefe del PP catalán, que ha asegurado sentir “una cierta desolación” por no tener “un candidato constitucionalista que quiera enfrentarse a Puigdemont”.

La bronca entre ambas formaciones está servida, en un momento de arranque de legislatura en el que el constitucionalismo deseaba proyectarse como un bloque único. Tanto es así que, durante la primera sesión de legislatura, hubo dos gestos que rompieron la unidad de criterio de las tres formaciones. El primero, hecho por Miquel Iceta, en el momento que aseguró que a diferencia de C's y PP su formación sí estaba de acuerdo con una interpretación del reglamento que permitiese la delegación de voto para los diputados presos, de acuerdo con el auto del Supremo.

El segundo gesto, de menos peso político pero que ha dolido más en Ciutadans, fue el misterioso noveno voto en blanco, que reveló que algún diputado del bloque no deseaba que el candidato de la formación de Arrimadas llegara a la presidencia de la Mesa. El constitucionalismo encara la legislatura prometiendo dar guerra al independentismo pero, por el momento, la batalla que no acaban de cerrar es la interna.

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