Continúa la declaración de Mas. El expresident combina los alegatos de tipo político con los jurídicos para defender su absolución. Así, ha defendido que la suspensión del 9-N por parte del Constitucional no incluyó un aviso concreto sobre las consecuencias de desobedecer al tribunal, algo que su defensa considera que tendría que haberse dado para una eventual condena.
También ha defendido que la Generalitat “ya no tenía capacidad” para llevar a cabo la consulta después de la suspensión del TC, por lo que se cambió el formato del 9-N: de consulta se pasó a proceso participativo, en el que los voluntarios, y no la administración, fueron los protagonistas. “Fueron la pieza clave e imprescindible de la organización del 9-N”, ha afirmado Mas. “La administración colaboró en los días que pudo hacerlo [hasta la suspensión], pero no era responsable de la organización
del 9-N“, ha ahondado Mas.
En el plano político, Mas ha explicado que las fechas previas al 9-N intentó hablar con Mariano Rajoy sobre la consulta, incluso quitándole valor vinculante, pero que “no fue posible un acuerdo para pedir la opinión a los ciudadanos sin vinculación legal”.