El TSJ catalán insta a los jueces a suspender los desahucios “no urgentes” por el coronavirus
El coronavirus también ha impactado en el día a día de los juzgados. Mientras jueces y juezas buscan compaginar la lucha contra el virus el mantenimiento del derecho a la tutela judicial efectiva, el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) ha acordado un protocolo de actuaciones a seguir entre los jueces y juezas de la comunidad. Entre las medidas contempladas destaca el instar a los jueces a suspender los desahucios “no urgentes” para no exponer a la comitiva judicial y a los funcionarios al coronavirus.
El acuerdo de la comisión permanente de la Sala de Gobierno del TSJC al que ha tenido acceso eldiario.es, indica a todos los togados que suspendan todas las diligencias como desahucios, embargos o prácticas de pruebas en el exterior de los juzgados “que no sean urgentes”. Si hay que practicarlas, el TSJC pide que “se reduzca la comisión judicial al personal al mínimo imprescindible” y que se dote a la misma de “medidas sanitarias adecuadas”.
Según fuentes judiciales consultadas, los jueces de Reus y Granollers y lo de lo Mercantil de Barcelona ya han empezado a acordar la suspensión de juicios y declaraciones no urgentes los próximos 15 días. Los de lo Contencioso Administrativo de Barcelona han fijado el plazo de suspensión de asuntos no urgentes un mes. Este viernes se les sumarán probablemente los jueces de lo Social de la capital catalana. Los jueces de Barcelona se reunirán en Junta el lunes para decidir si suspenden las vistas no urgentes.
Respecto a la suspensión, el acuerdo del TSJC indica que cualquier decisión que implique suspender actuaciones o plazos judiciales, aunque su ejecución sea inmediata, deberá remitirse al alto tribunal catalán, que lo enviará al Consejo General del Poder Judicial para posterior validación. Lo mismo ocurre con el cierre de dependencias de los juzgados o la reducción del horario de audiencia pública.
El acuerdo del TSJC también fija las actuaciones judiciales que deberán asegurarse sí o sí. Se trata, entre otras, de los juzgados de guardia, los internamientos psíquicos urgentes, medidas de protección al menor o a las víctimas de violencia de género, actuaciones con detenidos o cualquier medida cautelar “urgente”.
Todo ello mientras los juzgados, en especial los de la Ciudad de la Justicia de Barcelona –que cada día recibe a unas 10.000 personas–, han vivido una jornada distinta y en el peor de los casos tensa. Algunos jueces han tenido que pedir que las personas con mucha tos abandonaran la sala de vistas. Y en algunos mostradores, como el que acompaña esta información, se han situado sillas de espera para medir la distancia preventiva de un metro para evitar el contagio.
Varios magistradas y magistrados consultados por este diario no se ahorraban críticas al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), el órgano de gobierno de los jueces, al que tildan de “inoperante” y acusan de dejarles en la estacada. El CGPJ evitó este miércoles no suspender todos los juicios y dejó esta responsabilidad en manos de cada uno de los jueces, lo que fue tildado de “irresponsable” por parte de todas las asociaciones judiciales.
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