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Procés Constituent ve en Podemos un aliado para conectar derecho a decidir y republicanismo

La monja Teresa Forcades invita a Podemos a formar parte de su plataforma política

Jordi Molina

Barcelona —

El proyecto político de Procés Constituent pasa por la radicalidad democrática. En este marco, el derecho a decidir de los catalanes es innegociable, pero debe ser sensible con otros procesos constituyentes. Como es el caso de las manifestaciones republicanas de una buena parte de la izquierda española, que ha visto en la abdicación del Rey Juan Carlos una buena oportunidad para cambiar el régimen monárquico surgido de la Transición. Para conectar las dos reivindicaciones, el movimiento que lideran la monja Teresa Forcades y el activista Arcadi Oliveres, vería con buenos ojos integrar a Podemos, la gran revelación de las europeas con más de 1,2 millones de votos, en la pluralidad de movimientos y familias políticas que representa Procés Constituent.

De hecho, esta mañana la monja benedictina Teresa Forcades ha hablado claro en TV3 sobre esta cuestión: “Sería deseable que Podemos entrara a formar parte de Procés Constituent”. La de esta mañana, sin embargo, no era la primera vez que Forcades manifestaba su sintonía con la formación de Pablo Iglesias. De hecho, el pasado mes de mayo, había participado en un acto de campaña de Podemos en Hospitalet, aunque Procés Constituent, como movimiento, no pidió explícitamente el voto para ninguna formación. Cabe decir, también, que en el caso de Podemos y Procés Constituent el flirteo ha sido cosa de dos. El líder de la formación revelación, Pablo Iglesias, ya había dicho sobre el movimiento que había sido “de los más inspiradores” a la hora de diseñar la estrategia de su partido.

Cabe decir que, aparte de Teresa, algunas personas del Procés Constituent a título individual han contribuido y trabajado conjuntamente con Podemos durante la campaña electoral en vistas al 25-M. Muchos de ellos próximos a la izquierda anticapitalista, cobijada parcialmente en Catalunya por Revolta Global. Como ha explicado Teresa, Podemos, como Procés Constituent, coinciden en el concepto de ruptura: “No se trata de poner parches a un sistema que ya no funciona, sino de cambiarlo”. Y es esta visión compartida sobre el fin de un ciclo la que les ha llevado a coincidir en actos, debates y charlas en las que se han ido reforzando los vínculos entre los dos procesos. El resultado electoral, sorprendente incluso para Forcades, confirma, según ha dicho, que las cosas empiezan a estar maduras para activar esta ruptura.

Con estas declaraciones, Forcades ha dibujado la posición del movimiento respecto a la conexión de dos temas fundamentales: el derecho a decidir, con el 9N en el horizonte, y las reivindicaciones republicanas a raíz de la abdicación del Rey Juan Carlos. Y lo ha resuelto en términos de solidaridad: “Los catalanes no podemos pedir solidaridad internacional y no ser solidarios con otros movimientos que expresen libertad”. Y es que para la monja, la abdicación del Rey supone “una gran oportunidad” para abrir un Procés Constituent en Catalunya y en el resto del Estado y “reconsiderar los marcos de convivencia”. Por ello, ha explicado, sería un error que los independentistas catalanes se desentiendan de las aspiraciones republicanas de una parte de la sociedad española.

La cruzada de Procés Constituent para tratar de tejer una amplia y plural candidatura unitaria de cara a las elecciones autonómicas de 2016, ha tenido, hasta ahora, etapas más y menos lucidas. Después de la llamada a ICV y la CUP para tejer una alianza de “ruptura” las respuestas han sido divergentes. Si desde las filas ecosocialistas se dejaron querer y la posición fue de apertura al diálogo; desde la CUP, en cambio, se criticó, con manifiesto incluido, que lanzaran la propuesta a través de los medios. De hecho, en toda la coincidencia programática entre el movimiento y la CUP, en varias ocasiones los segundos han tenido que matizar algunas informaciones difundidas por los primeros. Habrá que ver, por lo tanto, cómo este movimiento, extendido por todo el territorio catalán con más de un centenar de asambleas, es capaz de convencer a las diversas tonalidades de la izquierda alternativa y, si finalmente, consigue su ambicioso objetivo de irrumpir, desde abajo, en el escenario parlamentario catalán.

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