Sánchez Carreté vuelve a la Comisión Pujol, irrita los diputados e insiste en el secreto profesional
Joan Anton Sánchez Carreté, que asesora fiscalmente al ex-presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, y varios miembros de su familia, ha vuelto a comparecer en el Parlamento a la Comisión que investiga el fraude y la evasión fiscal y las prácticas de corrupción política pero ha dejado insatisfechos a los diputados que le han interpelado. Sánchez Carreté ya compareció con anterioridad en la Comisión pero en aquella ocasión se negó a responder y adoptó una actitud despectiva hacia los diputados, que reclamaron que volviera a la cámara con otra actitud.
Su actitud, hoy, ha sido más respetuosa con los parlamentarios pero en determinados momentos de su comparecencia se ha crispado, hasta el punto de que el presidente de la Comisión, David Fernández, ha suspendido momentáneamente su trabajo para explicarle las razones por las que se le había citado y las normas de funcionamiento a las que debía ajustarse. “Esto no es una tertulia o un debate político”, le ha recordado Fernández.
Los diputados querían saber detalles de sus tareas de asesoramiento fiscal a la familia Pujol, que desarrolla desde 1983, pero Sánchez Carreté se ha acogido al “secreto profesional y derecho de defensa” para no darlos. Las preguntas relacionadas con la familia Pujol han topado con este muro. Y también una pregunta directa del diputado de ICV, Marc Vidal, sobre si ha asesorado fiscalmente al actual presidente de la Generalidad o si conocía a su padre. Que no contestara con un NO a estas preguntas ha provocado sorpresa y suspicacias entre los diputados presentes.
La voluntad de Sánchez Carreté era leer cuatro artículos relacionados con dos sentencias en las que ha sufrido condenas personales, pero su lectura de estos textos se estaba haciendo muy lenta y ante las protestas de algunos diputados ha renunciado a terminarla. El diputado Marc Vidal ha bautizado como “hacer un Junior” la voluntad de agotar la paciencia de los parlamentarios con intervenciones largas que no aportan informaciones útiles. Sánchez Carreté ha aportado muy pocas. Quizá sólo se puede resaltar que sus relaciones con el ex-secretario de la Presidencia de la Generalitat, Lluís Prenafeta, no pasan por su mejor momento. “A este señor hace años que no lo saludo”, dijo.
Entre resoplido y resoplido, mirada al reloj o al móvil, ha abierto una vía a la esperanza: “Algún día escribiré un libro”.
En la sesión de hoy también ha comparecido Laura Cutillas, de la empresa Focio, que ha pedido infructuosamente que el encuentro fuera cerrado a los medios de comunicación. A Focio se la vincula con el pago de comisiones injustificadas al suegro de Jordi Pujol Ferrusola, Ramon Gironés, lo que ha negado Laura Cutillas. Sus explicaciones no han convencido a la mayoría de los diputados.
También estaba prevista la comparecencia del director general de la Policía Nacional, Ignacio Cosidó, del director del Centro Nacional de Inteligencia, Félix Sanz, y el comisario jefe de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal de la Policía Nacional, Manuel Vázquez. Los tres se han negado a hacerlo y el presidente de la Comisión, David Fernández, ha vuelto a convocarlos el próximo 5 de mayo. Ese día también se ha vuelto a pedir que comparezcan el Ministro de Economía, Cristóbal Montoro, el del Interior, Jorge Fernández Díaz, y el jefe del gabinete de presidencia del Gobierno, Jorge Moragas. Todo hace suponer que ninguno de ellos se sentará en los sillones de la sala donde la Comisión desarrolla su labor.
