Mi primer Sant Jordi (un repaso a los autores que se estrenan)
Que leer es una actividad que no se deja nunca de practicar lo demuestra cada año el día de Sant Jordi, cuando los libros salen a la calle y la calle se llena de gente que sale para comprar. Con o sin crisis, con o sin alegría, los libros no desaparecen, son el objeto que siempre está. De dentro sale lo que buscamos, pocas veces nos decepcionan, si sabemos elegir. Y con esta conexión segura que nos garantizan tiene mucho que ver el material de que están hechos: las palabras, materia prima de mundos creados y recreados, descritos y denunciados. La lectura nos proporciona la posibilidad de ensanchar la realidad cuando la realidad misma nos abruma.
Entre la multitud de autores que presentan novedad este Sant Jordi queremos destacar algunos que tendrán impreso su nombre por primera vez en la portada de un libro. Que a un escritor le editen un libro por primera vez sin nada que le avale es muy difícil pero no imposible. A veces, los premios literarios son el trampolín de autores que no han publicado nunca antes. Es el caso del periodista Genís Sinca, el premio Josep Pla de este año, que ha sido galardonado por Una família exemplar (Destino). Una tragicomedia en la que Sinca hace un retrato satírico de hasta dónde puede llegar la ambición desmedida de una familia de trepadores sociales.
Otro premio con pedigrí es el Documenta, que en la última edición se llevó el también periodista Albert Forns. Albert Serra (la novel.la, no el cineasta) (Empúries), título de la primera novela de Forns –que también es el autor del poemario Ultracolors (Alabatre) –, ya apunta una historia atípica que toma como punto de partida la figura del también atípico cineasta Albert Serra, director de piezas excepcionales como Honor de cavalleria (2006) y Els tres porquets (2013). En un ejercicio metaliterario y lleno de humor, el alter ego de Albert Forns quiere convertirse en el cineasta y consigue visitar el rodaje de su próxima película, Historia de mi muerte. El autor hace una reflexión sobre varios aspectos del arte contemporáneo mezclando géneros como la autoficción, el periodismo y el ensayo.
Y otra debutante en el campo de la novela es Mar Bosch, ganadora del premio de narrativa Just M. Casero con Bedlam. Darrere les hores càlides (Empúries). Una novela que tiene “un aire naïf e infantil, pero también siniestro y bestia de cómo se tratan las verdades”, según la autora, y que evoca como referencia literaria la obra de Calders pero también se reconoce influenciada por Peter Pan y el Principito. Bedlam es “una especie de refugio extraño, algo onírico”, donde se refleja “el absurdo que hay adyacente en las decisiones personales y colectivas, pero que después la vida normaliza”.
Las microeditoriales, una marca de calidad
Más allá de los premios literarios como puerta de entrada al circuito editorial, también está la apuesta que hacen las editoriales por valores emergentes. En este sentido, un filtro que hay que tener muy en cuenta son las microeditorials, que se caracterizan por tener buen ojo a la hora de elegir un libro para publicar. Este último año han salido tres proyectos con títulos muy interesantes: Raig Verd, Edicions del Periscopi y Males Herbes, que se añaden a LaBreu, Club Editor, Adesiara, Ela Geminada, El Gall y Llibres del Segle. Estas pequeñas empresas que nacen del amor por la literatura y los libros suelen hilar muy fino a la hora de sacar un libro. Si su proyecto es arriesgado, con los títulos no se la juegan. El poco volumen de libros editados que se pueden permitir no les da margen para el error. De este modo, su sello editorial acaba convirtiéndose en una apuesta segura a la hora de adquirir uno de sus títulos.
Tanto Raig Verd, como Edicions del Periscopi y Males Herbes han hecho debutar autores que hasta ahora no habían publicado. Es el caso de Víctor Sabaté con El jove Nathaniel Hathorne (Raig Verd), que por medio de un juego de espejos metaliterario habla de las frustraciones y dificultades de quienes intentan adentrarse en el mundo de la literatura, a la vez que reflexiona sobre las influencias, la inspiración y el plagio literario.
Por su parte, Ediciones del Periscopio ha hecho una doble apuesta de escritores catalanes que no habían publicado nunca: Manuel de la Rosa, con Cada color d’un riu, que explica cómo las emociones, por muy dolorosas que sean, también pueden ser dinámicas y ayudar a salir del agujero. Y Tuli Márquez, que trata de la amistad, la familia, el éxito y la lealtad a L’endemà, una historia donde la protagonista es la música.
Y, por último, cabe destacar la novela del debutante Jordi Sanglas publicada por Males Herbes. 100.000 candelas es una obra de una introspección radical pero al mismo tiempo muy digerible edificada con un ritmo poético que no deja de tener los pies en el suelo. El protagonista vive un momento de cambios personales en los que jugar con las frágiles piezas que no encajan se convierte en una operación de cirugía emocional extremadamente delicada.