Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
La izquierda presiona para que Pedro Sánchez no dimita
Illa ganaría con holgura y el independentismo perdería la mayoría absoluta
Opinión - Sánchez no puede más, nosotros tampoco. Por Pedro Almodóvar

El Constitucional decide que la libertad de expresión no ampara las protestas que perturben una ceremonia religiosa

El TC dice que perturbar una ceremonia religiosa no es libertad de expresión

EFE

Madrid —

1

El Tribunal Constitucional (TC) ha sentenciado que irrumpir a gritos y “perturbar” una ceremonia religiosa no es una actuación amparada por la libertad de expresión y, por lo tanto, es constitutiva de delito. Se trata de la segunda sentencia de esta semana en la que el tribunal de garantías ha abordado los límites de la libertad de expresión. Ya lo hizo el pasado martes cuando estableció que los ultrajes a la bandera de España tampoco están amparados por este derecho.

Entonces examinaba el caso de un hombre que instó a quemar la bandera de España en una concentración y ahora lo hace en el de otro activista que interrumpió a gritos y “arrojando pasquines” en una misa en la parroquia de Sant Pere de Banyoles (Girona). Una actitud que no está amparada por la libertad de expresión, según el pleno del tribunal, que ha acordado este jueves desestimar el recurso del recurrente, según ha informado el TC.

La sentencia, que se notificará en los próximos días, ha contado con los votos particulares de los magistrados progresistas Juan Antonio Xiol, Cándido Conde-Pumpido y María Luisa Balaguer, que no han estado de acuerdo con la decisión del resto del pleno.

El pleno, que ha tenido en cuenta la doctrina del Tribunal Europeo de Derechos Humanos y del propio TC, ha estudiado el caso de un activista irrumpió en la ceremonia religiosa, que tuvo que ser interrumpida unos minutos, gritando la consigna “aborto libre y gratuito”, al tiempo que exhibía en la zona del altar una pancarta en la que sea leía “fuera rosarios de nuestros ovarios”.

Fue condenado a seis meses de prisión por un delito contra los sentimientos religiosos por la Audiencia de Girona, una decisión que avaló el Tribunal Supremo. El recurrente acudió al Tribunal Constitucional al considerar que se había vulnerado sus derechos a la libertad de expresión, a la libertad ideológica y a la libertad de reunión, y al principio de legalidad penal, pero los magistrados han acordado desestimar su recurso.

Etiquetas
stats