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Este blog se dedicará a hablar de uno de los fenómenos más incipientes de la actualidad: el mundo seriéfilo. Recomendará, analizará y traerá curiosidades de series de televisión estadounidenses, británicas, europeas y de otros países del mundo.

 

‘La Casa de las Miniaturas’: secretos y mentiras en el exquisito Ámsterdam del siglo XVII

Foto: loslunesseriefilos.com

Mario Cerdeño

Esta semana desembarco en las islas británicas para escribir sobre la miniserie ‘The Miniaturist’ (‘La Casa de las Miniaturas’), una producción de época de dos capítulos, de noventa minutos cada uno, que se convierte en un pequeño bocado delicioso; dejando patente la gran habilidad de los británicos para recrear este tipo de ficciones. En España se estrenará el próximo 13 de febrero a la plataforma Filmin.

Basada en las páginas de la novela homónima de la galardonada autora británica Jessie Burton, se emitió a finales de diciembre en la cadena BBC. Con una fuerza visual extraordinaria cuenta en la dirección con el director español Guillem Morales, conocido por la película ‘Los ojos de Julia’ y también por dirigir algún que otro capítulo de la serie ‘Inside No. 9’. ‘The Miniaturist’ tiene como protagonistas a una estrella emergente como Anya Taylor-Joy (‘La Bruja’, ‘Múltiple’ o ‘El secreto de Marrowbone’), y a la gran Romola Garai (‘The Hour’ o ‘The Crimson Petal and the White’), que forman un tándem fantástico merecedor de cada minuto que paséis de vuestro tiempo delante de esta miniserie.

La historia de ‘La Casa de las Miniaturas’ se instala en el Ámsterdam del siglo XVII, en una época donde la ciudad se encontraba en pleno esplendor y apogeo debido a todo el comercio que entraba y salida de su puerto. Nella Oortman (Anya Taylor-Joy), huérfana de padre y acuciada por las deudas, llega a la ciudad con miedo pero con muchas ilusiones de una nueva y mejor vida, para casarse y mudarse con Johannes Brandt (Alex Hassell), un afamado y rico mercader. La joven pronto se dará cuenta de la falta de afecto de su marido. Pero este último, para contentarla, le regala un misterioso regalo: una casa de miniatura que tiene la “habilidad” de ir desvelando los secretos que oculta la mansión del comerciante.

En una producción tan cuidada al milímetro, ‘The Miniaturist’ juega a la perfección no solo con las tensiones y secretos familiares, sino también con los claroscuros de lo que se considera como el Siglo de Oro de la ciudad de Ámsterdam. La jovencísima Petronella poco a poco se irá dando cuenta de que no es oro todo lo que reluce en esa “idílica” familia burguesa. La disrupción llegará con esa casa de miniatura que irá sacando a la luz de una manera misteriosa y “mágica” todas las miserias de Johannes, su hermana Marin (Romola Garai) y criados.

La vida diaria de Johannes y su hermana Marin está fuertemente vinculada con la doctrina calvinista que se adapta a la práctica política y social de la época. Una moral y ética férrea que abarca todos los comportamientos y ámbitos de la familia y de la sociedad del Ámsterdam del siglo XVII. Nella descubrirá que en esa mansión hay un ambiente enrarecido y lleno de terribles secretos que prometen poner en el disparadero a los Brandt.

El elemento desestabilizador y motor narrativo de ‘The Miniaturist’ es esa casa de miniatura que recibe Nella como regalo de bodas. Vacía de figuras y elementos lo que son inocentes pedidos al miniaturista local se convierten en misteriosas entregas de piezas y muñecos que dejan entrever oscuros secretos de todos los elementos de la mansión. La clave es que el espectador lo vive todo con la misma intensidad y estupor que Petronella; aunque la audiencia tiene la ventaja de tener delante de sus ojos todo lo necesario -aunque no lo parezca-, para descifrar la “clarividencia” de la casita de miniaturas.

Lo mejor de ‘La Casa de las Miniaturas’ está en la extraordinaria puesta en escena de cada plano y secuencia. El poder de sus imágenes recuerda a otra magnífica serie británica, ‘Wolf Hall’. La virtuosidad compositiva se mezcla con una recreación, ambientación y atmósfera que ayuda al espectador a entrar en la historia. Una estética preciosista que pone todos los elementos necesarios para ayudar al espectador a desentrañar el misterio de la “mágica” casa de miniatura.

Sin embargo, hay dos estrellas que ponen luminosidad a este turbulento relato de confesiones, secretos, celos y religión: Anya Taylor-Joy, que ya empieza a destacar como una de las mejores actrices de su generación, realiza una extraordinaria actuación; y Romola Garai, la consagrada actriz, da un contrapunto muy interesante y perfecto a Anya. Ellas son el alma de ‘The Miniaturist’.

Si se le puede poner “peros” a ‘La Casa de las Miniaturas’ es que quizás el espectador pueda llegar a sentir que el final es algo precipitado; y, además, la sensación de que el relato no termina de dilucidar del todo el por qué sabía el miniaturista todos los secretos de la familia. La solución: todo está en las imágenes.

‘La Casa de las Miniaturas’ es una fantástica opción seriéfila que podréis ver en España a partir del día 13 de febrero a través de Filmin.

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