Tres científicos encerrados en un laboratorio desafían las leyes de la naturaleza tratando de devolver la vida a cadáveres. La atmósfera resulta inquietante, de terror clásico, pero al espectador le espera una sucesión frenética de gags. La Dependent rompe con 27 años de trayectoria con un proyecto radicalmente diferente. Si la veterana compañía de Alcoi se ha caracterizado por ejecutar propuestas textuales de dramaturgia contemporánea valenciana y en valenciano, con este montaje abren una nueva línea de trabajo, y se sirven del teatro visual y gestual como hilo conductor. Esta apuesta lleva por título Rèquiem y este mes de noviembre inicia su gira.
“Prácticamente desde sus inicios, la humanidad ha buscado la forma de vencer la muerte, no solamente de evitarla, sino de ir más allá, revertirla y devolver la vida a quien ya no la tiene. Esta es una historia terrorífica, espeluznante y sobrecogedora, pero sobre todo, llena de humor”, avanza el director de la pieza, Amador Artiga.
Rèquiem partió del trabajo de improvisación del trío protagonista, Merce Tienda, Rubén Mira y Jonatan García. Se trata de un espectáculo visual en el que la palabra cede su sitio a la acción. El discurso se transmite a través de gestos, miradas e imágenes, no porque la palabra esté prohibida, sino porque se buscan las herramientas para que no sea necesaria.
La obra fue acogida con muy buenas críticas a su paso por el MIM de Sueca y la Mostra de Teatre de Alcoi, y ahora, tras presentarse en ambos festivales, inicia su gira. Del 10 al 13 de noviembre se instala en el Teatro Rialto de Valencia, y el 19 de noviembre visita el Centre Cultural Mario Monreal de Sagunto.
A los espectadores les aguardan 60 ágiles minutos de representación donde los actores abren y cierran puertas, corren, chinchan, brincan y matan a un ritmo vertiginoso. Las descargas eléctricas y los relámpagos se suceden en un habitáculo de azulejos blancos surtido de probetas que borbotean, murciélagos y miembros apuntados.
“Aquello que nos aferra a la vida es lo que nos hace luchar contra la muerte. Tal vez, sea eso lo que impulsa a los tres científicos a experimentar cosas nunca vistas y aparentemente insólitas sin saber muy bien las consecuencias, la utopía de vencer a la muerte”, concluye Artiga.
La desenfrenada acción tiene lugar en un escenario que remite a la estética de los laboratorios donde se realizaban pruebas en la primera mitad del siglo XX, una época en la que la gente observaba atónita cómo los órganos podían ser trasplantados. La experimentación en esta comedia macabra va evolucionando hacia situaciones delirantes que hallan referentes en clásicos del cine mudo, como Abbot y Costello, Harold Lloyd y Laurel y Hardy, como también en el expresionismo alemán y en el trabajo de teatro visual del francés Philippe Genty, renovador de la escena cuyos oníricos trabajos se surten de juegos de sombras, de luces, danza, mimo, música y marionetas de todos los tamaños.
“Obviamente, si hablamos del hombre enfrentándose a las leyes de la naturaleza, no podemos dejar de lado el referente por excelencia, presente en el imaginario colectivo, Frankenstein de Mary Shelley y todos los que siguieron su camino. Los asumimos, los filtramos en las improvisaciones y los pasamos por el prisma del humor, para de esta manera dar vida a nuestra propia criatura”, resume el director del montaje.
Discípulo de Genty
El valenciano Amador Artiga es director de la compañía Chantier des Images en Francia y codirige la valenciana Imaginaria Teatro. En 2009, un curso en el Instituto Internacional de la Marioneta impartido por Philippe Genty y Mary Underwood en Charleville-Mézières dio un vuelco a su carrera. Aquella experiencia le supuso conocer en persona a la gran figura del teatro contemporáneo. Ese mismo año se integraba en la compañía de Genty, con la que ya ha participado como actor y manipulador en las giras internacionales de los espectáculos’Voyageurs Immobiles’ ‘La llamada del mar’ y ‘Dustpan Odissey’, así como en ‘Ne m’oublie pas’ y ‘La pelle du large’, donde realizó labores de asistente de dirección.
En paralelo ha dirigido sus propios montajes y colaborado con la compañía franco-noruega Plexus Polar, la hispano-australiana Corazón de vaca y las valencianas Carme Teatre, Teatro de Los Manantiales y Lluerna Teatre. En 2006 trabajó con La Dependent como regidor en la producción Una de Quatre Formatges y para 2018 tiene previsto un segundo trabajo como director en el que se ahondará en la nueva línea creativa de la compañía de Alcoi.