La galería Luis Adelantado Valencia acoge la exposición colectiva A Certain State of Mind en la que se dan cita una serie de artistas contemporáneos que invitan a reflexionar en torno a la idea de percepción y las múltiples lecturas que la alteración de la misma puede ofrecer. Este co-comisariado entre Solene Guillier y Olga Adelantado, consigue reunir a artistas con una trayectoria internacional a destacar. Esta trampa visual se conceptualiza desde la visión de los siguientes artistas: Ting-Ting Cheng, Ryan Gander, Mark Geffriaud, Rubén Guerrero, Roman Ondák y el recién incorporado a la galería valenciana Yann Sérandour.
En la exposición se muestran piezas en distintos soportes: instalación, fotografía, luz e ironía. Bien cierto es que, en las dosis adecuadas, la ironía forma parte de la percepción, de sus matices y de las ideas complejas y cotidianas a la vez que se materializan en los trabajos conceptuales. Encontramos una cierta transgresión serena, unos límites desdibujados que se completan con la mirada del espectador.
Podremos ver los trabajos más recientes de la taiwanesa Ting -Ting Cheng, artista de la galería desde 2013. Su serie de fotografías You See What I See nos invita a reflexionar en torno al control de la información. La sutileza no esconde la realidad, el poder de la palabra para dirigir nuestras ideas y, por ende, nuestra actitud.
Su trabajo entronca con la propuesta del consolidado artista francés Mark Geffriaud, quien plantea un material editorial que, a su vez, nunca fue concebido para su distribución. Una edición que se convierte en el objeto de arte soñado por el artista.
Con un trabajo de una gran meticulosidad que le acerca en cierta medida a una labor historiográfica, se encuentra Yann Sérandour. Su trabajo para la muestra interpela y nos devuelve un reflejo cuyos límites son indefinidos. Su instalación Untitled entronca con un ensayo en torno al artista conceptual Daniel Buren.
En una especie de trampantojo que apela a nuestro intelecto, la instalación del artista eslovaco Roman Ondák genera una conversación ficticia con la directora de la galería, en una pieza única. Ligado a esta irónica idea de trampa visual, se muestra el trabajo del conocido artista Ryan Gander por primera vez en Valencia. Su proceso de experimentación artístico busca recomponer el espacio a partir de materiales dislocados (un globo de fibra de vidrio suspendido, lámparas diseñadas con objetos cotidianos, una caja de alquimia...).
En esa línea, el artista de la galería Rubén Guerrero avanza en su investigación en torno a los límites de la pintura en el s. XXI, y presenta tres lienzos en los que reivindica el gesto de lo efímero como parte de la pintura.