El PP reniega de Zaplana, mientras Ciudadanos desmiente un acercamiento a su formación
- Las formaciones del Botánico consideran que con la detención de Zaplana se cierra el círculo de la corrupción y esperan que este caso desvele las incógnitas de la trama Gürtel
Menos nerviosismo del esperado este miércoles en los pasillos de las Corts. La detención del exministro y expresidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, provocaba una pequeña sacudida en la Comunitat Valenciana y un espasmo en Madrid. Cada vez quedan menos ministros del Gobierno de Aznar sin cuentas pendientes con la justicia y sólo un expresidente valenciano del PP que aún conserva su condición de Molt Honorable.
Después de ver los nombres de José Luis Olivas y Francisco Camps tantas veces en las crónicas de tribunales, en fotografías junto a la Guardia Civil, en paseos al juzgado y de escuchar los nombres de decenas de líderes como Alfonso Rus o Carlos Fabra en conversaciones grabadas por la policía, la detención de Eduardo Zaplana, el presidente de las mayorías absolutas y de los grandes proyectos como Terra Mítica, ha pasado sin demasiada sorpresa.
El PP tardó unas horas en renegar del expresident y abrirle un expediente informativo, en Génova lo fulminaron con una suspensión de militancia la misma tarde y este miércoles era en los pasillos un señor que ya no tenía nada que ver con el PP. La presidenta de los populares valencianos, Isabel Bonig, ha dedicado apenas un par de minutos a hablar de Zaplana, apelando a la presunción de inocencia y considerando que “esto demuestra que el Estado de Derecho funciona y la justicia actúa”. Desde 2008, ha dicho, Zaplana estaba fuera de la política.
Quizá lo que dejó fue el partido, ya que otros populares apuntan que el expresident ha ido manteniendo contacto con Ciudadanos, haciendo de relaciones públicas con Albert Rivera y recomendando a diputados como Emigdio Tormo, de la rama ripollista del PP, suspendido de militancia por el partido. Estos populares recuerdan que José Ciscar no fue presidente de la Diputación de Alicante por ser de esta rama y por el voto del tránsfuga de Ciudadanos.
La síndica de la formación naranja niega estos contactos. “Ni ha estado, ni está, ni estará en Ciudadanos”, ha manifestado Mari Carmen Sánchez, que considera que es al PP quien hay que pedir explicaciones, ya que el martes “sólo veíamos la punta del iceberg”.
Para los partidos del Botánico, la operación Erial demuestra que con Zaplana empezó todo. “Comenzaron las mordidas, los grandes eventos... es hora de quitarse este lastre”, ha dicho Antonio Estañ, líder de Podem, que ha recordado que Pedro Agramunt, antecesor de Zaplana en el PPCV, “se refugia en el Senado”.
El portavoz del PSPV, Manolo Mata, ha alabado la labor periodística y de los diputados que hace dos décadas denunciaban la política de grandes eventos del expresident. Ahora queda ver “Quien quemó los solares de Terra Mítica y quién se benefició” de las contrataciones, sacando a relucir un informe que cifra en 5.500 millones de euros los perdidos por los “pufos” del PP. Para Mireia Mollà, diputada de Compromís, “con Zaplana llegó la poca vergüenza a la política valenciana” y las incógnitas de la Gurtel empezarán a resolverse. Falta ver, ha apuntaron, “a cambio de qué”.