La guerra del agua se reaviva con los cambios de los gobiernos autonómicos
El anuncio de que el gobierno socialista de Castilla-La Mancha recurrirá los 20 hectómetros cúbicos del trasvase Tajo-Segura aprobado por el gobierno de Mariano Rajoy, ha hecho que el PP valenciano desempolve el hacha de guerra contra los socialistas con la guerra del agua.
El gobierno manchego ha recurrido el trasavase quejándose de que se está vaciando de agua a los embalses de la comunidad porque se roza el límite no trasvasable. Y así ha obtenido la respuesta del PP valenciano de boca de su nueva presidenta, Isabel Bonig, quien ha instado al Presidente de la Generalitat, Ximo Puig, a “que defienda los intereses de los regantes alicantinos que esperan impacientes el trasvase Tajo-Segura”.
De este modo la líder 'popular' ha exigido a Puig que “deje a un lado el partidismo” para defender “a este sector tan importante para la economía valenciana y que tiene unas necesidades hidrológicas”. Con este rechazo al “partidismo” de Bonig ha añadido que “una vez más cuando los socialistas llegan al poder se produce un enfrentamiento entre territorios por el tema hídrico”, recordando que “ya lo vimos cuando los socialistas derogaron el trasvase del Ebro y pusieron las famosas desaladoras que no han servido para nada por el precio inasumible para ayuntamientos y ciudadanos”.
Para el PP la política hídrica de trasvases “es la forma más solidaria y eficiente de actuar. Es lógico llevar agua de donde sobra a donde falta. Vamos a estar muy atentos a cómo actúa Puig ante este tema porque su obligación es defender los intereses de todos los valencianos” ha concluido Bonig.
