Elegir un aspirador de escoba: qué tener en cuenta para que sea una compra eficiente

Aspirador

Jordi Sabaté

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Que los aspiradores de escoba están de moda es algo fácil de comprobar, simplemente introduciendo las palabras “aspirador” y “escoba” en Google y observando la larga lista de resultados que nos ofrece con comparativas y anuncios de las distintas marcas y sus modelos.

Sin duda es un producto revolucionario que tuvo su primer triunfo en Asia, donde las casas son pequeñas y muy húmedas y se hace necesario un aparato para hacer una limpieza diaria con comodidad, cosa que en muchas familias no se pueden permitir.

Ahora los aspiradores de escoba triunfan en Europa entre todo tipo de públicos, si bien hace casi 20 años que salieron en el mercado continental. La razones pueden ser varias, desde una concepción del producto como un objeto de deseo, de moda, hasta las decisiones de quienes se basan realmente en sus posibilidades de rentabilidad y ahorro.

Pero nos sintamos ubicados en uno u otro grupo, debemos saber que la decisión de compra de uno de estos aparatos no es cuestión baladí, ya que en ellos la correlación entre la calidad y el precio deja poco margen: a mayor calidad, mayor precio, aunque en el mercado cada vez se encuentran más alternativas competitivas en este aspecto.

Para entender un poco por qué no habían triunfado hasta ahora este tipo de aspiradoras, conviene saber que los primeros modelos exhibían una baja autonomía de sus baterías y una potencia bastante escasa, sobre todo porque no estaban concebidas en un modelo de aspirado por separación ciclónica.

Hoy las tornas han cambiado con la optimización de materiales, de las baterías de litio y de la tecnología ciclónica, que permite gran potencia de aspirado sin necesidad de un motor de gran volumen y peso.

De este modo, y con su base de consumo en Asia, han conquistado los mercados occidentales merced a su facilidad de manejo, a su volumen magro, que permite guardarlas en cualquier espacio y, sobre todo, a la ausencia de cables. Precisamente, el librarse de una fuente de alimentación fija es lo que las ha hecho tan disruptivas como puedan serlo los robots de limpieza.

De todas maneras, la elección de un aspirador de escoba sin cable puede tener fines muy diferentes. Puede haber personas que lo quieran como un electrodoméstico complementario al aspirador convencional, más centrado en superficies altas o en rincones difíciles.

Pero también habrá consumidores y consumidoras que lo pensarán como un sustituto eficaz de los clásicos aspiradores de trineo, con mayor potencia pero siempre vinculados al cable y con un motor grande y pesado que hay que ir arrastrando.

La primera premisa a tener en cuenta es que esta dualidad de finalidades determinará en buena medida el precio. Por mucho que pueda haber en el mercado modelos de calidad y precio competitivos, en el rango de precios bajos nuestro aspirador de escoba será principalmente un complemento a un aspirado más profundo.

Y si queremos buscar un sustituto eficaz a un aspirador de trineo, con gran potencia y sin el problema de la autonomía, situaremos nuestro gasto por encima de los 500 euros o incluso de los 800.

Eso sí, si estamos dispuestos a hacer la limpieza del hogar nosotros sin ningún tipo de ayuda, sin duda, ahorraremos tiempo, energías y dinero a la larga, por no tener que recurrir a profesionales de limpieza.

Cosas a tener en cuenta para elegir tu aspirador de escoba ideal

1. La autonomía

Ha mejorado muchísimo en la última década y los modelos más punteros alcanzan los 30 minutos en modo máxima potencia, pudiendo extenderse a los 45 en potencia media.

Pero también hay en el mercado modelos que no pasan de los cinco minutos a máxima potencia, requiriendo carga casi inmediata. Es preceptivo, pues, preguntar al vendedor antes que nada por el rango de autonomías a máxima potencia de los modelos que nos ofrezcan.

Debemos tener en cuenta que en caso de que nos encontremos con alfombras o superficies con moqueta, necesitaremos la máxima potencia y también en partículas, que son más grandes que el polvo.

De nada nos sirve un aparato que nos va a durar cinco minutos para limpiar rincones difíciles, y menos si lo queremos como sustituto principal del aspirador de trineo.

2. La potencia

Dicho lo anterior, conviene asegurarnos de que no nos dan gato por liebre, es decir, autonomía a cambio de potencia baja. Tampoco nos sirve un modelo que dure un buen rato aspirando si no es capaz de trabajar bien sobre alfombras o sofás, o de aspirar moquetas. Asegurémonos de que la potencia expuesta es suficiente para estos fines.

A tal fin, la tecnología que mejor rendimiento muestra es la de separación ciclónica, donde se consigue hacer el vacío con un tambor que rueda sobre un eje vertical, forzando al aire a generar una especie de ciclón succionador. Su principal ventaja es que ofrece potencia sin necesidad de aumentar el volumen y el peso del motor.

Hoy en día, la mayoría de los modelos que se venden incorporan un motor ciclónico, pero aún hay algunos modelos que presentan un motor de succión clásico, lo que comporta o bien mayor peso o bien menor autonomía, aunque mayor potencia. La apuesta lógica debe ser por el motor ciclónico.

3. La facilidad para limpiar los filtros

El siguiente aspecto en el que tenemos que fijarnos son los filtros. En estos modelos, sobre todo si no usan bolsas de papel, son el primer frente que detiene la suciedad.

Suelen ser filtros HEPA no muy gruesos, para evitar restar potencia de succión. Deben poder extraerse con facilidad para lavarse sin problemas y secarse, de modo que queden limpios. Tienen que poder volver a colocarse y si llega un momento en que pierden su eficiencia, debe haber recambios en el mercado disponibles.

4. El peso

Una vez verificados los tres primeros factores en nuestro favor, llega el problema práctico: el peso. No hay uno más adecuado, porque cada persona tiene una fuerza diferente, pero una buena escoba sin cables debe ser ligera y manejable para evitar que nos canse o nos fuerce a lesiones.

Hay que tener en cuenta que estamos hablando de aspiradores que serán movidos en su conjunto e igual los usamos para aspirar telarañas del techo. Un peso óptimo es aquel que se mueve por debajo de los tres kilos.

Ahora bien, no nos engañemos: a mayor autonomía y mayor potencia, es decir a modelos más profesionales y capaces de ser convertirse en el principal aspirador de la casa, más peso tendrá el aparato; incluso en determinados modelos que pueden llegar a un peso bastante limitante para una persona que no sea especialmente fuerte.

5. La solidez

El peso vendrá determinado por los materiales utilizados, siendo el plástico el más común y ventajoso. Pero el conjunto debe mostrar solidez en un uso cotidiano que implique golpes o acople de piezas, sin que haya roturas.

En 2018 la prestigiosa revista Consumer Reports retiró su recomendación a los aspiradores de escoba de la marca Dyson porque a pesar de ser los mejores con diferencia en otros factores, eran los primeros en presentar roturas. Un aspirador no es un juguete y debe estar pensado para durar.

6. La versatilidad de sus complementos

Lo interesante es que sirva tanto de aspirador escoba o de altos como de aspirador de mano para rincones, para la cocina o el mantel; o para el pelo del perro o el gato en el sofá, el coche, etc.

Para ello, debe ser muy versátil y modular, a base de distintos complementos que se ensamblen y se desmonten con facilidad. No nos conformemos con un modelo que solo puede funcionar de palo succionador.

7. Los sistemas de anclaje

Es muy importante que el electrodoméstico disponga de algún sistema de anclaje en paredes o suelo, de modo que se acomode estéticamente y no sea un estorbo o tenga riesgo de caer al suelo. Además, este sistema de anclaje debe incorporar la clavija de carga del aparato para que mientras esté reposando se cargue.

Los modelos más altos de gama incorporan un tótem sobre el que situar el aspirador, pero la subida de precio que implica puede no merecer la pena. También hay que saber que el sistema de anclaje puede implicar tener que hacer agujeros con el taladro.

8. La rapidez de carga

Normalmente, cuando se descargan, tienen una carga lenta. El motivo es que como en todas las baterías de litio, el calor les acorta su vida; ergo conviene que se carguen sin calentarse.

Pero las tecnologías avanzan y hay baterías que se cargan con más prestancia sin calentarse y permiten que el aspirador esté nuevamente dispuesto con mayor prontitud.

9. Si cuenta con recambios de batería

No todos los fabricantes disponen de modelos con baterías de intercambio, pero si damos con un modelo que las tiene, sin duda es un punto a favor siempre que se cumplan el resto de factores. No es un objeto ni limitante ni fundamental, pero es una comodidad añadida a tener en cuenta.

10. El precio

En este campo ocurre que no solo a mejores prestaciones, mayor es el precio. Además, la diferencia de precio entre los modelos a tener en cuenta y los que no merecen la pena es abismal. En realidad, por debajo de los 300 euros difícilmente encontraremos modelos competentes y los mejores se sitúan entre los 400 y los 600 euros.

De nuevo aquí lo que pesa es el uso que le queramos dar al aparato: si es aspirador principal deberemos pagar más; si es complementario, podemos conformarnos con algún modelo de menor precio pero que nos puede facilitar un buen uso.

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