Autonomous Ready: así es el sistema de la DGT para reducir los accidentes de tráfico

Uno de los accidentes ha ocurrudo en Monterde de Albarracín

Cristian Vázquez

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El futuro del tráfico está en los coches autónomos. Así lo indican todas las previsiones de la industria, que avanzan en un camino en cuyo final hay vehículos inteligentes a los cuales uno podrá subirse, indicarles el destino deseado y luego simplemente dejarse llevar hasta allí.

De momento, sin embargo, falta bastante para eso. Los nuevos modelos van incorporando, poco a poco, distintos recursos tecnológicos que ayudan a la conducción. Pero toda la responsabilidad del manejo y la circulación sigue recayendo sobre la persona al volante.

Como los seres humanos cometemos errores, los incidentes viales (aunque su número haya caído con el correr de los años, a causa de las campañas de concienciación y prevención y las multas por las infracciones) son inevitables. Y, a menudo, las peores consecuencias no las sufren los conductores de los coches.

La mitad de las personas que mueren en accidentes de tráfico son usuarios vulnerables: peatones, ciclistas, motoristas o usuarios de vehículos de movilidad personal. Así lo informa la Dirección General de Tráfico (DGT) al referirse a la siniestralidad de 2020, último año del que existen datos completos. Ese año murieron en accidentes 1.370 personas (una cifra especialmente baja, porque fue el primer año de la pandemia).

Si se excluyen las carreteras y se considera solo lo que sucede en la ciudad, la situación de los usuarios vulnerables es bastante peor: constituyen el 80% del total de víctimas fatales. La mayoría peatones y motoristas. Además, en el caso de los peatones, dos de cada tres fallecidos son adultos mayores (65 años o más).

Un proyecto para ayudar a los conductores y reducir los errores

Con el objetivo de reducir esas cifras todo lo que sea posible, la DGT lanzó en 2019 en la ciudad de Barcelona un proyecto innovador llamado Autonomous Ready y que consiste, esencialmente, en una ayuda a la conducción.

Se trata de un sistema de cámaras y sensores incorporados en los vehículos que brindan información a los conductores para ayudarlos a reducir los errores y las distracciones. Las distracciones, de hecho, son “el factor concurrente más frecuente en accidentes mortales”, según la DGT, más que el consumo de alcohol y la velocidad. Hasta el 90% de los accidentes de tráfico son debidos a errores humanos, según la DGT.

Además, la iniciativa Autonomous Ready propone una gestión de la movilidad basada en la conectividad. El objetivo es que toda incidencia que afecte al tráfico sea notificada en tiempo real y, de esa manera, permita también alertar sobre puntos de riesgo, prevenir accidentes y evitar congestiones.

En concreto, el sistema cumple con las siguientes funciones:

  • Recoge información del entorno.
  • Detecta y “geoposiciona” a los peatones y ciclistas.
  • Cartografía las zonas sensibles para el tráfico y notifica con el fin de implementar medidas de seguridad.
  • Emite una alerta de accidente en los casos de riesgo.

Resultados positivos

El sistema de Autonomous Ready, según un comunicado de la DGT y el Ayuntamiento de Barcelona, es capaz de predecir hasta el 80% de los posibles errores del conductor. Se encuentra todavía en una fase de prueba, y su implementación se realiza de manera gradual.

Por ahora, casi 500 vehículos de transporte y reparto circulan con el sistema avanzado de asistencia a la conducción (ADAS, por sus siglas en inglés). Los resultados de los primeros análisis resultan auspiciosos.

De acuerdo con datos recientes, tras evaluar un año de funcionamiento del proyecto -entre octubre de 2020 y el mismo mes de 2021-, el sistema alertó a los conductores de unas 440.000 potenciales colisiones.

“Y probablemente evitó varios cientos de accidentes mortales”, afirma la empresa de datos de automoción Carfax, que forma parte del proyecto. En total, los sensores detectaron a unos 17 millones de peatones (advirtió de posibles incidentes con 74.000) y cerca de 1,5 millones de ciclistas (con casi 8.400 alertas).

La ambición del proyecto es “hacer más seguras” las calles y las carreteras europeas, apuntó Marco Arban, director de desarrollo de negocio de Carfax. Y añadió que “los primeros resultados demuestran que este tipo de sistemas de asistencia pueden contribuir de forma importante a acercarnos a Visión Cero”.

El objetivo de reducir a cero los muertos por accidentes

Visión Cero es un proyecto global de seguridad vial, que procura un sistema de movilidad libre de muertes y lesiones graves. Nació en Suecia en 1997 y con el tiempo se extendió a otros países. En el último decenio, ciudades como Nueva York lograron, gracias a esta iniciativa, frenar la auténtica “epidemia de muertes por atropellos” que se producía en sus calles.

Por lo pronto, el último Encuentro de Ciudades por la Seguridad Vial y la Movilidad Sostenible, organizado por la DGT y realizado hace tres meses en Zaragoza, ratificó el objetivo de reducir a la mitad el número de muertos en accidentes de tráfico para el año 2030.

Esa búsqueda coincide con los propósitos señalados por la Organización de las Naciones Unidas y la Unión Europea. Para el objetivo mayor -reducir a cero las muertes por accidentes de tráfico- la fecha que en general se pone como meta es la de mediados del siglo.

En ese marco se inserta el proyecto Autonomous Ready lanzado en Barcelona. Si los resultados positivos continúan, la intención es incorporar paulatinamente esta tecnología a todos los vehículos, en busca de alcanzar esos objetivos.

Los cinco niveles de conducción autónoma

No obstante, el propio proyecto señala que el sistema ADAS para ayudar a los conductores es un “paso previo al desarrollo de un ecosistema adecuado para la circulación de vehículos autónomos”. Es decir, los coches como los citados al comienzo de este artículo, que se conducirán “solos”.

La Sociedad de Ingenieros de Automoción (SAE) ha determinado la existencia de cinco niveles en la conducción autónoma. Los modelos más avanzados presentes en el mercado en la actualidad alcanzan el nivel 2. Son coches de alta gama, como el Mercedes Clase E y el BMW Serie 7.

Estos vehículos “semiautónomos” son capaces de llevar la conducción por cuenta propia en ciertas situaciones (se podría hablar de “piloto automático”), aunque requieren que una persona vaya atenta en todo momento por si pasa algo.

El nivel 5 es aquel en el cual la persona no tendría que hacer nada más que dejarse llevar. Por supuesto, al eliminarse los errores humanos durante la conducción, el objetivo de cero muertes y lesiones graves también debería ser alcanzable. Para el desarrollo de estos coches todavía faltan unos cuantos lustros.

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