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Cinco apps de videoconferencias donde la privacidad es lo más importante

Cinco apps de videoconferencias donde la seguridad es lo más importante.

Luis H. Rodríguez

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Las videoconferencias se han convertido en una herramienta de uso prácticamente diario. Desde el confinamiento del pasado marzo de 2020, las apps de videoconferencias copan las listas de las más descargadas y utilizadas. Ya sean las clásicas Zoom, Meet u otras que se volvieron (aún más) muy populares a raíz de esta situación, como Discord.

La realidad es que, en la actualidad, tanto por motivos personales como laborales, las videoconferencias ha llegado para quedarse. Pero, ¿son seguras estas apps? El pasado abril, ante el creciente uso de estas aplicaciones, la Fundación Mozilla elaboró un estudio para ver su seguridad y políticas de privacidad. Según sus resultados, la mayoría de apps cumplen con los requisitos mínimos para considerarse apps seguras.

Ahora bien, ¿y si estamos buscando alternativas algo más fiables? En ConsumoClaro hemos recogido algunas apps de código abierto que, además de funcionar perfectamente, nos ofrecen un espacio completamente seguro.

Las siguientes aplicaciones son de código abierto y son especialmente útiles en ambientes de trabajo o estudiantil, donde la privacidad puede ser muy importante.

Jitsi Meet

Jitsi es una de las apps de código abierto más interesantes del mercado. Se trata de una aplicación completamente gratuita y que cuenta con protocolo WebRTC. Es decir, permite que varias personas se conecten a la vez desde distintos navegadores.

Es muy fácil de usar: se crea una sala –con o sin contraseña– con un enlace para compartir con el resto de usuarios que queramos que entren en ella. Además, durante la propia videollamada permite compartir documentos, presentaciones de Prezi, vídeos de YouTube y otro tipo de formatos.

También hay que tener en cuenta que no tiene límite de personas, algo muy interesante para clases online o grandes reuniones. Según CVE (una base de datos que recopila vulnerabilidades), desde 2016 hasta 2020 solo destacó una vulnerabilidad moderada en Jitsi Meet.

Element

Antes conocida como Riot, Element es otra app para videoconferencias gratuita para personas individuales o grupos pequeños –hay una versión para empresas–. Element está dentro del servicio matrix, una red descentralizada que prioriza la seguridad. 

La app es similar a Slack: permite crear “comunidades”, similares a foros, y a través de ellos crear videollamadas grupales. Aunque carece de algunas características que otras aplicaciones similares sí tienen (como silenciar a varios participantes de golpe), sí cumple muy bien su función.

Además, Element cuenta con cifrado de extremo a extremo para asegurarse de que la información no salga de nuestra conversación. Tampoco recopila ningún tipo de dato, sino que se van borrando periódicamente.

Apache OpenMeetings

Una de las aplicaciones de videoconferencia pioneras dentro de la categoría de código abierto. Apache OpenMeetings es una app poco convencional para realizar videollamadas que, en general, ofrece la mayor parte de características de este tipo de herramientas.

Visualización y control remoto de pantalla (especialmente útil para ámbitos educativos), pizarra virtual, importar documentos, sistema de moderación, encuestas, etc. Al mismo tiempo, es compatible con las apps como Google Calendar y Outlook para planificar reuniones.

Ahora bien, la interfaz no es especialmente intuitiva. Lejos de las apariencias coloridas y redondas de la mayoría de apps, OpenMeetings necesita un tiempo de adaptación y de pruebas para acostumbrarse a utilizarla.

Jami

Jami es una app de mensajería/videollamadas creada especialmente por la situación surgida por la COVID-19. Es una aplicación de código abierto que hace especial hincapié en la privacidad de la misma, gracias a, entre otras cuestiones, un proceso de cifrado de extremo a extremo

Jami utiliza la red P2P –peer to peer–, es decir, no requiere de un servidor al que conectarse. Esta app utiliza cada dispositivo que forma parte de la videollamada o conversación para crear una red directa entre ellos, de manera que la información tampoco sale de esta conexión. Al mismo tiempo que permite a usuarios que bajo ancho de banda conectarse sin problemas.

Otra de sus características más llamativas es que, cuando creas una cuenta, los datos personales o sensibles (como la contraseña) no se guardan en ningún servidor, sino que lo hacen en tu dispositivo. Por lo tanto, no se inicia sesión como tal.

SignalWire Work

Todas las anteriores apps tienen un punto en común: crear salas o espacios concretos para una videoconferencia temporal. SignalWire Work da un paso más allá y, en vez de crear salas determinadas, permite crear espacios permanentes donde los usuarios puedan conectarse en cualquier momento.

La idea es crear, digitalmente, un espacio “común” similar a las zonas comunes de las oficinas. La sala de la videollamada se mantiene abierta todo el tiempo, de manera que los trabajadores que quieran pueden entrar en cualquier momento o avisar de que están disponibles para conversar.

Además, SignalWire Work da la opción de crear distintas “zonas”: vestíbulos, espacios informales, de reuniones, etc. Así, si simplemente queremos conversar con otras compañeras, podemos acudir a una “habitación” para conversaciones que no sean de trabajo.

SignalWire Work no necesita instalación alguna, ya que se accede a estas salas a través de la nube. También hay que tener en cuenta que esta herramienta tiene un plan gratuito y otro de pago, más centrado en empresas.

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