Esta es la razón por la que es mejor que no cojas el móvil de tus amigos

Dime qué uso le vas a dar y te diré qué Smartphone comprarte.

Cristian Vázquez

Un estudio realizado en 2015 por científicos de la Universidad de Barcelona reveló que en un teléfono móvil pueden vivir hasta 600 tipos de bacterias diferentes. A la mayoría de la gente, tal cifra en sí misma no le dice demasiado, pero la situación cambia cuando se compara con la cantidad de especies bacterianas que suelen habitar en los retretes: apenas unas veinte. En otras palabras: en un teléfono hay hasta treinta veces más especies de bacterias que en la taza del váter.

¿Cómo es posible que eso suceda? La clave está en el hecho de que, mientras los inodoros en general se desinfectan con mucha frecuencia, la mayoría de los usuarios no desinfecta el teléfono nunca. A eso se añaden algunos agravantes: llevamos el teléfono a casi todas partes, lo tocamos mucho después de haber tocado las más variadas superficies, incluso en el excusado.

Y luego lo guardamos en bolsos o bolsillos o lo apoyamos sobre sitios que pueden estar contaminados, y además el aparato produce calor, lo cual propicia todavía más el hecho de que los gérmenes proliferen allí. Todo ello explica que la cantidad y la diversidad de los microorganismos que habitan en el teléfono sean tan grandes.

Y también hay que tener en cuenta que en las superficies de los dispositivos digitales (no solo teléfonos, sino también tabletas, ordenadores, consolas de videojuegos, etc.), que son lisas e hidrofóbicas -es decir, superficies en las que el agua penetra con mucha dificultad-, las bacterias se adhieren con una fuerza hasta diez veces superior a como lo hacen en superficies hidrofílicas, como el papel u otras superficies que absorben el agua. Esto fue comprobado por investigadores de la Universidad de Saarland, en Alemania.

Posibles problemas causados por las bacterias de los teléfonos

El principal riesgo originado por la presencia de bacterias en los teléfonos es que se produzcan infecciones. Los microorganismos encontrados con mayor frecuencia en la superficie de teléfonos móviles son del género Staphylococcus spp. Se trata de bacterias que viven en la piel y en la mucosa nasal de los humanos, y que en muchos casos son inocuas, pero que pueden generar problemas si pasan de unas personas a otras, en particular a grupos de población más sensibles, como niños o adultos mayores.

Entre las bacterias de ese género, se encuentra el Staphylococcus aureus, resistente a meticilina o MRSA. Según informa la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, “las infecciones por SARM graves se están volviendo cada vez más difíciles de tratar”, debido precisamente a su resistencia: los antibióticos normales no lo neutralizan. Pero, como se ha mencionado, los tipos de microbios hallados en los teléfonos son de gran variedad.

Una variedad que “depende de la actividad del usuario o del lugar donde se emplean los teléfonos móviles”, de acuerdo con lo señalado por un artículo de Mikel Macho Aizpurua, médico del Servicio de Microbiología Clínica y Control de la Infección del Hospital Universitario de Basurto, en Bilbao. Como “uno de los lugares habituales de uso de estos dispositivos es el baño”, añade el texto, a menudo los teléfonos tienen en su superficie enterobacterias como Escherichia coli (más conocida como E. coli), lo cual “refleja la contaminación de origen fecal por las manos”.

Las bacterias E. coli viven en los intestinos de personas y animales sanos y la mayoría de sus cepas son inofensivas o poco dañinas. Pero algunas, como la llamada E. coli O157:H7, pueden causar cólicos abdominales intensos, vómitos y diarrea con sangre en adultos, mientras que en grupos de riesgo pueden derivar en problemas más importantes, como el síndrome urémico hemolítico.

Claves para protegerse de las bacterias del móvil

La medida de prevención “más sencilla y efectiva”, apunta Macho Aizpurua, es la higiene de las manos: lavarlas de forma correcta, con agua y jabón, aunque no presenten suciedad aparente. Hay que hacerlo sobre todo después de situaciones cotidianas en que las manos quedan más expuestas a contaminarse, como tocar alimentos crudos, tocar animales, cubrirse la boca con la mano al toser o estornudar, tocar objetos que tocan muchas otras personas (dinero, agarraderos en transportes públicos, teclados o pantallas de cajeros automáticos, etc.) y, por supuesto, ir al baño.

La segunda medida de importancia en este sentido consiste en limpiar y desinfectar el teléfono con regularidad. Para ello se debe atender a las recomendaciones proporcionadas de manera oficial por el fabricante del aparato. Pero, como consejo general, se puede utilizar un paño de microfibra humedecido con alcohol. El alcohol, puntualiza Macho Aizpurua, “actúa como un desinfectante que mata bacterias, virus y hongos”. El paño de microfibra, en tanto, es el producto más apropiado para limpiar las superficies sin riesgo de generar rayones u otros daños al aparato; de hecho, son estos mismos paños de microfibra los elementos recomendados para limpiar los cristales de las gafas.

Distintos estudios han corroborado que la mayor parte de los usuarios saben que los teléfonos tienen muchas bacterias, pero nunca (o casi nunca) los desinfectan. Por citar solo un caso: una encuesta a un centenar de trabajadores de la salud, realizada en Israel, reveló que aunque el 88 % era consciente de que los móviles podían ser una fuente de contaminación, apenas el 13 % los desinfectaba de forma regular. Por fuera del personal sanitario, la mayoría de los usuarios jamás ha limpiado su teléfono con alcohol u otro desinfectante.

Estos consejos resultan de gran importancia, en particular cuando llega la temporada de frío y, con ella, problemas como la gripe y la neumonía. La gripe es causada por un virus que se transmite de persona a persona, a través de la tos o los estornudos, pero también al tocar con la mano una superficie que contenga el virus y luego se pasa esa misma mano por la boca, la nariz o los ojos. Por su parte, la causa más común de la neumonía es una bacteria, el neumococo (Streptococcus pneumoniae), que, como se ha mencionado, puede transmitirse por el tacto con los teléfonos. Por lo tanto, procurar la mayor higiene posible en los dispositivos móviles puede ser, también, parte de la prevención.

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