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¿Qué dicen nuestras cacas sobre nuestra salud?

Foto: Max Pixel

Jordi Sabaté

Hay un refrán que dice que “somos lo que comemos”. Es bastante acertado en tanto en cuanto la dieta alimentaria que tengamos influirá decisivamente sobre nuestra salud y nuestro desarrollo. Sin embargo, el refrán se queda corto a la hora de ponderar nuestras evacuaciones intestinales. El motivo es que nuestras heces hablan mucho de nosotros, entre otras cosas de lo que comemos regularmente, pero también de otros aspectos de salud que van más allá de la alimentación como pueden ser problemas hepáticos, pancreáticos o de tipo autoinmune.

Se calcula que una persona con una vida larga evacuará entre cuatro y cinco mil kilos de heces a lo largo de su periplo. El dato no sería relevante de no ser que nos indica que se trata de una de las funciones más importantes que realizamos, dado que las heces no solo son producto de desecho alimentario, sino que casi la mitad de las mismas son bacterias, parásitos y hongos que habitan en nuestro intestino, la conocida como microbiota o flora intestinal.

Por tanto, la hez hace las tareas de renovación de esta flora, considerada por muchos endocrinólogos no solo como un órgano vital más sino incluso como una especie de cerebro químico, encargado de coordinar multitud de funciones gracias a los compuestos que fabrican los integrantes de la flora. Pero las heces van más allá y actúan como mensajeras del estado del sistema digestivo y de nuestra salud en general. Hasta tal punto que la forma de nuestras cacas, su color o la regularidad con la que las evacuamos puede ser un aviso serio de que debemos acudir a un gastroenterólogo.

La escala de heces de Bristol

La escala de heces de Bristol es una pauta de formas de heces desarrollada por investigadores de la Universidad de Bristol y que adquirió relevancia académica tras un estudio de 1997 en The Scandinavian Journal of Gastroenterology que certificaba su validez estadística. Esta escala ofrece siete tipos morfológicos de hez fecal que definirán el tipo de tránsito intestinal que ha tenido el bolo alimenticio y por tanto describen la existencia de un funcionamiento normal o anormal.

El primer tipo es la caca de bolitas separadas y duras, que salen todas seguidas tras un cierto esfuerzo inicial. Son además tirando más a oscuras que pardas y se evacuan con irregularidad, no a la misma hora del día ni a veces todos los días, sino cada varias. Indican estreñimiento severo por tener una pobre flora intestinal, además mal alimentada debido a una dieta pobre en fibra vegetal. Pueden solucionarse mejorando radicalmente la dieta con la introducción de frutas y verduras, así como tomando probióticos.

El segundo tipo es la salchicha grumosa, donde la hez es una especie de chorizo semifragmentado, duro y oscuro que se evacua con dolor y a veces sangre. Indica estreñimiento moderado y posiblemente hemorroides o fisuras, y se puede intentar solucionar de nuevo con probióticos y aumento de fibra vegetal en la dieta, eventualmente añadiendo fibra insoluble, ya sea salvado o mejor alimentos que la contengan.

El tercer tipo es la morcilla con grietas en su superficie, donde la consistencia es algo menos dura y se evacúa con regularidad y facilidad. Esta morfología entraría dentro del tipo normal e indicaría un buen estado de salud y una dieta más equilibrada.También el cuarto tipo, la salchicha lisa y suave, como si fueran nematodosgigantes así como el quinto correspondiente a heces troceadas y pastosas, típicas de personas que evacuan varias veces al día, entran dentro de lo correcto.

El tipo seis son los fragmentos blandos y esponjosos, que señalan la entrada en las formas diarreicas, que indican problemas intestinales, o bien de intolerancias alimentarias o de problemas deirritación de colon, pero también de problemas en la flora intestinal, que se muestra incapaz de absorber el agua de la hez para dotarla de consistencia.

El tipo siete, finalmente, la hez acuosa, indica infecciones gastrointestinales y diarrea. Tanto en este tipo como en el anterior, si este tipo de eyección persiste, conviene ir al gastroenterólogo o al digestólogo para que estudie posibles causas de mayor calado, así como remedios. Pueden deberse a celiaquía, intolerancias alimentarias, síndromes autoinmunes, etc.

La salud de las heces por el color

Otro aspecto a medir de las heces que pude ser más indicativo de la existencia de desarreglos o enfermedades es su color. El normal es marrón de parduzco claro a más oscuro, pero sin perder esta gama cromática. Todo lo que se salga de ahí, puede ser sintoma de que algo no funciona como debería. Por lo tanto se pueden definir cinco grandes tipologías cromáticas anómalas según el color de las cacas:

El primero serían las heces verdes, que indicarían o bien una dieta rica en vegetales de hoja verde, sobre todo evidente en el caso de las espinacas, pero también podrían ser resultado de la ingesta de suplementos ricos en hierro, así como muestra de estrés o colón irritable. En estos dos últimos casos se produce un exceso de sales biliares que pasan a las heces. Del mismo modo, esta tipología indica personas que eyectan con mucha prontitud tras las comidas, sin dar tiempo a una digestión pausada.

Las heces amarillas hablan de problemas de absorción intestinal, celiaquía o problemas en el páncreas, ya que indican carencia de acción de enzimas pancreáticas. También pueden surgir en el caso de infecciones intestinales.

Las heces oscuras o negras, además de ser indicio de estreñimiento, si se producen en periodos de evacuación regular y normal, en cambio, indicarían la existencia de hemoglobina en heces, lo que se debería o bien a varices esofágicas o úlceras gástricas. También puede influir una suplementación con hierro coloidal. Sin alarmarno, si los síntomas persisten durante más de una semana, deberemos ponernos en manos de un especialista.

Las heces rojas indican también la presencia de hemoglobina, pero debido a problemas en el tracto intestinal, desde hemorroides a algún tipo de pólipo. También pueden deberse a una colitis ulcerativa o al síndrome de Crhon. De nuevo si los síntomas persisten durante más de una semana, deberemos ponernos en manos de un especialista.

En el caso de que las heces sean blancas durante más de tres días, y no hayamos tomado ninguna medicación específica, deberemos acudir al digestólogo o al gastroenterólogo sin demasiada dilación, ya que son una señal importante de problemas hepáticos o en la vesícula biliar.

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