Presbicia: cómo detectarla y qué soluciones tiene

Foto: Meli1670

Jordi Sabaté

La presbicia o vista cansada nos afecta tarde o temprano a todos, pues es una consecuencia de la pérdida de elasticidad del cristalino, que es la lente que está justo detrás del iris y recibe las imágenes que pasan a través del ojo, para que este las envíe al nervio óptico y las procese el cerebro. La función del cristalino, que es una membrana flexible y transparente muy similar a una lentilla, pero fabricada por el propio cuerpo, es enfocar las imágenes de modo que su información llegue precisa a las neuronas.

Qué es la presbicia

Para ello, el cristalino se curva más o menos según la distancia en la que esté una imagen; para poder obtener la forma de lente biconvexa que la enfoque adecuadamente. El músculo encargado de curvar más o menos el cristalino es el músculo ciliar, que se contrae o se relaja según se precise, para dar la convexidad exacta del enfoque.

El problema es que con los años, y sobre todo a partir de la cuarentena, el cristalino pierde su proverbial elasticidad y aunque el músculo esté debidamente tonificado, la curvatura cada vez es menos perfecta y, por tanto, el enfoque de las imágenes es cada vez peor. Cuando ya no somos capaces de ver letras pequeñas que antaño veíamos sin problema, podemos decir que hemos contraído presbicia o vista cansada.

En realidad la presbicia afecta al enfoque de todo tipo de imágenes, pero se hace más evidente en el enfoque de las más cercanas y diminutas, pues requieren un mayor esfuerzo del músculo para curvar el cristalino. Es entonces cuando se pone en evidencia el problema. Por otro lado, la presbicia puede llegar antes o después y mientras hay personas que la desarrollan a temprana edad, otras pueden contraerla a los sesenta o los setenta.

Intervienen en ello factores genéticos que regulan la calidad del cristalino, y aunque se cree que las personas que leen mucho, o fuerzan mucho la vista trabajando en condiciones de pocas luz, pueden ser más propensos, algunos estudios ponen en duda esta correlación. Tampoco parece demostrado que los ejercicios que tienen como fin tonificar el músculo ciliar -mirar lejos y cerca alternativamente- sean eficaces, pues no mejorarían la elasticidad del cristalino.

Síntomas de la presbicia

Los principales síntomas que nos pueden permitir identificar que tenemos presbicia o vista cansada son:

  • No enfocamos letras pequeñas o grafismos que hace poco podíamos identificar sin ningún problema.
  • Necesitamos alejar un objeto o texto para verlo o leerlo correctamente, con un foco adecuado.
  • Tras leer textos o mirar fijamente imágenes sentimos dolor de cabeza y a veces incluso mareos.
  • Las lecturas prolongadas notamos escozor y cansancio en los ojos, así como dificultad de fijar las imágenes a media distancia en la calle hasta que pasa un rato.

¿Tiene remedio la presbicia?

Los casos más normales de presbicia requieren del uso de lentes de cercanía, para ayudar a enfocar objetos, como solución más extendida. No obstante, debemos ser conscientes de que con el paso de los años el cristalino irá perdiendo progresivamente mayor elasticidad y, por tanto, la dificultad de enfoque será mayor.

Es por ello que deberemos cambiar periódicamente de lentes y que cada vez veremos con creciente desenfoque textos y objetos más grandes y más alejados, por lo que a la larga tal vez necesitemos lentes progresivas, que nos permitan enfocar tanto de lejos como de cerca. El ritmo de degeneración del cristalino, no obstante, depende mucho de cada persona.

Hay alternativas modernas al uso de lentes que pueden mejorar la calidad de vida del paciente e incluso estabilizar la presbicia:

  1. Operación de presbicia con láser: Es una técnica ya puesta abiertamente en práctica en pacientes con miopía, hipermetropía o astigmatismo que también ahora se extiende a los de vista cansada. Se procede mediante un sistema láser a la modificación de la curvatura de la córnea, la capa externa del ojo. El fin de esta modificación de conseguir una variación de capacidad de enfoque que se adapte al estado del cristalino. Así, el paciente podrá enfocar a diferentes distancias. E suna técnica apenas invasiva que dura unos segundos y nos otorga la capacidad de poder leer sin gafas. Los resultados empiezan a apreciarse el mismo día de la cirugía.
  2. La cirugía intraocular con implantaciones de lentes multifocales: Esta técnica se basa en el cambio del cristalino por una lente intraocular. Además de la vista cansada, corrige problemas ópticos como la miopía y astigmatismo. El paciente una vez curado, ya que precisa intervención, podrá leer y ver sin necesidad de utilizar gafas de cerca o progresivas.

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