Goma EVA: qué precauciones tomar si hay niños en casa

Foto: itstime.top

Cristian Vázquez

La goma EVA es -desde hace años- un producto muy popular en el mundo de las manualidades y también en el de los juguetes y otros entretenimientos infantiles, como máscaras, calzados, maquetas, etc. Otro de sus usos comunes es el de cobertor para acolchar suelos: tanto bajo la forma de alfombras de puzzle con las que juegan los niños, como en ludotecas y otros espacios para bebés y en áreas donde se practican artes marciales.

Aunque en nuestro idioma suene a nombre de mujer, la expresión “EVA” se deriva de una sigla en inglés, la de los elementos que componen este polímero: etileno y vinilo acetato. De hecho, su denominación técnica en español es etilvinilacetato, aunque de manera coloquial se conoce como goma EVA, foamy (como se la llama en inglés) o simplemente “espumoso”.

Su popularidad es consecuencia de las numerosas ventajas que ofrece. La goma EVA es muy fácil de cortar (con tijeras, cúters, troqueladoras y casi cualquier otra herramienta), plegar y pegar (con silicona y muchos otros tipos de pegamento). Además es lavable y tiene una muy baja absorción de agua: su impermeabilidad se estima en un 94 %. También se puede pintar y dibujar sobre él. Es un material muy ligero y termoplástico, es decir, es fácil de moldear al calor. Y no es tóxico… o al menos eso es lo que se suele afirmar. Pero ¿es siempre inocua la goma EVA?

Las alfombras de goma EVA y su toxicidad

Las alarmas se encendieron hace diez años, cuando un estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) analizó diez alfombras puzzle de diferentes marcas y llegó a la conclusión de que solo una de ellas se podía considerar segura. Sin embargo, las sustancias tóxicas que la investigación halló en esos productos no eran parte de la goma EVA en sí misma, sino añadidos: formamida (que se utiliza para reducir los malos olores del material), ftalatos (que sirven para hacerlo más flexible) y disolventes (que ayudan a colorearlo).

La presencia de tales sustancias en estos productos era muy baja y se podía considerar inofensiva para personas adultas. Pero los bebés y niños pequeños son mucho más vulnerables a los tóxicos, y además su contacto con las alfombras es diferente: podían estar mucho tiempo en contacto directo con ellas, tocarlas y chuparlas, de manera que podrían ingerir o inhalar las partículas dañinas. Pruebas con animales en laboratorio determinaron que esas sustancias (en cantidades mucho más elevadas que las incluidas en las alfombras de goma) podrían afectar la piel y los ojos.

También el sistema nervioso podría verse afectado, y se especula con que podrían resultar cancerígenas. Estudios posteriores, como uno realizado por la Agencia Nacional de Seguridad Alimentaria, Medio Ambiente y Trabajo, de Francia, también confirmaron la presencia -aunque en muy baja cantidad- de formamida en las alfombras. En consecuencia, ese país y otros como Bélgica y Australia decidieron retirar tales productos del mercado

Nueva normativa y más seguridad

El caso es que, después de eso, entró en vigor nueva legislación, tanto en España (a través del Real Decreto 1205/2011, de 26 de agosto, sobre la seguridad de los juguetes) como a nivel europeo, por lo cual se supone que desde 2017 ya no se introducen en el mercado productos que contengan los citados elementos tóxicos. Puede que se sigan ofreciendo productos que no respeten estas indicaciones en bazares chinos y otras tiendas similares. Pero si el envoltorio incluye el sello de conformidad europea [Marca CE: cómo averiguar si es China Export o Conformidad Europea], quiere decir que el producto sí cumple con la normativa.

Por lo demás, hay que tener en cuenta lo que la OCU destacaba en su trabajo sobre las alfombras de goma EVA ya hace una década: “Como ocurre en muchos otros productos, el precio no es una garantía de calidad”. En aquel momento, varios productos en los que se habían detectado las sustancias nocivas eran más caros que el único que estaba libre de esos elementos dañinos. Y es algo que sigue sucediendo: no conviene fiarse del precio, sino revisar siempre las etiquetas.

Otros juguetes peligrosos

La toxicidad de las alfombras de goma EVA que no cumplen con las especificaciones europeas no constituyen, por cierto, una excepción. En 2018 la Comisión Europea recibió 66 notificaciones de juguetes que no respetaban los parámetros de seguridad establecidos en el continente. En general, los riesgos se derivan siempre de lo mismo: la presencia de agentes químicos añadidos que tienen la finalidad de dotar al plástico de mayor flexibilidad o alguna otra cualidad. Y aunque a menudo se piensa que todos los juguetes que no respetan las normas provienen del extranjero, es una creencia equivocada: cinco de esos 66 juguetes peligrosos habían sido fabricados en España.

De hecho, algo tan -en apariencia- inofensivo como la purpurina puede ocasionar importantes problemas. Si un niño la ingiere o la inhala puede sufrir sufrir graves consecuencias (incluso fatales), dado que estos polvos de colores están hechos con polímeros y diversos metales, que pueden ir desde aluminio, cobre y zinc hasta estaño y plomo. Pero, además, los efectos a nivel global también pueden ser muy nocivos: los microplásticos que componen la purpurina atraviesan los sistemas de filtrado del agua y terminan en el océano, afectan la fauna marina y, en última instancia, la salud humana.

Con respecto a la goma EVA, además de buscar productos que cuenten con la aprobación de las autoridades, también es importante, cuando se utiliza para la realización de manualidades, maquetas y otras actividades hogareñas, evitar que queden pequeños fragmentos sueltos, ya que los niños pueden llevárselos a la boca, tragarlos y sufrir ahogamientos. Por lo demás, si se tienen en cuenta estas precauciones, se pueden aprovechar sus virtudes, ya que es un producto asequible y con múltiples posibilidades para las manualidades y la decoración.

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