Qué mirar antes de elegir un termo de café para tu regreso a la oficina
Los amantes de las oficinas y del trabajo intenso lo son también de los termos de café o té donde poder almacenar su suministro de energía para las largas jornadas. En este sentido están de enhorabuena porque con el retorno, total o parcial, a las oficinas y el fin del teletrabajo se abre una nueva oportunidad de adquirir un termo de diseño y tecnología punta. Y es que no hay mal que por bien no venga.
Sea como fuere, los termos son un clásico de los espacios laborales para conservar líquidos, y no solo calientes. Pueden mantener café o té, pero también leche, sopa o zumos e infusiones frías, ya que el termo conserva a temperatura estable respecto del exterior sustancias sin importar su temperatura.
No obstante, no todos los termos valen, y pagar por cualquiera, aunque sea una cantidad insignificante, puede salir caro a la larga en forma de quemaduras, manchas, documentos mojados o café frío ya antes de llegar a la oficina o el taller. Y también puede significar sopas y zumos con sabor a café, o bien tés con aroma a crema de pescado o porrusalda.
Así que mejor si atendemos a las siguientes seis claves cuando vayamos a pagar por un buen termo que nos haga compañía durante las largas horas de oficina.
Los seis tips a considerar
1. El aislamiento interior: actualmente, los termos modernos son de acero inoxidable pulido para dejar una paredes interior bien lisas. Las ventajas del acero es que es resistente a oxidaciones, pero también a golpes; no hay riesgo de migraciones de elementos al café, no deja sabores raros, y conserva la temperatura mejor que el cristal, la cerámica o el plástico.
2. El material exterior: hay gente a quien no le importa la estética y a otra sí; hay para todos los gustos en la gran oferta de termos del mercado, pero lo que sí cuenta es que el material exterior no conduzca el calor o el frío del líquido a las manos -hay una capa de aire entre paredes que lo dificulta- y que su superficie permita el agarre sin que el temo nos resbale y caiga.
3. La hermeticidad del cierre: el cierre es quizás el punto más frágil y es lo que diferencia un buen termo de otro malo. La mayoría de quemaduras, manchas y otros desastres vienen por ahí. Por ello debemos de apostar por cierres seguros, con gomas y muy herméticos.
4. El dispensador: todo muy bien, pero si a la hora de dispensar el líquido el diseño no está bien pensado, quizás terminemos con la camisa más condecorada que la pechera de un héroe del Glorioso Ejército Rojo tras la Segunda Guerra Mundial. El dispensador debe asegurar el suministro de líquido de una forma limpia y práctica. Y a poder ser, optaremos por los de presión.
5. La limpieza: de ello depende que luego un té genmaicha que nos han traído de un mercado de Osaka a precio de oro sepa a batido de espinacas détox; es decir, que no se pueda limpiar bien el termo, de forma que deje sabores. Como ya hemos comentado, la superficie interior no debe ser porosa para evitar la retención de materia orgánica. Se agradece que el termo se pueda limpiar en el lavavajillas sin peligro y también que traiga de serie cepillos para su limpieza interior.
6. El peso: viene directamente vinculado con el volumen o capacidad del termo, pero también con el material utilizado. Debemos pensar que a este peso en vacío deberemos añadirle el del líquido. Lo normal es optar por termos de 450 ml, aunque los hay de litro para aquellos que compartan el termo con loos y las compañeras o que lo carguen en el trabajo.
Cuatro modelos interesantes
Por 6,50 euros, este modelo de Orbegozo tiene una relación calidad precio imbatible. Tiene una capacidad de 500 ml y es de acero inoxidable. Conserva las sustancias calientes durante doce horas. y frías durante 24 horas. Además, incorpora un dosificador con pulsador de presión. Su peso es de 300 g. .
2. 720°DGREE
Este termo o “mug térmico”, tiene una capacidad de 450 ml y está fabricando en acero inoxidable, tanto en la capa interior como en la exterior, que además presenta un aspecto estético cuidado en distintos colores. El dispensador es de pulsador y el cierre de rosca contempla una válvula de seguridad. Su precio es de 24 euros.
A diferencia de los anteriores, sí contempla un diseño más rompedor y un agarre en goma más confortable. Mantiene los líquidos calientes o fríos durante más de doce horas, según el fabricante, tiene una apertura con pulsador y se acompaña de escobilla para su limpieza. Su precio es de 23 euros.
4. Pioneer - Termo de Acero Inoxidable
Este modelo se trata más de un moderno samovar que un termo, en el sentido en que tiene una capacidad variable entre los 2,5 y los 5 litros, lo que lo convierte en el artículo perfecto para los amantes del té que quieran agua caliente todo el tiempo, o de los del café a raudales que lo compartan con su parroquia laboral.
Está hecho en acero inoxidable, contempla un sofisticado dispensador de pulsado y asegura líquido caliente por ocho horas, así como frío por 24 horas. Y lo mejor son su asa y su peso en vacío: 240 gramos. En cuanto a su precio: 30 euros en la versión de 2,2 litros (ver más medidas).
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