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PRUEBA DE USO

Cinco ventajas y dos inconvenientes de los estropajos de silicona

ConsumoClaro

Jordi Sabaté

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¿Cansadas y cansados de los chorreantes estropajos de toda la vida, esos que cuando los apretamos sueltan un líquido marrón que nos hace sospechar que no son precisamente la cosa más higiénica del mundo? De hecho no lo son, están en el primer lugar entre los objetos más guarros de tu cocina y seguramente de todo tu hogar.

Afortunadamente existen alternativas a la tiranía de los “salvauñas”, entre ellas los estropajos de silicona, que presumen de estética, de eficacia y de respeto por la superficie de las sartenes, entre otras ventajas. ¿Es oro todo lo que reluce? Para saberlo los hemos probado y hemos llegado a la conclusión de que tienen cinco virtudes muy notables y dos inconvenientes, uno de ellos de peso.

Las cinco ventajas

1. El precio

Un estropajo de silicona cuesta aproximadamente unos ocho euros, en a contrapartida un pack de tres “salvauñas”, que valen dos euros. Pero estos últimos nos durarán a lo sumo un mes, estirando mucho, y en cambio el de silicona, un material resistente, pueden llegar a durar más de un año fácilmente.

2. El respeto a las sartenes

Es cierto, los estropajos de silicona tienen un poder espumante bastante decente además de cierto poder desincrustante. Pero lo que más destaca es su baja capacidad abrasiva, con lo que no nos rayan las sartenes con capa antiadherente.

3. La higiene

Ya hemos dicho que los estropajos “salvauñas” son uno de los objetos más contaminados de nuestro hogar, merced a su capacidad de retener el agua sucia de los platos, sartenes, etc. Y no: el detergente no mata todas las bacterias y virus. En cambio, en los de silicona toda la suciedad se va con simplemente pasarles agua. Quedan tan limpios como el primer día.

4. La estética

Todos sabemos que un estropajo de espuma sintética no es una cosa ni limpia no bonita, al contrario de lo que sucede con uno de silicona, que podemos encontrar en distintas formas y colores, y que además tiene una cierta presencia estética que no afea el fregadero.

5. El medio ambiente

Los estropajos de silicona ganan por goleada; en primer lugar porque al durar mucho mayor tiempo, consiguen evitar aumentar el residuo, cosa que no ocurre con los “salvauñas”. En segundo lugar porque, a diferencia de la espuma sintética de estos últimos, la silicona platino es un materia que es fácilmente reciclable para recuperarlo para otros usos.

Los dos inconvenientes

1. Relativa capacidad desincrustante

Si hemos de ponerles un “pero” a los estropajos de silicona, este sería que no terminan de desincrustar con tanta contundencia como los “salvauñas”, aunque estos a la larga rayen las sartenes. Son para gente que tiene tiempo para fregar, que no va con prisas por la vida, de lo contrario mejor seguir con los clásicos estropajos.

2. Poca retención de la espuma

Aunque son bastante espumantes, y muy higiénicos debido a que el agua se lleva fácilmente la espuma y la suciedad, precisamente esta virtud hace que retengan poco la espuma, no tienen capilaridad para ello. En consecuencia seguramente gastareis el doble de detergente lavavajillas.

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