Una visión diferente del Principado de Asturias a través de sus protagonistas, con noticias, reportajes, entrevistas y análisis sobre su actualidad política, social y económica.
El futuro de los trabajadores de la planta de Tenneco de Gijón, en manos del juez

Al final, la decisión de anular el ERE que ha presentado la multinacional de amortiguadores para automóvil, Tenneco, recaerá en el juez de lo social que lleve el despido masivo de los 230 trabajadores e impedir el cierre de la factoría de Gijón con medidas cautelares. Esa es la única salida factible a la que ha llegado el Comité de Empresa tras la reunión celebrada en Oviedo con los representantes del comisario de Industria, del Ministerio de Industria y del Gobierno del Principado de Asturias.
Tras el encuentro en Bruselas, quedaron emplazados para el 27 de diciembre en la capital asturiana para seguir estudiando una solución al cierre de la factoría. Todos acudieron menos el directivo de Tenneco, el vicepresidente de Global Manufacturing Development, Mike Charlton, que dio plantón a Diego Canga, en representación del comisario de Industria, Antonio Tajani, a Alejandro Cros, del Ministerio de Industria, y al consejero de Economía, Graciano Torre, del Gobierno asturiano.
Con los informes de viabilidad de la empresa, elaborado por SECAFI, y el de la inspección de Trabajo, que estima que Tenneco actuó de “mala fe en la negociación con los sindicatos” y considera caducado el ERE, por haber sobrepasado la empresa el plazo legal para tramitarlo ante el Principado, los presentes en la reunión afirman que la multinacional “se ha saltado a la torera la norma europea y española”.
El informe de los técnicos de la inspección servirá de argumento de cara a la impugnación judicial del despido colectivo. Si los tribunales atienden a las irregularidades detectadas y declaran nulo el expediente, Tenneco tendrá que readmitir a los trabajadores e iniciar una nueva negociación con el Comité de Empresa.
El consejero de Economía y Empleo, Graciano Torre, se despachó a gusto contra la multinacional estadounidense, de la que resaltó su “falta de decencia en las relaciones humanas y personales, porque mira que no hay días en el mes para enviar la carta de despido, que no sea en Nochebuena”.
La dirección de Tenneco envió el día de Navidad los burofax, comunicando el finiquito a la plantilla y el despido con efecto a 1 de enero de 2014. Desde entonces, los trabajadores de la planta de Gijón permanecen encerrados para evitar que la empresa se lleve la maquinaria.
En nombre del Gobierno de Asturias, Graciano Torre se ha comprometido a poner en marcha cuantas medidas permita la legislación para evitar el cierre de planta de Gijón. Los técnicos de la consejería están examinando la situación de la maquinaria para “hacer reflexionar a la dirección de la empresa de que, desde el punto de vista legal, este no es el camino y el método a seguir”.
La guerra de la multinacional estadounidense Tenneco contra la plantilla y el Ejecutivo asturiano va para cuatro meses y, de momento, ni el Ministerio de Industria, ni la Comisión Europea ni el Gobierno del Principado han logrado detener la decisión de cierre de la planta asturiana y su traslado a Polonia. Ahora, le toca a la Justicia actuar.