El Teatro Colón de Buenos Aires rompe moldes con una ópera sobre mayo del 68

El Teatro Colón de Buenos Aires, considerado como unos de los centros operísticos más importantes del planeta, rompió moldes estrenando una singular y vanguardista ópera que conmemora en Argentina el cincuentenario de mayo de 1968, movimiento que produjo importantes cambios culturales en el mundo.

La ópera, denominada “68”, es obra de Matías Feldman, Nicolás Varchausky y Marcelo Brodsky y su representación se lleva a cabo en el Centro de Experimentación del Colón, donde estará en cartel hasta el 16 de diciembre con siete únicas representaciones.

La singularidad de este espectáculo contemporáneo reside en su concepción como una mezcla de luz sonido, artes visuales y música vocal, en la que irrumpen con fuerza los ruidos y donde los actores ponen en escena diversos episodios que concluyen en un casi esperpéntico debate sobre los problemas sociales.

Con música para voces, foley (con objetos) y electrónica, la ópera es fruto de un profundo estudio, tanto de los efectos del mayo de 1968 como del desarrollo de las ideas, llevado a cabo por Matías Feldman, Nicolás Varchausky y Marcelo Brodsky, artista visual con fuerte implicación en la investigación sobre el mayo del 68.

En realidad, la obra, que supone una apuesta del Teatro Colón por nuevas formas creativas, es un punto de partida para recordar y pensar sobre aquel estallido social francés que llamó la atención del mundo entero y que en el entorno más inmediato tuvo réplicas como el denominado “Cordobazo”, movimiento originado en la ciudad argentina de Córdoba con el estallido de diversas protestas sociales.

La obra dibuja un mayo del 68 como si fuera un prisma que refleja y proyecta preguntas y reflexiones críticas que traspasan las épocas y los continentes.

Con una escenografía realizada por el director teatral Matías Feldman, “68” cuenta con el apoyo de las artes visuales modernas, en concreto con ocho pantallas de seis por dos metros, en las que se exhiben constantemente vídeos elaborados por Mercelo Brodsky y Alejandro Chaskielberg

En la puesta en escena más convencional, que se produce una vez que el público ha tenido que deambular por distintos lugares del Centro de Experimentación, Miguel Pesce dirige el “Ensamble Vocal Cámara XXI”, integrado por 25 jóvenes cantantes con formación vocal y amplia experiencia musical.

Agustin Genoud como ruidista; Hernán Lewkowicz por la voz en off; Miren Begoña Cortazar y Nicolás Mannara, como artistas foley; Mariano Cura y Daniel Hernández en la puesta sonora; Simón Pérez como asistente musical; Gianna Guerrante como diseñadora de vestuario, y Ricardo Sica como diseñador de luces, son los principales apoyos de esta producción operística.

El más polifacético de todos los integrantes es el artista visual y activista de derechos humanos Marcelo Brodsky, que además de diseñar los vídeos del espectáculo y exponer fotografías que lo acompañan es coautor de la ópera e interviene en la misma como actor.

Los actores representan en escena una disputa de espacios de poder y de símbolos que provocaron en el mayo del 68 grandes cambios culturales y proyectan una experiencia sensorial, de pensamiento, acción e imágenes que rememoran lo acontecido hace 50 años.

Las movilizaciones estudiantiles y populares que en mayo de 1968 se originaron en Francia, pero también en distintas partes del mundo, marcaron las últimas décadas del siglo XX.

Los jóvenes, principalmente estudiantes, y los trabajadores se echaron a las calles de las grandes ciudades para reclamar mayor presencia en las decisiones sociales y mayor libertad política y sexual.

Esos movimientos transformadores estaban plagados de contradicciones que se reflejan en el diálogo final de “68” con propuestas tan inauditas como conversar sin conversar o dialogar sin dialogar.

El pasado mes de octubre, el portal italiano Travel 365 eligió al Colón como el teatro de ópera más importante del planeta por considerarlo “un verdadero monumento del arte teatral, lírico y acústico, sin duda de los mejores de todos los tiempos”.