Fallece Burt Reynolds, uno de los últimos iconos del viejo Hollywood
Hollywood despide a una de sus estrellas más veteranas: Burt Reynolds. El protagonista de filmes como El clan de los rompehuesos, Deliverance y Los caraduras ha fallecido este jueves 6 de septiembre a los 82 años, informa Variety.
Una de los actores más solicitados y reconocibles del cine estadounidense de los setenta, el intérprete tuvo una carrera posterior irregular con puntos álgidos como la nominación al Oscar en calidad de mejor actor secundario que obtuvo por Boogie Nights.
En el último años había vuelto a los titulares por partida doble: por un lado, el drama The Last Movie Star, dirigido por Adam Rifkin (y disponible en España a través de Filmin), donde encarnaba a un personaje con mucho en común con él, una vieja estrella del viejo Hollywood en el ocaso de su vida; por otro, por su participación en Once Upon a Time in Hollywood, la novena película de Quentin Tarantino, con uno de los papeles principales.
Se desconoce si Reynolds había concluido ya su trabajo en el filme, centrado en la industria cinematográfica en Los Angeles del 1969 y con los asesinatos de la secta de Charles Manson como telón de fondo. Reynolds se incorporó al filme para encarnar a George Spahn, el propietario del rancho donde se instalaría la “familia” Manson a finales de los sesenta.
Una carrera llena de éxitos, desencuentros y titulares
Nacido en 11 de febrero de 1936 en Michigan, se crió en Florida, donde destacaría en el fútbol americano, antes de que un accidente de tráfico truncara su carrera. Tras ello, se trasladaría a Nueva York para tratar de buscar fortuna como actor.
La televisión sería su cuna profesional, y tras varios años con pequeñas intervenciones episódicas, empezaría a destacar con papeles más relevantes en títulos como La ley del revólver o Hawk. Aunque a mediados de los sesenta recibiera sus primeros protagonistas de cine, como en el spaghetti western Joe, el implacable (cuenta la leyenda que aceptó el rol creyendo que el filme estaría dirigido por Sergio Leone, cuando en realidad su responsable era su tocayo Corbucci) y otra del Oeste, Los 100 rifles, rodada en Madrid, su fuerte carácter y su presencia habitual en programas de televisión impedían que su consolidación en la meca del cine cristalizara.
Sería a partir de los años setenta, con cintas tan dispares como Deliverance de John Boorman (su estreno coincidiría con la portada que protagonizó, desnudo, para Cosmopolitan, algo que generaría infinidad de comentarios y de lo que se arrepentiría años más tarde), Todo lo que usted siempre quiso saber sobre el sexo* pero nunca se atrevió a preguntar de Woody Allen, Rompehuesos de Robert Aldrich y Los caraduras de Hal Needham. También inauguraría su currículo como director con Gator, el confidente en esta misma década. A estas seguirían otros títulos reconocibles en el siguiente decenio, Los locos del Cannoball, Ciudad muy caliente, que coprotagonizaría con Clint Eastwood a las órdenes de Richard Benjamin.
Su popularidad iría en declive durante los ochenta, y se refugiaría en la televisión, con La familia Newton, sitcom para CBS que se mantendría en antena durante 4 años (de 1990 a 1994), en compañía de Marilu Henner (Taxi), Ossie Davis y Hal Holbrook. Cinematográficamente hablando, la segunda mitad de los noventa le resultaría más propicia, gracias a Striptease y, sobre todo, a Boogie Nights.
Una experiencia esta que, pese a los réditos que le granjearon, no fue particularmente placentera. Tal y como el propio Paul Thomas Anderson reconoció, la tensión entre el veterano actor y él fue evidente durante el rodaje, en buena medida por desavenencias con la manera de abordar ciertas escenas. Lo cierto es que esta clase de desencuentros fueron habituales: hombre temperamental y tajante, de la vieja escuela, mantuvo importantes enfrentamientos públicos con otros compañeros de la industria del entretenimiento, desde Kathleen Turner, Elmore Leonard o Marlon Brando, que en más de una ocasión manifestó el desprecio que sentía hacia su colega de profesión.
Con todo, esta resurrección fue un espejismo, y Reynolds no tardaría en volver a la televisión y a los presupuestos reducidos y al margen de los estudios. Intervendría con un divertido personaje en Me llamo Earl y tendría una aparición especial en la serie de espías Último aviso con un rol muy autoconsciente, el de un tipo duro que se niega a aceptar su vejez.
A lo largo de su carrera, que se extiende durante seis décadas, obtendría un dos Globos de Oro (por Boogie Nights y por La familia Newton) y un Emmy (por la citada producción televisiva), entre otros muchos reconocimientos.
Casado en dos ocasiones con la cómica Judy Carnes, en los sesenta, y con Loni Anderson, con quien viviría un turbulento divorcio a principios de los noventa, también vivió un publicitado romance con Sally Field. Deja un hijo Quinton Anderson Reynolds, que adoptara con su segunda esposa. En los últimos años, su salud se había resentido de forma evidente, lo cual no le impidió continuar con su actividad. Además Once Upon a Time in Hollywood, la muerte de Reynolds llega cuando aún tenía otras tres producciones en postproducción.