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Una vuelta a los orígenes con “Siempre me resistí a que terminara el verano”

Una vuelta a los orígenes con "Siempre me resistí a que terminara el verano"

EFE

Madrid —

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El actor, cantante, e intérprete Asier Etxeandia vuelve a las tablas de un teatro, pero esta vez como productor, con “Siempre me resistí a que terminara el verano”, una obra que relata el regreso a los orígenes para entender el presente, y que se estrena este viernes 30 de octubre en el Teatro Marquina.

“Queríamos hacer algo diametralmente opuesto a 'El Intérprete'”, explica Asier Etxeandia, sobre la razón por la cual el segundo proyecto de Factoría Madre Constriktor, empresa que montó junto a otros tres socios, entra de lleno en el teatro, ha comentado durante la presentación de la obra sobre el escenario del Teatro Marquina.

Coproducida por SEDA, y escrita y dirigida por Lautaro Perotti, “Siempre me resistí a que terminara el verano” narra la historia de tres antiguos amigos que se encuentran, después de muchos años, y reviven sus orígenes y todo lo que vivieron juntos durante el proceso de convertirse en adultos, como la prostituta que los “desvirgó”.

Se trata de “encontrarse con uno mismo, saber quién es uno mismo y volver a casa”, ha explicado Etxeandia, ganador de un premio MAX por “La avería” en 2012, que esta vez no participa en la escena actoral de la obra, como sí hizo en el exitoso “El Intérprete”, pero sí es el autor de la música original del montaje.

El polifacético artista había construido, según su relato, una “canción homenaje a una mujer imaginaria: la madre tierra, una mujer fuerte, perfecta”, dice, y cuando leyó el texto de Perotti supo que la canción que había escrito “tenía que ver con eso”, añade.

“A partir de la melodía creamos la banda sonora, quería que la canción sonara como algo que nos trae nostalgia, algo emocional y épico”, dice Etxeandia sobre un sonido rock con apuntes de cuerda que lleva al espectador, según ha relatado, al interior de los lugares y momentos por los que transitan los protagonistas.

Con el personaje de Raúl (Andrés Gertrudix) como motor de la historia, con su llegada al pueblo tras la muerte de su madre, y el bar Caimán como núcleo, “Siempre me resistí a que terminara el verano” habla sobre “crecer” y “el paso del tiempo”, en palabras del autor, pero no como hecho cronológico sino como proceso en el que uno aprende “cuáles son las cosas valiosas que le interesan y qué es lo que le interesa al resto”, ha revelado Perotti.

Con Pablo Rivero en el papel de Andrés, fiel amigo de Raúl que le acompaña en su vuelta al pueblo, y Unax Ugalde como José Antonio, un viejo amigo de ambos que nunca se fue del pueblo, el encuentro sucede en el Caimán, lugar en el que descubrieron su sexualidad, y en presencia de Isabel (Estefanía de los Santos), la prostituta que les enseñó “todo” en su pubertad.

“Es un viaje emocional a quiénes somos, lo que hemos sido y lo que queremos ser”, resume De los Santos, la única mujer sobre el escenario, y la persona que, además de iniciarlos sexualmente a todos, según han relatado, les dio el lugar de “contención, e imaginación” para salir de la pubertad y transformarse en hombres.

Santi Marín en el papel de Diego, un joven desprejuiciado que los tres amigos desconocían pero que hace que su estadía en el pueblo se prolongue, completa un elenco que se verá en ocasiones alterado por la alternancia de este actor, de gira con la obra “Antígona” de Miguel del Arco, con Samuel Viyuela.

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