Este blog se ocupará de las series más influyentes del momento, recomendará otras que pasan más desapercibidas y rastreará esas curiosidades que solo ocurren detrás de las cámaras.
'The Tunnel': la sorpresa llegó en la segunda temporada
Algunas series lo tienen difícil para evitar algunas etiquetas. The Tunnel partía como el segundo remake de la danesa Bron/Broen, con lo de comparaciones inevitables y odiosas que esto conllevaba, y tras su renovación lo cambió por el reto de resultar lo relevante que no había conseguido ser con su primera temporada. En vez de enfrentarse a la maldición de la segunda temporada que sobrevuela algunas series que sí consiguen ser una revelación, los creadores de The Tunnel (Movistar+) consiguieron una oportunidad de empezar de cero y librarse de la sombra alargada de la serie madre.
Lo que pocos nos esperábamos es que la serie francobritánica consiguiera hacerlo de una forma tan sorprendente que la ha colocado entre las series imprescindibles de 2016. La historia engancha y los personajes nos han mostrado nuevas aristas que no habían sido aprovechados en la primera tanda de 10 capítulos.
La premisa sigue siendo la misma: dos policías muy diferentes, en este caso por personalidad y nacionalidad, condenados a entenderse y que terminan conectando más allá de los profesional pero sin tener que hacerlo necesariamente en lo sentimental. Para engancharse a la segunda temporada no es necesario haber visto la primera pero no está de más recordar algunos antecedentes.
The Tunnel arrancaba con la aparición de un cadáver en el Eurotúnel (en la original era en el puente que une Dinamarca y Suecia). Medio cuerpo estaba en suelo francés y el otro medio en suelo británico, por lo que la investigación era liderada por un detective de cada país. Karl Roebuk (Stephen Dillane, Stannis Baratheon en Juego de Tronos) es un policía británico con problemas familiares con tendencia a meterse en líos, y Elise Wasserman, su colega francesa, es una policía con problemas para empatizar con las víctimas y socializar con sus compañeros.
Este personaje y la actriz que le da vida, Clémence Poèsy (Harry Potter), tenían además el reto extra de combatir la alargada sombra de Saga Nóren, la policía sueca que tanto hizo destacar a Bron/Broen. La historia de The Tunnel en su primera temporada era una adaptación de manual, con leves cambios, de la serie original. Nada nuevo para los que ya conocían la historia y poco transcendente para los que se enfrentaban a ella por primera vez.
La segunda temporada ya es otra historia, en más de un sentido. Los dos protagonistas cargan con algunas herencias emocionales pero abordan, como los espectadores, el caso que tiene que investigar como el verdadero comienzo de The Tunnel fuera su segunda temporada.
Un secuestro, otra vez el Eurotúnel como escenario para conectar a las policías británica y francesa, y un sabotaje de un avión en el Canal de la Mancha ponen de nuevo en contacto a Karl y Elise. El atraviesa por una complicada situación familiar que intenta no asumir del todo simulando que todo va bien y ella está asistiendo aún seminario sobre dotes de liderazgo y gestión de equipos.
Se parecen mucho los personajes que conocimos en la primera temporada pero sin embargo ya no son las mismas personas. Descubrirlos por primera vez o descubrirlos de nuevo es una de las razones para aplaudir el resteo de The Tunnel, pero también la nueva historia que plantea: impactante y tan actual que algunos detalles dan escalofríos.
Si buscas una serie para el verano, de las que se quedan atrás por falta de tiempo o de esa lista tan socorrida de series que no te deberías estar perdiendo, The Tunnel añade su candidatura al top seriéfilo de 2016.
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