Un equipo de investigación de la UV propone revisar los conciertos educativos para evitar la segregación escolar
El equipo de investigación sobre el mapa escolar de València ha presentado este jueves sus propuestas para reducir la segregación escolar en la ciudad. La investigación, realizada mediante un convenio entre la Universitat de València y el Ayuntamiento, ofrece conclusiones alarmantes sobre la segregación del alumnado extranjero, pobre y de la periferia en colegios con menor apoyo presupuestario público frente a un alumnado autóctono en centros públicos o concertados más prestigiosos.
El informe propone una batería de medidas para reducir la segregación escolar. Así, el equipo de investigación pide “analizar y revisar la adecuación de los conciertos educativos a las condiciones exigidas de satisfacer necesidades de escolarización y atención a poblaciones desfavorecidas” o financiar a la escuela teniendo en cuenta “la desigualdad de oportunidades educativas” y establecer “mecanismos de asignación de recursos que luchen contra la segregación escolar”.
La composición de los centros, según ha detectado la investigación, está muy condicionada por la gestión del proceso de admisión del alumnado. Así, el informe propone la unificación de los criterios de ponderación y que la proximidad a los centros escolares se contabilice de forma independiente de la zonificación. Además, también pide la creación de Oficinas Municipales de Escolarización, evitar los cambios de centro causados por dificultades de escolarización hacia centros con una elevada concentración de problemáticas sociales, aun disponiendo de vacantes, y una “buena política de reserva de plazas para el alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo”.
Los investigadores inciden en la necesidad de campañas informativas y de sensibilización, de información transparente y homogénea en el proceso de elección del centro escolar y de un sistema de indicadores sobre la equidad del mundo educativo. Así, el informe propone un acompañamiento específico para familias desfavorecidas y una guía para el proceso de escolarización traducida a varios idiomas.
Los autores consideran que no se debe utilizar “el porcentaje de solicitudes de los centros escolares como principal y, mucho menos, único indicador del éxito en el proceso de admisión del alumnado”, por lo que se debería completar con otros indicadores que evalúen la equidad tanto en la demanda como en la composición social de los centros.
Sobre la programación del sistema educativo, el informe propone eliminar la zonificación de los criterios prioritarios de admisión por proximidad y computarla mediante la distancia a los centros escolares independientemente del distrito escolar en el que se encuentren ubicados. Además, los investigadores también proponen “frenar la extensión de la jornada continua mientras no se demuestre su inocuidad” y evitar ampliaciones de ratio en los centros que generen sobreoferta en la zona en la que se ubiquen (los distritos centrales de la ciudad han llegado a tener una sobreoferta del 25,83%).
El profesor de Sociología de la Universitat de València José Manuel Rodríguez Victoriano ha presentado junto al resto del equipo académico las propuestas del informe para reducir la segregación escolar. “Hemos constatado un proceso grave de segregación escolar”, denuncia el sociólogo. Rodríguez Victoriano aboga por transmitir el mensaje de que “hemos sido capaces de construir una escuela pública de calidad e integradora” pero lamenta que no haya demasiada voluntad de “afrontar esta situación”, según declara a eldiario.es.
El director de la investigación sobre el mapa escolar de la ciudad también reprocha a la Conselleria de Educación que no haya facilitado “la mayoría de los datos” solicitados, en algunos casos incluso por registro de entrada en el departamento que dirige Vicent Marzà. “Los datos son poder y no los quieren hacer públicos, está en la frontera de la opacidad”, señala Rodríguez Victoriano.
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