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José Palazón: “Que no le quepa la más mínima duda al ministro de que hay más imágenes”

José Palazón/ Fotografía: Robert Bonet

Gabriela Sánchez

Siempre habla en plural, aunque parece que grita solo desde Melilla. Se encuentra arropado, asegura, pero en silencio. José Palazón, director de la ONG local Prodein, está en el punto de mira. Este domingo, el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, citó su nombre en una entrevista del programa Salvados de La Sexta. Le acusaba de mentir.

José Palzón lleva cerca de dos décadas denunciando las vulneraciones de derechos humanos producidas por los diferentes Gobiernos en la ciudad fronteriza de Melilla. Sus vídeos han demostrado las expulsiones ilegales de inmigrantes cuando pocos sabían qué era eso de “devoluciones en caliente”, cuando el Gobierno de turno las ejecutaba en la penumbra. En 2005 las descubrió. Poco después consiguió las primeras pruebas; las autoridades las negaron. En 2014 nuevas imágenes de su organización culminaron en la imputación del coronel jefe de la Guardia Civil melillense por estas prácticas. La teoría con la que el Ministerio del Interior justificaba estas deportaciones quedaba en entredicho.

En la entrevista de este domingo, Fernández Díaz se refería a un hecho concreto: “El señor Palazón de Prodein dijo que esta persona había sido llevada al Hospital de Nador y que le faltaba un riñón. Luego se desdijo. Esa persona no tuvo ninguna agresión y esa actuación fue simulada, no estaba inconsicente ni fue ingresada en el hospital. Simuló que estaba inconsciente y herida”, espetó el ministro mientras el entrevistador, Jordi Évole, enseñaba estas imágenes grabadas el pasado el 15 de octubre:

El vídeo muestra como la Guardia Civil apalea a Dani, un ciudadano camerunés que permanecía encaramado a la valla de Melilla tras un intento de entrada irregular. Después de los golpes, el inmigrante cae al suelo. No se vuelve a mover. Los agentes le atan de pies y manos y lo devuelven de forma inmediata a Marruecos, una práctica ilegal según la Ley de Extranjería y los convenios internacionales.

Cuatro días después, Prodein denuncia que el joven apaleado había perdido un riñón y tenía medio cuerpo paralizado. La Guardia Civil lo negaba. Al día siguiente, después de muchas informaciones contradictorias, el hospital y los centros sanitarios de Nador, la ciudad más cercana a Melilla, desmienten que ninguna persona de origen subsahariano haya sido ingresada con ese cuadro en una información publicada por eldiario.es. El Gobierno insiste en que Dani no estaba ni siquiera herido y que “simuló” estar inconsciente. José Palazón asegura que estuvo sin poder moverse durante semanas.

Palazón aclaró que los datos le llegaban del hermano del joven apaleado y él se limitió a transmitirlos. ¿Fue un error? “Fue quizás una precipitación como consecuencia de la indignación que teníamos por lo que vimos. Quizás un error, pero no una mentira”, responde Palazón, desde la ciudad cuya sociedad, según dice, acude a él cuando “tienen todas las puertas cerradas”.

Describe su organización como “el servicio de Urgencias de un hospital, vienen a nosotros como último remedio”. Reconoce cierto rechazo social en su día a día en Melilla. Señala a un culpable: el miedo. “Si un melillense se relaciona conmigo y alguien lo ve, es un sucidio (social). Se queda marcado. Y en un lugar donde se depende tanto del trabajo público o de las subvenciones es complicado. Las autoridades no pueden verles conmigo pero mucha gente, con precaución, está”, confiesa Palazón. Es uno de los ejemplos de las presiones que, sostiene, “están por todas partes”.

Pregunta: “Señor Palazón...”

Respuesta: Sí. [Risas].

Así se refirió a usted el ministro del Interior para hablar del caso de Dani, el chico apaleado por la Guardia Civil en la valla y devuelto de forma ilegal, aparentemente inconsciente, el pasado 15 de octubre. Fernández Díaz mencionó la información que había difundido: denunció que tenía un riñón destrozado y un lado del cuerpo paralizado. Finalmente parece que no era así. ¿Qué pasó?

Después de la paliza que le pegaron, teníamos miedo de su estado físico. Temíamos que estuviese muerto. Al día siguiente recibimos un correo electrónico de un hermano suyo diciendo que estaba muy grave, que posiblemente perdiera un riñón. El hermano pensaba que le habían llevado al Hospital de Nador. Lo que en realidad había pasado es que él había interpretado que le llevaban a un hospital porque tras el intento de salto le metieron en un autobús. Pero en realidad no fue así.

No dijimos que le quitasen el riñón. El hermano nos dijo que lo tenía destrozado, transmitiendo lo que le contaron en esos primeros momentos.

¿Qué había ocurrido en realidad?

Después nosotros hicimos gestiones y, al día siguiente, lo localizamos y lo vimos. Según nos ha contado él mismo y sus compañeros, efectivamente lo subieron a un autobús, iba a Nador. Los compañeros de Dani se percataron de que el autobús no iba a parar en el hospital, sino que se dirigía a Fez. Por este motivo, unos cuantos se amotinaron para pedir que le llevasen al médico. Las fuerzas auxiliares pararon el autobús y dejaron que salieran dos chavales que cargaron con Dani, que estaba inconsciente. Los amigos tenían miedo de represalias y, en vez de llevarlo al hospital, cogieron un taxi y lo llevaron hasta el monte Gurugú. Allí estuvo dos semanas sin atención médica.

A las dos semanas, según nos cuentan los chavales, se lo habían llevado al hospital Hassani de Nador. Por tanto sí fue al hospital, pero más tarde. Tenía contusiones en el lado derecho, no le hicieron radiografía ni ecografía, le mandaron antiinflamatorios y regresó al monte. Hemos hecho seguimiento y tardó mucho en recuperarse, le costaba mucho andar, no le podía ni rozar medio cuerpo, le dolía mucho.

Le han acusado de mentir. ¿Lo hizo?

No. Fue quizás una precipitación como consecuencia de la indignación que teníamos por lo que vimos. Quizás un error, pero no una mentira como a las que acostumbra Jorge y su parroquia.

¿Este error puede ensuciar años de denuncias demostradas? ¿Cree que se está utilizando para desprestigiarle?

En muchas ocasiones me lo echan en cara. Hablan del riñón. Yo respondo que ya expliqué lo que pasó... Pero el debate siempre se quiere llevar a este tema. Hay una acusación, hay una investigación judicial abierta. Este hecho es una anécdota dentro de una investigación que incluye malos tratos, ausencia de asistencia sanitaria, devoluciones ilegales etc.

Pero el ministro solo habla del riñón. Hace un mundo de ese detalle y sigue engañando diciendo que Dani realizó “una simulación” y afirmando que fue mentira que estuviese herido e inconsciente.

¿Qué consecuencias tuvieron los golpes de los agentes que se ven en sus imágenes sobre el cuerpo de Dani? ¿Cómo está en la actualidad?

Tenía la parte derecha paralizada del dolor. No le podían rozar sin que le doliese. Tenía muy duro e inflamado todo el lado del hígado, estaba boca arriba y no podía darse la vuelta. Estuvo dos semanas sin casi poder moverse.

Dani está bien ahora. Está aterrorizado, dice que nunca más lo intentará por la valla y está ahorrando para venir en una patera.

El hecho de que te cite el ministro del Interior en un programa de televisión en prime time, con tanta audiencia, ¿qué consecuencias puede tener sobre un activista que parece que grita solo desde Melilla las vulneraciones de derechos humanos que se cometen en la frontera?prime time

No me lo había planteado. Ya más presiones de las que tenemos es complicado... - ríe-. Están por todas partes. Entre las investigaciones, las acusaciones... Para la 'parroquia' de seguidores de Fernández Díaz imagino que, el hecho de que me nombre, provocará que estos me desprestigien.

Cualquier traspiés lo vamos a tener que pagar toda la vida. Pero por eso no vamos a dejar de hacer lo que hacemos. Nuestra causa es mucho más importante.

¿Qué presiones tienen? ¿Ha dicho que existen investigaciones sobre usted?

Intuyo que ahora hay alguna investigación abierta, sí. Pero no es nada nuevo, nos pasa desde hace más de 10 años. Yo soy muy despistado, puede estar yendo alguien detrás de mí y no me entero, me da igual.

Pero yo siempre he pensado que el hecho de que me sigan y que me investiguen, lejos de perjudicarme, ayuda ademostrar nuestra verdadera misión. Despeja las dudas: han dicho que ayudamos a los inmigrantes a saltar la valla, han dicho miles de bulos. Si hacen investigaciones profesionales, se darán cuenta de que esto no es así porque todo está muy claro.

¿Alguna vez ha comprobado que le espían?

Continuamente. De vez en cuando llegan a nuestros círculos personas que intuímos que quieren información. Aparece alguien que no conoces, quieren quedar contigo y te pagan los cafés. La mayoría son marroquíes y la verdad que estos son muy burdos, se les ve enseguida...

Me consta que hay investigaciones. Hace años, un amigo mío que era político fue a la Delegación del Gobierno en Melilla y el delegado le saco un carpetón con expedientes, informes sobre mí, fotografías mías...

¿A nivel social siente también el rechazo en Melilla?

Sí, pero por el miedo, no por la gente. Por culpa de los politiquillos de Melilla. La gente tiene miedo de que les vean conmigo. En esta ciudad la mayoría depende de un trabajo público o de algún tipo de subvención o ayuda... Si ven que andan con Palazón, la primera vez les van a llamar la atención; la segunda, tiene consecuencias. Con los medios de comunicación melillenses y sus periodistas ocurre lo mismo.

Me ha pasado, por ejemplo, ir por la calle con un amigo y que este se quede mirando un escaparate y me diga disimulando. “Sigue, sigue... Que está ahí fulanito y me puede ver contigo”.

¿Esto no le afecta, Palazón?

No, no. No me afecta. El interés que defendemos es mucho mayor que los prejuicios que pesen sobre nosotros. Llevamos ya mucho tiempo, esto no puede afectarme.

Si un melillense se relaciona conmigo y le ven en actividades de la asociación, lo tendrá muy difícil para buscarse la vida en Melilla. Se quedan marcados. Lo hacen con mucha precaución. Nadie quiere hablar con nosotros. Pero, después, si a alguien le sucede algo con las instituciones melillenses, después de agotar todas las vías posibles para solucionarlo, acaban acudiendo a nosotros.

Somos como el servicio de Urgencias de un hospital. Y lo utiliza mucha gente: organizaciones, trabajadores de muchas instituciones... Tomando mucha precaución, vienen a nosotros porque saben que podemos hablar. Por eso, en realidad, la asociación esta muy implicada en la sociedad pero siempre cuando las otras puertas están cerradas, cuando ya no tiene remedio. La asociación está muy bien aceptada en la sociedad aunque no tenga un reconocimiento expreso por parte de esta, porque sería un suicidio.

¿Esto no es egoísta?

Podemos denunciar y actuar contra el Gobierno, pero tenemos esa desventaja. Ellos, aquellos que hacen las cosas diplomáticamente, son necesarios. Y nosotros también, para cuando todas las puertas estén cerradas.

Como para las personas que tratan de llegar por la valla.

Claro. Los bienes que protegemos son mucho más importantes que cualquier otra cosa.

El ministro dijo en la entrevista de Salvados que la expulsión de Dani era un caso concreto cuando Jordi Évole le preguntó sobre las devoluciones de personas que superan toda la alambrada. “Si hubiese más, habría más vídeos”, dijo. ¿Existen más imágenes?

Que no le quepa la mas mínima duda al ministro de que hay muchas más imágenes y que muchas de ellas están en el juzgado. Ahí es donde tendrá que defenderse. Fíjate, esa debe ser la única verdad que ha dicho. Hay muchos más vídeos.

Este año ha tenido muchos reconocimientos. ¿Son un respiro entre todas estas presiones que describe?

Hemos tenido un gran reconocimiento, sí... Pero también 'desreconocimientos' -ríe- . Ha habido varios premios que destacan nuestro trabajo y nos dan un poco más de protección. Pero 2014 fue la prolongación de 2013, un año funesto.

Se ha vuelto a producir un pico de violencia desproporcional en la valla y en el mundo de la inmigración. Ocurrió en 2005 y en 2006 fue tan fuerte que pensamos que aprenderíamos y no se podría volver a producir. Pero aquí estamos. Europa empieza en los Pirineos.

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