Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

El tío de Samba Martine, después de que el caso quede visto para sentencia: “Esperamos que los culpables sean sancionados”

El letrado de la migrante fallecida en el CIE de Aluche: "Sus síntomas se banalizaron"

Gabriela Sánchez

La última vista del juicio por la muerte de Samba Martine llegaba a su ecuador. Mientras la acusación exigía condena contra el único juzgado por homicidio imprudente, el tío de la mujer congoleña que falleció en el CIE de Madrid irrumpió en la sala y tomó asiento para seguir el desarrollo de los informes finales de ambas partes. “Tenía que estar aquí. Hemos esperado este día”, ha indicado a las puertas del juzgado Dyan Mbala Luimbu, después de que el caso de la muerte de su sobrina haya quedado visto para sentencia.

El tío de Martine ha querido acudir al juzgado de lo Penal número 21 de Madrid en representación de su familia, pues el resto de allegados de la fallecida viven en el extranjero. Mbala Luimbu ha hablado con la prensa por la madre de Martine, Clementine Njiba, quien desde Canadá, su país de residencia, aguarda la decisión del juez. Y por Bijoux, la hija de Samba, quien, tras quedar huérfana con nueve años, vive en Francia, adonde esperaba llegar junto a su madre antes de su encierro en el CIE de Aluche.

“Nosotros esperamos la decisión del juez. Y esperamos que los culpables sean sancionados, porque han cometido faltas”, ha continuado Mbala Luimbu. “Creo que se ha cometido una imprudencia que ha derivado en este hecho”.

Han pasado más de siete años desde la muerte de Samba Martine, la mujer congoleña portadora de VIH que falleció después de más de un mes de encierro en el CIE de Aluche, donde no le realizaron ninguna prueba diagnóstica para hallar la afección que provocaba las dolencias por las que pidió recibir asistencia médica hasta en once ocasiones.

“Los síntomas no eran banales, se banalizaron”

El juicio ha finalizado con la exposición del informe de las partes. El abogado de la familia, Víctor Díaz, ha solicitado una sentencia condenatoria de un año y medio de prisión e inhabilitación de tres años y medio por homicidio imprudente para el doctor juzgado, quien atendió a la fallecida en dos ocasiones, el 15 y el 30 de noviembre.

Entre la primera y la segunda consulta Martine presentaba las mismas dolencias: dolor de cabeza, dolor de pecho, roncos y sibilancias, a las que se sumó el dolor de oídos. Desde la defensa del acusado han mantenido que se tratan de síntomas que no activan las alarmas sobre una enfermedad más grave, a lo que ha respondido el abogado de la familia de la fallecida en su informe final: “Los síntomas de Samba no eran banales, se banalizaron. Si se hubiese dado una buena contextualización de quién era la paciente se debería haber hecho de otra manera”.

En esta línea, Díaz ha destacado que “en ningún momento se tuvo en consideración su país de origen, y todos los facultativos nos han dicho que era fundamental”. El médico acusado afirmó en su declaración ante el juez que desconocía saber su lugar de procedencia porque en la consulta trataban “a todos por igual”. Todos los peritos coincidieron en que África Subsahariana es una zona con alta incidencia del VIH, por lo que se trataba de un criterio a tener en cuenta para solicitar el test del virus.

“Aunque no se pudiera curar, merecía ser tratada”

La letrada de la acusación popular, practicada por la ONG Ferrocarril Clandestino, ha pedido dos años de prisión y seis de inhabilitación. “La conducta que se le imputa no es no haber diagnosticado la cirptococosis (la enfermedad de la que falleció) sino no haberle hecho diagnóstico alguno”. Fernando H. V. reconoció no haber realizado ninguna prueba a pesar de que los síntomas identificados en su primera consulta se mantenían la segunda ocasión que asistió a Martine, 15 días después. “No se indagó sobre el estado de salud de Samba. No sabía que tenía VIH, porque no le preguntó. Su obligación era preguntar. Él tenía la obligación de saber qué patología que tenía Samba”.

En este sentido, la abogada Patricia Fernández ha insistido en que Fernando H. V. “no realizó actuación alguna para descartar el VIH”, a pesar de que los peritos afirmaron “que debía haberlo realizado”. “¿Qué hubiera ocurrido si se hubiese solicitado el traslado al hospital? Que hubiera sido tratada. ¿Se podría haber curado? En un 70% [según los peritos]. Aunque no se hubiera podido curar, Samba merecía ser tratada”, ha concluido la letrada.

La Fiscalía pide sentencia absolutoria

Por su parte, la Fiscalía ha pedido una sentencia absolutoria para el acusado pues a su juicio “no ha incurrido en ninguna negligencia”. Para argumentarlo, el fiscal ha basado su informe en que Fernando H. V. solo asistió a Samba Martine en dos ocasiones y “diagnosticó síntomas que apuntaban a una gripe”.

Durante la segunda vista celebrada este martes, los peritos destacaron el hecho de que la congoleña presentase síntomas de padecer candidiasis ( le fue recetado un medicamento que dio resultados), una enfermedad que, según los dos especialistas en enfermedades infecciosas que declararon ante el juez, conforma un indicador a tener en cuenta para realizar el test de VIH. Sin embargo, el fiscal ha afirmado que por lo que se ha “informado por los libros”, la “candidiasis no es un síntoma específico del sida pues la tienen muchas mujeres cuando están embarazadas, o están tomando anticonceptivos o cuando están sometidas a estrés o cuando están sometidas a un padecimiento que supone un debilitamiento de su sistema inmune”.

En esta línea argumentaria, el fiscal ha unido la candidiasis padecida por Martine con el hecho de que había sido trasladada del CETI de Melilla y su propio periplo migratorio. “Venía del CETI de Melilla, podría haber un debilitamiento como consecuencia de una migración económica, un periplo migratorio por distintos países, que suelen padecer cualquier tipo de miseria, violaciones, hambre. ¿No puede unir la candidiasis a la debilidad [ligada al periplo]?”, se ha cuestionado el fiscal, quien este martes había realizado esa misma pregunta a los peritos llamados a declarar por el juez. Respondieron que no.

Por su parte, la letrada del acusado ha mantenido una línea de defensa similar a la del fiscal. Además ha insistido en restar responsabilidad a su cliente porque “no se le pueden exigir conocimientos especialistas sobre VIH al doctor acusado porque ”es un médico de medicina general“ no un ”especialista“. ”No resulta exigible una pericia que no le corresponde a él, sino a un especialista“, dijo en relación a la falta de petición del test de VIH.

Entre la visión de los hechos de unas partes y otras, Dyan Mbala Luimbu escuchó los diferentes argumentos sentado en el fondo de la sala. A su salida, reconoció “encontrarse mal, triste” después de unas horas de valoraciones sobre el fallecimiento de su sobrina. A la salida del juzgado, quiso dedicarle unas palabras en su memoria: “Era una esperanza para la familia, era inteligente, esperaba mucho de ella, pero la naturaleza quiso que fuese de otra manera”.

Etiquetas
stats