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Morir o ser asesinado: el choque de dos narrativas en Israel y Palestina

Presentadora de la radio Saut Asha'ab, Gaza / Isabel Pérez

Isabel Pérez

Gaza, Territorios Ocupados Palestinos —

“Un palestino mata a un colono judío”. “Un palestino mata a tiros a un soldado”. “Mueren una mujer y su hija en bombardeo israelí en Gaza”. “Nuevos ataques palestinos…”. “Cadena de apuñalamientos de palestinos a israelíes”. “Cuatro israelíes heridos en un nuevo ataque palestino”. “Dos ataques palestinos”. “Israel bombardea Gaza tras lanzamiento de cohete”. “Muerto un soldado israelí en ataque palestino”. “Palestino recibe disparo mortal”.

Estos son varios de los titulares que hasta ahora se han leído en la prensa nacional e internacional sobre la escalada de violencia del conflicto árabe-israelí en los territorios palestinos bajo ocupación y en ciertas partes de Israel. Para muchos palestinos se trata de la tercera Intifada palestina, la “Intifada de Jerusalén”, y denuncian el discurso mediático occidental. Señalan que en muchos medios de comunicación se elude el contexto, no mencionándose que los palestinos viven bajo ocupación israelí o que justifican los bombardeos israelíes con un previo lanzamiento de cohetes desde Gaza.

“Que la Intifada continúe”

El 3 de noviembre el Ejército israelí cerró la emisora hebronita Manbar al-Hurriya (la Tribuna de la Libertad) por incitación a la violencia. Los periodistas palestinos en el resto de los territorios ocupados denunciaron el hecho como violación a la libertad de expresión y de prensa. Desde que estalló lo que los palestinos llaman “Intifada de Jerusalén”, en octubre de este año, los medios palestinos han incluido en sus guiones y su programación un nuevo y claro mensaje: que la Intifada continúe.

“Animamos a los jóvenes a la desobediencia y a optar por la resistencia”, explica Ahmad Zughbur, jefe de presentadores y presentador de noticias en Saut al-Aqsa (Voz de al-Aqsa), radio oficial de Hamás que emite desde sus estudios principales en Gaza. La radio cuenta con mucha más libertad de emisión que el resto de radios presentes en Cisjordania o en Jerusalén Este ya que en Gaza no hay presencia israelí.

“Emitíamos para toda la Franja de Gaza y solo partes de Cisjordania, pero llegamos a un acuerdo con una radio local que posee un transmisor más potente y ahora nos escuchan en toda Cisjordania y partes de Israel”, continúa Zughbur. Saut al-Aqsa cubre todos los acontecimientos de “la Intifada” gracias a colaboraciones de periodistas y ciudadanos cisjordanos y jerosolimitanos. “Por supuesto, en Cisjordania no tenemos nuestros propios corresponsales, son colegas periodistas los que colaboran”, aclara Zughbur. “Los israelíes confiscaron la radio y sus periodistas fueron detenidos”.

La emisora difunde canciones patrióticas palestinas y, además, ha producido nuevo material para “dar un empujón a la lucha popular”, según cuenta el presentador. “Todas las formas de resistir a la ocupación israelí son legales, una piedra o un cuchillo. Cuando deje de existir la ocupación, estos ataques dejarán de tener lugar”, afirma Zughbur:

“Los asentamientos, la presencia de colonos, los puestos de control militares israelíes, son ilegales. Los medios occidentales deberían tener más ética y ser más responsables al publicar noticias. Los israelíes asesinaron antes a la familia Dawabsha, a palestinos en los puestos de control… Tenemos esperanza de que se corrija el compás, aunque el lobby sionista es más influyente que nosotros”.

La causa es la ocupación

Saut al-Qods (Voz de Jerusalén) emisora de la Yihad Islámica en Palestina, es otra de las estaciones más sintonizadas por los palestinos. “Nosotros hacemos hincapié en que es la ocupación israelí la causa de lo que está pasando”, apunta Fadi Obeid, responsable de Relaciones Exteriores de la radio:“Si termina esta Intifada y continúa la ocupación, seguirán los enfrentamientos”.

En las ondas de al-Qods se escuchan canciones patrióticas de las intifadas primera y segunda, remasterizadas. “Tenemos un discurso nacional, no partidista”, remarca Obeid: “Volvemos a las canciones nacionales antiguas de las anteriores intifadas, relacionadas a un tiempo en el cual el pueblo palestino estaba unido en la opción de la lucha. También buscamos canciones en las que se dan las gracias a países que nos apoyan, como Argelia y Túnez”.

El periodista cuenta que durante el mes de octubre ellos también lanzaban mensajes a los jóvenes palestinos, mensajes de lucha contra “la ocupación”. “La palabra ‘ocupación’ es suficiente para condenar lo que está pasándonos”, continúa Obeid.“Los medios occidentales se enfocan solo en lo que dicen algunos clérigos musulmanes o en los que clavan cuchillos a judíos. Esto no tiene nada que ver con que ellos sean judíos y nosotros musulmanes”.

Obeid reconoce el “error de los medios palestinos” de no saber dirigirse apropiadamente al público occidental. También señala que poco se puede hacer si los medios corporativistas occidentales “asumen la narrativa de la ocupación israelí”.

Desde Sawtu Sha’ab (Voz del pueblo), la radio del Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP), su jefe de redacción, Mohammed al-Lala, reconoce que no confían en los medios occidentales. “Sabemos que los medios no están lejos de la ecuación internacional”, dice al-Lala.

Sawtu Sha’ab abre sus teléfonos a la audiencia en un programa especial nocturno. “Les preguntamos si quieren que continúe la Intifada, si piensan que es útil… Hay gente que se pregunta si esta Intifada está siendo más útil para los sionistas que para nosotros los palestinos porque piensan que Israel impondrá leyes o fronteras de facto nuevas. Hay gente que teme que los obreros palestinos no puedan ir a trabajar a Israel”, relata al-Lala.

En la radio del FPLP, el principal partido de izquierdas palestino, también defienden que “no es el judaísmo, sino la ocupación israelí”, el que ha hecho que los jóvenes se echen a las calles o que se cometan ataques contra israelíes. En las cárceles de Israel, este partido palestino tiene a uno de sus miembros, de confesión judía, encerrado de por vida.

“En Nablus hay judíos samaritanos que ni siquiera son reconocidos por Israel como judíos. Es parte del racismo de Israel”, expone al-Lala. “Ellos son judíos palestinos y consideran a los israelíes como ocupantes”.

La televisión de Hamás: el medio más impactante

En la televisión al-Aqsa, el plató se ha transformado en una calle donde se huele a Intifada. Muros con grafitis y dibujos de puestos militares israelíes, alambradas, maquetas de jeeps militares israelíes… Los presentadores han colgado la chaqueta y la corbata y ahora salen ante la cámara emulando el estilo de los jóvenes palestinos: sudadera con mensaje nacionalista y pañuelo palestino.

“Desde la 9 de la mañana hasta las 12 de la noche cubrimos la Intifada de Jerusalén, los enfrentamientos, eventos o protestas en Gaza o en Cisjordania. De hecho, todos los programas de al- Aqsa TV están dirigidos para movilizar Cisjordania”, comenta Mohammed Zuraya, director general de la cadena.

El edificio de la televisión de Hamas está completamente renovado. Fue bombardeado en la operación militar israelí Margen Protector de julio y agosto de 2014, al igual que la radio Saut al-Aqsa y Sha’ab. Al-Aqsa TV es la mayor productora de videoclips y promos musicales de tinte revolucionario e islamista, así como de series que muestran el maltrato de soldados israelíes hacia los palestinos.

“En Youtube hay miles de reproducciones de canciones como Wein el-Malayin (Dónde están los millones -de personas-), Zuri Zuri Zuri (¡A amotinarse!), Okht al-Marjele (Hermana de hombres -expresión árabe para referirse a las mujeres valientes-) u O’shaq Atta’an (Los amantes de los apuñalamientos)”, cuenta Zuraya. ‘Los amantes de los apuñalamientos’ es una canción producida por la propia cadena y no solo se oye por radio y televisión, sino también en marchas y protestas organizadas en la Franja de Gaza.

Baha’a Eddin al-Ghul es redactor y presentador de programas de tinte político en al-Aqsa TV. Este joven defiende que Israel hace llamamientos a los colonos para que actúen con violencia contra los palestinos de Cisjordania y Jerusalén-Este. “Charles de Gaulle fue al Reino Unido y, a través de la BBC, hizo un llamamiento a los franceses para levantarse contra la ocupación nazi. El papel de la BBC durante la Segunda Guerra Mundial, es el mismo que hacemos en la cadena al-Aqsa”, asegura Eddin.

El periodista apunta que, antes de estallar la “Intifada de Jerusalén”, colonos israelíes quemaron y asesinaron a la familia Dawabsha, al niño Abukhdeir y que el Ejército israelí mató a más de 500 niños en la Franja de Gaza durante el Margen Protector. “El Ejército israelí protege a los colonos que matan a palestinos. Así que nosotros nos defendemos. El cohete palestino es una respuesta a la ocupación. La ocupación en sí misma es una acción. La resistencia es la reacción”, añade Eddin.

“No tenemos cadenas en otros idiomas y ese es uno de nuestros defectos”, reconoce Zuraya, director de la cadena. “Han cerrado siete veces nuestra página en Facebook. El lobby sionista controla gran parte del mundo”.

“Violencia palestina” frente a “acción israelí”

Centros palestinos como el Centro de Estudios Políticos y de Desarrollo (CPDS, en sus siglas en inglés) estudian la cobertura occidental de la escalada de violencia en los territorios palestinos bajo ocupación. “En los medios occidentales hay una retórica hostil”, asegura Youssef Ghaban, investigador del centro.“La cobertura de la Intifada en los medios occidentales es una clara alineación con la narrativa israelí”.

El CPDS ha traducido al árabe la guía “The Israel Project’s 2009. Global Language Dictionary” (El proyecto de Israel de 2009. Un diccionario para el lenguaje global). Y recuerda, lo que cuenta no es lo que dices, sino lo que la gente escucha, apunta su autor, Frank Luntz, en el prólogo.

“Se trata de una guía con recomendaciones de palabras y términos para presentar y elaborar el discurso israelí, cómo evadir las preguntas difíciles de periodistas o cómo justificar los actos violentos israelíes diciendo que fueron los palestinos quienes comenzaron la violencia”, explica el investigador quien asevera que los principales medios occidentales han asimilado esta guía como editorial.

Ghaban pone también como ejemplo la denuncia de la organización ‘Jewish Voice For Peace’ (Voz judía por la paz) sobre la falta de precisión del periódico estadounidense The New York Times señalando que usó 36 veces en sus titulares las palabras “violencia palestina” y dos veces “violencia israelí”.

La organización judía indica que el periódico se refirió a acciones palestinas como “ataque” 110 veces y solo 17 veces a acciones israelíes. Además, 18 de 35 titulares muestran a los palestinos como instigadores de violencia; por contra, los israelíes no son, en ninguno de estos titulares, los provocadores de la violencia.

“Las redes sociales, como Twitter o Facebook, ya han comenzado a debilitar esta narrativa israelí ya que se publica la contranarrativa”, dice Ghaban. Para Refaat Alareer, escritor y activista palestino, “las redes sociales se han convertido en una importante herramienta en manos de los palestinos en su lucha por la libertad y los derechos humanos”.

Alareer asegura que el periodismo ciudadano es un fenómeno en creciente actividad entre los palestinos que graban y fotografían las agresiones israelíes sobre el terreno. “La presencia de activistas palestinos en Facebook y en Twitter es tan ubicua que Israel ha comenzado a considerarlos una amenaza para su ocupación”, comenta Alareer: “Sin embargo, los activistas palestinos no deben apresurarse a publicar noticias o fotos antes de revisar dos veces la fuente y la credibilidad de su material”.

La campaña de denuncias en las redes sociales contra cuentas palestinas o de activistas pro palestinos ha hecho que varias fotografías o grupos hayan sido cerrados. Mientras, la cadena 7 perteneciente a colonos israelíes ha publicado un juego online para niños cuyo objetivo es matar a los “saboteadores”, palabra con la que se refieren a los palestinos. La guerra de narrativas en este conflicto no está falta de ideas.

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