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Médicos Sin Fronteras despidió a 19 trabajadores por los 24 casos de acoso y abuso sexual denunciados en 2017

Un miembro del equipo de MSF dialoga con hombres armados en un puesto de control en las calles de Adén. El traslado de heridos es uno de los mayores desafíos a los que tienen que enfrentarse el personal sanitario. Además, la falta de combustible y los combates complican el movimiento de profesionales y la distribución de suministros. Fotografía: Guillaume Binet/MYOP

El escándalo de Oxfam está empujado a otras ONG a aportar datos sobre las denuncias de acoso o abusos a las que han tenido que hacer frente durante los últimos años a través de los mecanismos con los que tratan de evitarlos. Médicos Sin Fronteras Internacional ha informado de que, en 2017, despidió a 19 trabajadores por casos de abusos o acoso sexual. La mayoría de los abusos registrados tuvieron lugar entre compañeros de la propia organización, mientras que dos de ellos sucedieron por parte de empleados de esta hacia personal “ajeno” de MSF. 

En 2017, la ONG recibió 24 casos de acoso o abuso sexual de entre los 40.000 con los que cuenta la organización en todo el mundo. De ellos, la mayoría, 22 se produjeron entre el personal de la propia empresa, mientras que dos de ellos tuvieron lugar por parte de empleados de MSF y “personal ajeno” a la organización“ (pacientes o miembros de las comunidades), según un reciente comunicado. 

Como consecuencia de las 24 denuncias de acoso sexual recibidas por la ONG, 19 trabajadores fueron despedidos, explica MSF. “El resto recibieron sanciones, advertencias o suspensiones”, apunta la organización. 

“MSF está plenamente comprometida a combatir el abuso y reforzar los mecanismos y procedimientos para prevenirlo y abordarlo”, ha asegurado la ONG. “Esto incluye mejorar los canales de quejas en todos los niveles de la organización y apoyar a las víctimas y denunciantes”, ha añadido la organización. 

En esta línea, MSF indica que “esto significa no tolerar ningún comportamiento de nuestro personal que explote la vulnerabilidad de otras personas o mediante el cual los empleados aprovechen su posición para obtener beneficios personales”. Por lo que, defiende la ONG,  “no toleramos ningún abuso físico o psicológico, acoso sexual o comportamiento que atente contra la dignidad humana” ni “relaciones sexuales con menores”. 

Para controlar el cumplimiento de sus código ético, la ONG explica que tienen establecidos desde hace años “mecanismos de reclamación y denuncia de irregularidades, para alentar la prevención, detección, denuncia y gestión de cualquier tipo de mala conducta, acoso y abuso”. En 2017, la ONG recibió 147 quejas en todo el mundo sobre casos de hostigamiento, de los que 24 corresponden a aquellos de acoso y abuso sexual derivados a la base central tras la correspondiente investigación interna. 

“Mediante estos mecanismos, se apoya a todos los miembros del personal para que informen de comportamientos inapropiados o abusos, ya sea a través de sus responsables o mediante canales de información específicos, utilizando direcciones de correo electrónico especiales y al margen de cualquier línea jerárquica”, ha afirmado la ONG. 

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