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Opinión - Salvar el Mediterráneo y a sus gentes. Por Neus Tomàs

Salvini rechaza abrir los puertos italianos al barco de una ONG con 49 rescatados a bordo

Buques patrulla de la Guardia di Finanza italiana vigilan, este martes, el barco "Mare Jonio", del proyecto Mediterranea Saving Humans y con bandera italiana, con 50 migrantes a bordo cerca del puerto de Lampedusa en Italia.

EFE / Desalambre

El ministro de Interior italiano, el ultraderechista Matteo Salvini, ha asegurado que no dejará atracar en ningún puerto del país al barco Mare Jonio, del proyecto Mediterranea Saving Humans y con bandera italiana, y que rescató a 49 migrantes este lunes en el Mediterráneo Central.

El barco italiano que pertenece a este proyecto de vigilancia en el Mediterráneo, al que pertenece también la ONG Open Arms, ha informado del rescate de 49 personas, entre ellas 12 menores, que se encontraban en un bote neumático a 42 millas de las costas de Libia.

El ministro ha enviado durante la noche una directiva a las fuerzas del orden y seguridad italianas en las que indicaba que “quien auxilia migrantes irregulares en aguas que no son de responsabilidad italiana, sin que Roma haya coordinado la intervención, viola el orden y la seguridad del Estado italiano”. En declaraciones a The Huffington Post, Alessandra Sciurba, coordinadora del equipo jurídico de la ONG, ha defendido que la orden de Salvini “se subordina a las leyes estatakes y a las convenciones internacionales. Ya no es válida”. “Y estamos del lado de la ley y de las convenciones que establecen que se debe salvar a los que tienen dificultades en el mar”, agrega.

En estos momentos, el barco, según confirman fuentes de la ONG, está rodeado por varias patrulleras, tres de la Guardia di Finanza y uno de la Guardia Costera. De acuerdo con la información publicada por el diario La Repubblica, con un periodista a bordo, los guardacostas italianos han indicado esta mañana a la nave un punto de anclaje cerca de la isla de Lampedusa para protegerse del mal tiempo, pero continúan sin permiso para desembarcar.

Previamente, según informa este mismo medio, la Guardia di Finanza había prohibido por radio la entrada en aguas territoriales. “No podemos detenernos, estamos en peligro de perder la vida aquí, comandante. Hay olas de tres metros. Estamos en condiciones que ponen en peligro nuestra vida”, contestaba el capitán del Mare Jonio, según recoge La Repubblica. La Guardia di Finanza, cuerpo estatal con competencias en vigilancia aduanera y económica, ha subido a inspeccionar la documentación el barco, de acuerdo con los medios italianos.

Salvini ha confirmado en declaraciones al canal televisivo de noticias Skytg24 que “los migrantes no podrán un pie en Italia”. El líder ultraderechista ha atacado a la tripulación del barco “por no haber obedecido a las autoridades, por haber decidido de manera autónoma dirigirse a Italia solo por motivos políticos ya que lo más cercano era Libia”.

Ha dicho que se les dará comida y la ropa que necesiten, pero que el Ministerio del Interior no autorizará nunca el desembarco. Asimismo, ha vuelto a enarbolar el recurrente argumento, que las ONG niegan tajantemente, de que esta organización “ayuda a quienes gestionan el tráfico de seres humanos”.

Sobre las condiciones de los migrantes, la ONG asegura que se ha pedido que sea traslado urgentemente a un hospital uno de los migrantes que se encuentra en peor estado. Según informan los medios italianos, el joven ha sido evacuado a una clínica de Lampedusa y presenta síntomas de neumonía. La organización ha explicado que las personas a bordo habían estado en el mar durante casi dos días y, aunque las condiciones de salud son bastante estables, todas están muy cansadas y con problemas de deshidratación.

Visto el estado del mar y la llegada de una tormenta, el barco pidió acercarse a Italia y finalmente se le concedió aproximarse a Lampedusa. “Hemos pedido formalmente a Italia, nuestro Estado de bandera y el Estado bajo el cual la responsabilidad es legal y geográfica, indicar un puerto de desembarque para estas personas”, añadieron.

La diferencia con otros casos en los que ONG han auxiliado a migrantes en el Mediterráneo es que en esta ocasión el barco lleva bandera italiana y, por tanto, Salvini no puede apelar a la responsabilidad de otros países. En su cruzada contra las organizaciones que socorren a estas personas, el también vicepresidente del Gobierno ha insistido en la prohibición de permitir el desembarco de las naves de bandera extranjera, aunque también ha vetado durante días dar puerto seguro a rescatados por barcos italianos, como es el caso del Diciotti, de la propia Guardia Costera italiana, que estuvo días en el mar a la espera de órdenes.

Por su parte, el alcalde de Lampedusa, Toto Martello, ha pedido que se deje desembarcar a estos migrantes en el puerto de su localidad y alega que en estos meses han seguido desembarcando personas sin que el Ministerio del Interior dijese nada.

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