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Informar para crecer: la voz de las comunidades

Niñas realizan un programa de radio Radio Tehuacá en El Salvador/ Fotografía: Agareso

Lorena Seijo

Responsable de voluntariado de Agareso —

Edenilson se despierta a las 4 de la madrugada, se ducha con agua fría, se viste y mete en su mochila el uniforme del colegio. Después, muchas veces sin desayunar, se sube a su bici y pedalea durante más de media hora en la oscuridad para llegar hasta la puerta de una pequeña emisora comunitaria llamada Radio Tehuacán. Abre con la llave que le han asignado las dos puertas que lo separan de la sala de grabación, de la mesa de sonido, de los micrófonos... de todo ese equipamiento modesto, pero suficiente para sacar adelante todos los días más de 12 horas de programación.

Edenilson es sólo uno de los 16 adolescentes que forman parte del voluntariado de esta emisora, ubicada en el pequeño municipio de Tecoluca en El Salvador. No siempre le toca a él venir a primera hora, a veces lo hace su compañero Juan Carlos, y él se encarga del programa de la noche. La única condición que pone este joven tímido, educado y con un gran espíritu de superación es que le dé tiempo a asistir al instituto. Saca su uniforme de la mochila y lo cuelga en una percha para que no se arrugue, después se pone al control de la emisora y comienza su programa musical para que los “radioescuchas” inicien bien la mañana.

Como él, el resto de muchachos y muchachas que contribuyen a mantener esta emisora al aire sin recibir nada a cambio, por lo menos material, tienen programas asignados diarios, menos el domingo, que se dedica a espacios publicitarios para poder hacer sostenible la emisora. La encargada de coordinar todo este recurso humano es Yasmín Pineda, una chica de apenas 22 años que acaba de licenciarse en Trabajo Social. Hasta el pasado mes de mayo sólo emitían programas musicales, no se sentían capaces de elaborar una noticia o sacar adelante un programa informativo, pero hoy su visión sobre el papel que deben jugar ha cambiado, al mismo ritmo que ha crecido su autoestima.

El cambio a que se debe a que han tenido la oportunidad para formarse y para creer en sí mismos. Iris, Juan Carlos, Mario, Rafael, Karina, Zenif... y el resto de muchachos que forman parte de este equipo recibieron una capacitación específica a través de un proyecto de Comunicación para el Desarrollo, ejecutado por las ONGD Agareso y ACPP, para que adquirieran las capacidades básicas para poder ser reporteros en sus comunidades y utilizar los equipos técnicos de la emisora. Al mismo tiempo se ha trabajado con ellos durante todo el año desde Galicia para construir juntos un plan de sostenibilidad de la emisora.

Más allá de los conocimientos, la parte fundamental para que esto funcione es la motivación. ¿Qué hace que un chaval se levante todas las mañanas antes de que salga el sol, asuma la responsabilidad de hacer un programa de radio, dedique sus horas libres a una actividad no remunerada? Sentir que lo que hace es importante. Y de hecho, lo es. Mucho más de lo que ellos creían cuando decidieron embarcarse en este proyecto.

La importancia de sus informaciones

Un volcán situado justo detrás de Tecoluca impide que la señal de otras emisoras comerciales llegue hasta el municipio y sus comunidades, así que Radio Tehuacán es prácticamente la única que tiene vía libre en el Bajo Lempa. Al mismo tiempo, las comunidades que viven alrededor del río Lempa carecen de las infraestructuras de comunicación necesarias para poder tener un contacto rápido y fluido con sus vecinos, así que muchas veces la única manera que tienen de informarse es a través de las ondas. A todo ello hay que añadir que los medios de comunicación comerciales expanden la visión de país capitalina y rara vez incluyen en sus informaciones las problemas o la voz de las comunidades.

Radio Tehuacán, como las numerosas emisoras comunitarias que surgen todos los días en Latinoamérica, tiene la oportunidad de contribuir al desarrollo de la zona y a dar voz a los que a menudo se ignora. Pues la condición indispensable para ser un medio comunitario es que la población tenga un espacio para participar.

Después de crear puentes para la participación popular, hay que definir qué temas son prioritarios para nuestras comunidades y otorgarles un espacio en la parrilla. Radio Tehuacán tiene ahora un programa de medio ambiente para concienciar sobre la necesidad de proteger su entorno y los medios de vida de la zona, que son principalmente la pesca, el marañón y el manglar. Han incorporado un programa de género que busca debatir sobre la situación de desigualdad que viven las mujeres e incrementar su participación en los espacios de opinión. Y también están construyendo poco a poco sus informativos locales para poder ofrecerle a la gente noticias cercanas.

El proyecto de comunicación para el desarrollo está ahora en su última fase. Dos voluntarios de Agareso están formando a jóvenes de las comunidades más lejanas para que actúen como corresponsales internos de la emisora y que ayuden a transmitir lo que pasa en sus pueblos. Otro de los objetivos de la emisora es que en caso de emergencia, muy habitual en esta zona azotada por huracanes y terremotos, la radio pueda utilizarse como puente entre la población para prevenir y organizar las posibles acciones de rescate.

Hasta hace unos meses Juan Carlos e Iris no eran capaces de definir qué era noticia, qué temas podían interesar a sus vecinos y mucho menos plantear una entrevista y editar una noticia. La primera vez que cogieron entre sus manos una grabadora digital les daba miedo hasta darle al botón rojo. Pero en apenas unos días de prácticas ya habían acudido a su alcaldía a solicitar entrevistas para hablar de problemas que afecta a su municipio, habían conseguido que sus profesores y compañeros de instituto se animaran a hablar ante los micrófonos y ojeaban el periódico con interés, escudriñando para poder encontrar qué información podía ser útil para sus oyentes.

El entusiasmo por ser capaces de contar las cosas que afectan en tu entorno social es el germen del periodismo y la energía que estos nuevos comunicadores le ponen a su trabajo es como un revulsivo ante la apatía general que afecta a los profesionales de los medios. Quizá porque ellos están más cerca de lo que importa, porque no tienen oficina para esconderse y porque han entendido la responsabilidad que conlleva ponerse ante un micrófono.

No sabemos hacia donde caminarán todos estos muchachos y muchachas, con la ayuda de los adultos que forman parte de la Junta Directiva de la emisora y que la protegen de cualquier injerencia o mal uso que se quiera hacer de ella. Lo que sí sabemos es que esta aventura dependerá exclusivamente de ellos y de sus comunidades porque Radio Tehuacán es suya y las ondas una gran forma de contribuir al desarrollo en El Salvador.

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