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CaixaBank pierde 450 millones de euros con la venta de su participación en Repsol

Gonzalo Cortázar, consejero delegaado de CaixaBank, y Jordi Gual, presidente.

Diego Larrouy

CaixaBank pone punto y final a su presencia en Repsol. El consejo de la compañía catalana ha aprobado este jueves la orden para desprenderse del 9% del capital que todavía guardaba en la petrolera. La operación está valorada en unos 2.500 millones de euros con los actuales precios de mercado.

La operación tendrá un impacto negativo en las cuentas de la entidad financiera. Según ha informado la propia empresa, supondrá unas pérdidas de 450 millones de euros en los resultados del tercer trimestre.

En concreto, CaixaBank mantiene en la petrolera, en la que entró hace 22 años, un 9,36% de las acciones. De ese total de acciones, el 4,75% son acciones directas en la compañía y el resto a través de dos instrumentos financieros conocidos como equity swap.

La empresa emprenderá esta operación en varias fases. En primer lugar hará un vencimiento anticipado de estos dos vehículos financieros, que es lo que provocará la pérdida en el tercer trimestre. Por otro lado, irá desprendiéndose del resto de las acciones en el mercado. Para ello, se da de plazo hasta el primer trimestre del próximo año, teniendo en cuenta la cotización que tenga la petrolera.

Con motivo de esta salida, el presidente de la compañía, Jordi Gual, y el consejero delegado, Gonzalo Cortázar, han presentado su renuncia como consejeros de la petrolera.

La empresa catalana mantiene en el comunicado que ha enviado a la CNMV que pese a las pérdidas en las que incurrirá en este tercer trimestre, que cierra el próximo 30 de septiembre, el cierre definitivo de la operación tendrá un “impacto neutro” en sus ratios. Por otro lado, ha asegurado que mantiene sus previsiones de retorno de capital.

De este modo, CaixaBank rompe su larga alianza con Repsol, una compañía en la que llegó a ostentar un 15% del capital. El grupo defiende que esta operación se encuadra dentro de su plan estratégico, que incluía la reducción del consumo de capital en sus empresas participadas.

La operación supone una nueva desinversión de CaixaBank, que se ha desprendido de otras participaciones en empresas como The Bank of East Asia y Grupo Financiero Inbursa. Además, también se ha desprendido de otros activos, en este caso en el sector inmobiliario, con la venta a The Lone Star de 7.000 millones en activos. Mantiene todavía su participación del 5% en el capital de Telefónica.

Por su lado, Repsol quedará tras este movimiento con la constructora Sacyr como primer accionista, con una participación del 8,2%, seguido por Bank of America, con el 5,35% y Blackrock, con el 5%.

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