Dimiten directivos del gigante de aluminio Rusal tras las sanciones de EEUU

La cúpula directiva del gigante metalúrgico ruso Rusal anunció hoy su dimisión tras verse la compañía seriamente afectada por las sanciones de EEUU contra su fundador y principal accionista, el multimillonario Oleg Deripaska.

Esta mañana presentaron su renuncia la directora general de la corporación, Alexandra Buriko, y siete miembros del consejo directivo, entre ellos Vladislav Soloviov, quien recientemente relevó a Deripaska en el cargo del presidente de Rusal, informó la compañía en un comunicado.

“Es una buena señal. Significa que las sanciones (de EEUU) serán levantadas pronto”, señaló al comentar los cambios en Rusal el viceprimer ministro y titular de Finanzas de Rusia, Antón Siluánov.

El Tesoro estadounidense sugirió la posibilidad de la supresión de las restricciones impuestas a Rusal si abandonaban la empresa los directivos próximos a Deripaska.

El Gobierno de EEUU impuso a principios de abril restricciones económicas contra oligarcas y funcionarios rusos por su participación “en acciones perversas en todo el mundo”, incluido el “intento de socavar las democracias occidentales”.

Tras la nueva tanda de sanciones de EEUU, la compañía rusa Rusal, uno de los mayores productores de aluminio del mundo, que controla Deripaska, perdió casi la mitad de su valor en Bolsa y estuvo al borde de una suspensión de pagos.

Además, el gigante de aluminio ruso vio reducirse sus ventas y tuvo que hacer frente a gastos adicionales para reestructurar su cadena de suministros.

Hoy la compañía advirtió acerca de las consecuencias de las sanciones de EEUU, si estas no son eliminadas próximamente.

“Las entidades financieras internacionales, probablemente, cesarán sus operaciones con el grupo (Rusal) tras el 23 de octubre de 2018. Esta circunstancia afectará seriamente la producción y la venta de los metales”, indica Rusal un comunicado.

Esta mañana, tras conocerse la dimisión de los directivos de Rusal, las acciones de la compañía en la bolsa de Moscú registraron una tímida subida.