El IPC de Japón registró en abril su primer descenso en más de tres años

El índice de precios de consumo (IPC) de Japón cayó un 0,2 % en abril respecto a un año antes, lo que supone su primer descenso en tres años y cuatro meses, según los datos publicados hoy por el Gobierno.

El descenso del indicador, que excluye los precios de los alimentos frescos por su alta volatilidad, refleja el impacto a la baja causado por la pandemia y por el desplome en los precios internacionales del petróleo.

Esta evolución llega después del incremento interanual del 0,4 % cosechado en el mes de marzo, y dificulta el cumplimiento de la meta inflacionaria del 2 % fijada por el Banco de Japón (BoJ).

En comparación con el mes precedente, los precios retrocedieron un 0,5 %, según los datos publicados este viernes por la Oficina de Estadística del Ministerio de Interior y Comunicaciones.

El descenso en el coste de la educación, del 10 % interanual, fue el más agudo entre los componentes del indicador, seguido del abaratamiento de los gastos de electricidad, agua y gas, del 1,8 %, y del transporte y la comunicación, del 1,2 %.

El sector educativo se ha visto afectado por el cierre de centros escolares en todo Japón desde comienzos de marzo, que formaba parte de las medidas tomadas por el Ejecutivo para contener la pandemia de COVID-19.

En cambio, los precios de muebles y utensilios para el hogar aumentaron un 2 %, y los de la ropa y el calzado se encarecieron un 1,4 %.

El banco central japonés tiene en marcha desde 2013 un amplio programa de flexibilización monetaria para situar la inflación en torno al 2 %, aunque este objetivo sigue lejos del alcance de la tercera economía mundial debido a diferentes factores coyunturales.

Debido a los efectos de la pandemia sobre la economía japonesa, el BoJ estima que en el ejercicio que comenzó el pasado abril y terminará en marzo del próximo año el índice de precios de consumo se sitúe en negativo entre el 0,7 % y el 0,3 %.

La junta de política monetaria del Banco de Japón celebra hoy mismo una reunión extraordinaria en la que discutirá posibles nuevas medidas para inyectar liquidez en las pequeñas y medianas empresas más castigadas por la pandemia, que ha causado el cierre temporal de numerosos negocios en Japón.