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Prensa Ibérica vuelve a la puja por el Grupo Zeta

Imagen de una protesta frente a la redacción de El Periódico

Rodrigo Ponce de León

Prensa Ibérica ha vuelto a colocarse como uno de los candidatos a comprar el Grupo Zeta. Fuentes conocedoras de la operación han explicado a eldiario.es que directivos de la compañía que preside Javier Moll, tras sendas reuniones en Madrid y Barcelona, pidieron la semana pasada que se les dieran “quince días para acabar de estudiar las cuentas y poder hacer una oferta vinculante” por la compañía de Antonio Asensio.

Moll había desistido de hacerse con la editora de El Periódico de Catalunya, Sport y una serie de diarios regionales a pesar del interés de Moncloa para que el empresario zaragozano llevara a buen puerto la operación. La razón del frenazo fue el golpe en la mesa que pegaron Jaume Roures y Tatxo Benet con una bolsa de millones a través de la compañía Mediapro para llevarse el conglomerado de medios catalán. 

Fuentes conocedoras de la negociación aseguran que Prensa Ibérica ofreció 35 millones tras una ardua ronda de negociaciones, una profunda due dilligence y el cierre de un acuerdo con la banca para cerrar una quita de la deuda que podría estar entre el 50% y el 60% de los más de 90 millones que estrangulan a Zeta. Roures y Benet se limitaron a esperar a conocer la propuesta de Moll para contraofertar con 65 millones. 

“No es fácil que gane esta partida pero ha vuelto a la partida, aunque no es una opción preferente. Tiene que hacer una oferta que sea buena para los bancos y para Asensio”, argumenta un directivo conocedor del proceso de venta. Las razones que explican que Prensa Ibérica no se convierta en la oferta preferente se basan en la necesidad de contentar al presidente de Zeta, ya que Moll tiene el beneplácito para una quita de los principales bancos que lideran el pool de la deuda de la empresa catalana, especialmente de Caixabank.

Antonio Asensio solo busca sacar la mayor tajada para su bolsillo, unos 20 millones de euros, según fuentes que siguen la negociación, y se ha convertido en uno de los principales escollos para que la operación se cierre como prefiere Moncloa.  Este lunes el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tenía previsto asistir a la entrega de unos premios empresariales organizados por El Periódico de Catalunya, donde se esperaba que en su encuentro con Asensio le mandase un mensaje claro para que facilite la operación con Moll, pero la tensión política con la Generalitat de Catalunya ha provocado que Moncloa cancele la participación del presidente.

En estos momentos Prensa Ibérica mantiene una estrategia de crecimiento. El pasado viernes se conoció que la compañía había alcanzado un acuerdo con Mercedes Rodríguez, editora y directora del grupo El Día, y su hija Adriana para la compra de la participación mayoritaria que ambas poseen en Editorial Leoncio Rodríguez, la sociedad editora de la centenaria cabecera tinerfeña.  De esta manera, Prensa Ibérica controla en las Islas Canarias El Día además de La Opinión de Tenerife yLa Provincia/DLP. La compañía de Moll edita 17 periódicos en nueve comunidades autónomas y daría un salto de influencia con un medio como El Periódico de Catalunya.

Esta estrategia de crecimiento, el interés político de que Zeta no caiga en manos de empresarios vinculados al independentismo catalán y la falta de empuje de otros grupos editoriales —los intentos de que Henneo y Vocento entren en el juego no se consolidan— hacen que Prensa Ibérica de vuelva a colocar como principal actor en la compra de la editora de El Periódico de Catalunya.

Mientras, Roures y Benet se mantienen expectantes. El pasado 24 de enero Roures hacía una entrevista en el programa Adiario, de Radio Marca en la que señalaba: “Nosotros estamos interesados en el Grupo Zeta. Tenemos negociaciones serias con ellos… con muchas interferencias. No solo hay interferencias en el mundo del fútbol, sino que hay mucho poder fáctico que no ve con buenos ojos esa operación”.

“Seguiremos insistiendo. Creo que nuestra oferta no solo es la mejor, sino que es la más beneficiosa para la gente que trabaja ahí. Entrar en otra dinámica laboral como la que ha vivido la redacción los últimos años no es lo más recomendable. Nosotros somos una productora, un grupo fuerte, que es lo que puede dar más continuidad a ese negocio, pero las fuerzas oscuras actúan”, sentenciaba el empresario catalán.

Sin embargo, Roures no hizo ninguna alusión a otras fuerzas políticas como los partidos independentistas en el Gobierno de la Generalitat de Catalunya, especialmente de dirigentes de ERC, que lo respaldan para hacerse con el Grupo Zeta. Los planes de Roures pasan por la creación de un grupo mediático catalán que haría la competencia al diario Ara y a las cabeceras digitales aparecidas al albur del independentismo.

En el caso de Benet, que está al frente de la negociación, la compra del diario económico Sport le serviría como cabeza de puente para su asalto a la presidencia del FC Barcelona.

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